Difícilmente discrepo con VerdeO, quien es médico de profesión y sabe muy bien de qué habla (todos deberíamos hacerle caso siempre), pero en este caso voy a introducir algunas salvedades.
El riesgo de contagiarse una ETS vía el sexo oral existe, nadie lo duda, pero no sólo toda la literatura disponible parece apuntar a que el mayor riesgo es para quien lo realiza (la mujer en el caso de una fellatio y el hombre en el caso de un cunilinguis) sino que el riesgo ciertamente no es mayor que el de la penetración vaginal.
Entonces, el criterio empleado para decidir realizar el sexo oral hasta terminar en la boca y que la mujer se trague el semen debe ser el mismo criterio empleado para decidir tener sexo vaginal sin protección y terminar adentro. Algunos simplemente no lo hacen, otros lo hacen sólo con su pareja oficial, otros con todas sus parejas 'estables', otros con todas las parejas sexuales que por alguna razón les son 'de confianza' y otros con todo el mundo. Cada opción es más riesgosa que la anterior y cada uno tiene el derecho de decidir informadamente cuál es el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir.
Personalmente, fue mi primera enamorada quien me introdujo al mundo del sexo oral hasta terminar, le encantaba tomarse mi semen, incluso cuando hacíamos el amor (siempre con protección) muchas veces me pedía interrumpirme justo antes de terminar para sacarme el jebe y hacerme terminar en su boca. Desde entonces esa ha sido siempre una de mis fantasías sexuales más recurrentes, la chica que no sólo se toma mi semen sino que le gusta.
Es obvio que jamás lo hago con una kine, pero sí se lo he pedido a todas mis enamoradas antes de casarme, y a todas las pocas (muy pocas) parejas estables (amantes) que he tenido después de casarme. No todas mis enamoradas lo han hecho pero sí todas las damas con quienes he tenido una relación estable de cierta duración fuera del matrimonio; de hecho esa ha sido una de las principales razones para embarcarme en una relación de esa naturaleza con ellas.
Hay una sensación difícil de describir en el hecho de que tu pareja se tome tu semen, algo que trasciende el aspecto meramente físico, una sensación de total aceptación, de total posesión, de absoluta intimidad... muy dificil de igualar. ¡Maldición! toda esta charla me ha hecho extrañar esa sensación porque, justo ahora, no tengo a ninguna pareja en la que confíe lo suficiente como para llegar a eso. En fin, eso es algo que no tiene remedio, porque ni ca**ndo me arriesgaría a hacerlo con ninguna de mis kines favoritas, aunque estoy seguro que más de una aceptaría.
Diablito