Y el fujimorismo, ¿qué es?

Bien, parece que, independientemente de cómo deba de llamarse y de que el partido de Keiko Fujimori tenga la ideología de un camping; va a haber integrantes de este clan para rato en la vida política del país. Una pena, más que se sobrevalore, mediante una palabra, la gestión y la persona de Alberto Fujimori; es que luego de los hechos persista.

"... y engendraras una raza maldita de dioses."
 
La diferencia semántica es importante. Fujimorato es un sustantivo ( nombre que se le da al gobierno del Perú presidido por Alberto Fujimori Fujimori durante la década de los años noventa del siglo XX). Fujimorismo es un sustantivo diferente (corriente política y/o pensamiento de los partidarios de Alberto Fujimori Fujimori). Como ya lo dije antes, el Fujimorismo se caracteriza (ba) [Nada es permanente en política, los ismo quedan pero su contenido cambia. Pregúntele a un argentino promedio que es el Peronismo] por su naturaleza "pragmática", autoritaria [en el sentido latinoamericano, autoritario no es lo mismo que totalitario] y concentrada del poder político.
 
Entiendo la importancia del pragmatismo, de modo que, aunque no termine de cuajar el término fujimorismo aceptaré su forzosa existencia, aunque no tengo autoridad alguna y realmente no importe mucho si creo que cuaja o no. Me quedo con fujimorato, porque creo que solo debe referirse al periodo de su gobierno, cuando se hable de él. No creo que la definición de pensamiento político deba resumirse en fujimorismo, porque le queda grande; así como a Perón le queda grande el término peronismo. En fin, como decía acepto que el pragmatismo le ceda el sufijo "ismo" a esa dinastía.
 
Parece que no vendra alguien a explicarnos que es el "fujimorismo", no me sorprende que de ese 30% nadie diga algo al respecto, basta leer el plan de gobierno que tenían para el proceso electoral.
 
Intento dar una explicación más seria que los lugares comunes, sin mayor resultado. El Fujimorismo es una ideología impropia, producto de la experiencia de un régimen político determinado, el llamado Fujimorato (1990- 2000). Este no era otra cosa que la democracia tutelada o, dicho de otro modo, el mantenimiento de las formas democráticas sin su contenido.
 
Eso me lleva a pensar en la verdadera diferencia entre los partidos políticos. Si todos representan al liberalismo, si todos son democráticos, si todos buscan los mismos objetivos y temen salirse del patrón neoliberal, globalizado y confiable para la inversión extranjera que, digámoslo como se debe, lo dictan las potencias extranjeras y no es nunca la consecuencia de las necesidades nacionales de ningún país subdesarrollado o en vías de desarrollo (por lo que implican sus geografías y condiciones sociales), sino, en el mejor de los casos, el escenario en el que, el que puede, se adapta mejor y que Dios lo ampare.

En fin, si todos bailan al mimo son, ¿cuál es la diferencia entre ellos? ¿por qué votar por uno o por el otro, si la ideología de todos es la misma nada? Recuerdo las promesas electorales como premios que se ofrecen a los niños si hacen las tareas, pero qué diferencia implican esas promesas electorales. Estaba claro con Ollanta Humala, estaba claro que el se hacía a un lado y que era izquierdista (aunque no por eso se apartó del caudillismo, recordemos la O, de olla, de Ollanta) y ahora está claro que pesa más el sistema y la imagen de un país que para sobrevivir financieramente parece tener la necesidad de despolitizarse y convertirse, como escribió Hildebrant, en una atractiva marca comercial.

Bueno, mi punto era (o es) que me parece nebulosa la diferencia entre todos los partidos, si partimos de la calidad de sus ideologías; pues sus caminos para llegar a las mejores metas nacionales seguro serían los mismos
 
Obvio que hay son diferentes doctrinariamente. El APRA es de la línea social-demócrata, el PPC social-cristiana, los PPKausas liberales, el PP es indescrifrable (en el fondo es un caudillo y su gente), GP es lo mismo sólo que un caudillo más limitado y guiños con la vieja izquierda, AP una reliquía del reformismo de los años 50s y los minúsculos partidos de izquierda han vuelto a sus raíces socialconfusas de los 60s. El Fujimorismo ya lo expliqué.

 
El APRA y el PPC son partidos cuya ideología está definida y avalada por su historia. La conducta de sus líderes es otra historia. Fuera de estos, la izquierda tenía sus esperanzas en el candidato que ahora es presidente y cuya gestión tiene harta diferencia con sus promesas izquierdistas. Ahora que le toca está haciendo lo que habría hecho cualquier otro. Y dadas las circunstancias, me atrevo a decir que si ganara un candidato aprista o un representante del PPC, no se notaría la diferencia. De ahí que los partidos post noventeros sean de aquellos a los que el sufijo "ismo" les queda grande al calificar su ideología, pero que son lo que hay y... bueno, parece que el uso hace a la lengua.

Quizá, y esto es perfectamente discutible, ya pasó el tiempo de la política doctrinal en sí, o de la diferencia doctrinal y es el momento de los tecnócratas. Ahora, que ese cambio haya surgido como respuesta a las necesidades del país, lo dudo; que nos beneficie, seguro en la medida que nos permita satisfacer a los países a los que exportamos y a los que nos dan crédito, que deba cambiarse la forma de concebir las coas por una visión propia, ¡quien sabe, señor!.
 
Bueno, me corrijo, si ganara un aprista la principal diferencia serían los increíbles faenones que se manejarían sus correligionarios.
 
Aunque no lo parezca es el tiempo de la diferencia de los "ismos" porque sin eso ya no hay política. El tecnocratismo tuvo su oportunidad y no resultó mejor que las demás "ideologías", pues ya es obvio que el mercado tiene sus limitaciones. Necesitamos un verdadero liberalismo, menos economía y más reforma política. La libertad económica no es suficiente cuando las opciones políticas son limitadas. Si en el mercado el consumidor es rey, en política el votante debería serlo. Dicho de otro modo, voto voluntario, un Poder Judicial en pie de igual al Ejecutivo y al Legislativo y un Parlamento verdadero, no ese remedo unicameral que tenemos.


El APRA y el PPC son partidos cuya ideología está definida y avalada por su historia. La conducta de sus líderes es otra historia. Fuera de estos, la izquierda tenía sus esperanzas en el candidato que ahora es presidente y cuya gestión tiene harta diferencia con sus promesas izquierdistas. Ahora que le toca está haciendo lo que habría hecho cualquier otro. Y dadas las circunstancias, me atrevo a decir que si ganara un candidato aprista o un representante del PPC, no se notaría la diferencia. De ahí que los partidos post noventeros sean de aquellos a los que el sufijo "ismo" les queda grande al calificar su ideología, pero que son lo que hay y... bueno, parece que el uso hace a la lengua.

Quizá, y esto es perfectamente discutible, ya pasó el tiempo de la política doctrinal en sí, o de la diferencia doctrinal y es el momento de los tecnócratas. Ahora, que ese cambio haya surgido como respuesta a las necesidades del país, lo dudo; que nos beneficie, seguro en la medida que nos permita satisfacer a los países a los que exportamos y a los que nos dan crédito, que deba cambiarse la forma de concebir las coas por una visión propia, ¡quien sabe, señor!.
 
Concuerdo en que no lo parece, estimado drais, y me parece que hay que el relativismo moral impera más que nunca, al punto que influye en las posturas ideológicas de la mayoría de ciudadanos, ahora sumidos en un ecléctico liberalismo moderado, más apolítico que liberal. Intuyo que son los partidos políticos los que deberían avivar el fuego por los apetitos ideológicos y brindar las diferencias en alcanzar los objetivos nacionales, diferencias propias de la coexistencia de más de una ideología. Creo que han venido fallando y que el peso de la realidad ha venido agobiando mucho a los ciudadanos, al punto de sacrificar tiempo de formar una ideología para obtener una utilidad social. No sé si corresponde aún a los partidos ese rol o más bien las aulas universitarias, los catedráticos y el espíritu autodidacta son ahora los más compatibles con la realidad.

En todo caso, no veo el sentido, ahora mucho menos, de que existan dos o más partidos de izquierda, ¿con qué fin?, si dirían lo mismo; de ser alguno más radical debería ser una facción dentro de un partido, como los búfalos apristas; no apartarse y formar otro partido, pues la ideología sería la misma. Asimismo, recordando las elecciones pasadas ¿qué diferencia de corte ideológico había entre Perú Posible (Toledo), Solidaridad Nacional (Castañeda), PPC (jaja Lourdes) y Alianza por el gran cambio (PPK) y Fuerza Popular(Keiko)?, si ignoramos a sus técnicos, qué queda de importante. No sé, me parece, lo reitero, que cualquiera hubiera hecho lo mismo en cuanto a decisiones de gobierno; es más, seguro hubiran reclutado asesores de cada partido rival una vez en el gobierno.
 
Ese es el problema cuando se hace marketing político y no política. Vendes lo mismo con lenguaje diferente. En el fondo todos sabemos que los detergentes tienen diferente nombre pero los produce P&G. Idem con las coaliciones electorales.

 
El fujimorismo es alta eficiencia.
Si dudan vean el siguiente video.

 
Última edición por un moderador:
No me gusta explotar la frase bíblica sobre la paja en ojo ajeno, pero en comparación con el michi es una inocentada el que Yehude Simón salga a hacer declaraciones para ganarse los aplausos de la barra brava de la U o que Rosa Mávila y Jorge Rimarrachin vayan a la prefectura para pedir la liberación de los detenidos en los disturbios de ayer.
 
El michi no fue una inocentada. Es una vergonzosa falta de respeto.
 
El michi no fue una inocentada. Es una vergonzosa falta de respeto.

Estoy seguro que no le entendera """ni michi""" jeje

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El michi no compromete el voto de los congresistas en la cuestión del informe de Pedraza. En el caso de Mavila, Rimarachín y Simon comprometen su voto cuando vean el caso de SERVIR y la Ley de Sociedades Anónimas en el fútbol.

 
El michi no compromete el voto de los congresistas en la cuestión del informe de Pedraza. En el caso de Mavila, Rimarachín y Simon comprometen su voto cuando vean el caso de SERVIR y la Ley de Sociedades Anónimas en el fútbol.

Y que tiene que ver Mavila, Rimarachin y Simon en la importante partida de michi entre fujimoristas???
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El michi no compromete el voto de los congresistas en la cuestión del informe de Pedraza. En el caso de Mavila, Rimarachín y Simon comprometen su voto cuando vean el caso de SERVIR y la Ley de Sociedades Anónimas en el fútbol.

Puede ser que el michi no los compromete en ello, pero si los compromete en algo mucho mas grave como es la falta de respeto y la burla descarada hacia todos los peruanos. No tape el sol con un dedo.
 
Con el michi, nada. Con su forma de conducirse, mucho. Las cosas tienen una importancia real. El michi no compromete un voto en una ley. SERVIR es una de las reformas administrativas más importantes del Estado. Personalmente no me importa el fútbol pero igual, estando quebrado y con una salida única, el aplauso de la barra brava tiene su precio.

En cuanto a la cuestión de burlas, sólo es una raya más al tigre. Basta ver el nivel de aprobación al Congreso.
 
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