
El Huerto Florido, un negocio de tres pisos que comenzó como una carretilla, hoy es visitado por políticos, artistas y deportistas.
Por Rosa Aquino
Existe un lugar en Lima cuyo nombre es sinónimo de uno de los mejores caldos de gallina. Se trata del restaurante El Huerto Florido, donde a punta de cuchara personalidades de la política, el espectáculo y el deporte alegran sus paladares con ese tradicional y reconstituyente plato, cuyas bondades han inspirado diversas historias.
La tradición viene desde 1982, cuando la arequipeña Marcelina Flores, decidida a darle la vuelta a la pobreza, se inició en la venta de cebiche en carretilla a los camioneros que circulaban por la Vía de Evitamiento. Atenta a los pedidos de sus entonces comensales, doña Marcelina optó por la venta del concentrado de gallina, con el que le dijo adiós al frío de la carretera. Instaló sus ollas y un par de mesas bajo una ramadita de esteras, que años después se convirtió en un próspero edificio de tres pisos en El Agustino.
Aunque la emprendedora mujer murió hace tres años, sus hijos y nietos continúan con la suculenta receta que cautivó a Freddy Ternero y sus muchachos del Cienciano; así como a los alcaldes de Lima Alberto Andrade y Luis Castañeda; al ex presidente Alberto Fujimori y a otras figuras cuyas fotografías se exhiben en el local. El domingo pasado vino por nuestro caldo la candidata Lourdes Flores. Yo la atendí, dice orgulloso uno de los diez mozos mientras sale caliente un caldo.
Con más de 28 años, el Huerto Florido ha ganado fama en el Perú e incluso ha sido reconocido por Gastón Acurio , impulsor de nuestra culinaria. Es el mejor caldo de gallina de Lima, basta un plato de ese concentrado para llegar caminando a Chosica, afirma el chef, entre risas.
Aunque tienen su secreto, el éxito también se debe a los insumos que utilizan: gallina doble pechuga de corral, papa amarilla, huevos seleccionados y fideos delgados número 32. Nos retiramos preguntándoles por su plato favorito. Los Flores solo tienen una respuesta: El de la casa, por supuesto.
Fuente: El Comercio