Luego de que volvimos de la fiesta llegue al departamento de Cofrade, era un cuarto pequeño pero poco me importo:
-este sera nuestro nuevo nido de amor mamasita; me dijo mientras amasaba mis nalgas bajo mi apretado vestido rojo.
Nos fundimos en un delicioso beso mientras nos desnudábamos, fui cargada en sus brazos a la ducha, me sentía una quinceañera,deseada, adorada, amada por mi amante juvenil, mi Cofrade se dedico a enjabonarme y deleitarse sobando mi cuerpo a su antojo mientras yo estaba recostada en la pared de la ducha dejando que el agua acariciara mi cuerpo mientras recibía la mejor atención de mi querido cofrade.
De pronto me giro y separando mis nalgas dio una exagerada atención a mi trasero, realmente adoraba mis gordas y duras nalgas las iba llenando de jabón, sobandolo, enjuagandolo y metiendo sus dedos en mi ano para dejármelo limpio cosa que acompañaba con un suave masaje a mi vagina. Cuando me dio tiempo y libertad fui directamente a arrodillarme ante su verga, de tamaño normal pero mas larga que la de mi marido, la enguyi desesperada, excitada y con hambre de verga: lamí,chupe, bese, me dolía mis senos por ponerlo entre ellos, que el agua cayera y pudiera hacerle una rusa como dios manda,como nunca se lo había hecho a ningún hombre.
-para mami vamos para la cama; dijo mientras cerraba el grifo de la ducha y nos secábamos dándonos pequeños besos.
La noche había sido larga sin embargo ningunotenia intención de que esto termine, me empujo en la cama haciendo me girar y con desesperación sexual ya sea de hambre o deseo me puso en 4, me daba vergüenza exponerme de esa manera ante es joven hombre y trate de moverme, pero mi Cofrade no quería, así que me sujeto con fuerza colocando el peso de sus manos en mi espalda y me puso en claro que yo le pertenecía.
Me abandone al placer y separe mis nalgas y me arquie ofreciéndome morbosamente al placer de su lengua entre mis nalgas,placer que recien habia descubierto.
-uhmmm si cofrade, lame mis nalgas…. Asiiii,que rico papito, uhmmm lamia de arriba abajo entre los cachetes de mis nalgas,ya no ofrecia resistencia, es mas mis manos ahora cojian y separaban mis nalgas facilitándole la labor, asi que rico sigue, hunde tu lengua aaaa me estas volviendo una adicta a esto, sigue no pares. Ahora sus dedos libres empezaron amasturbarme y jugar con mi clitoris frotándolo, acariciandolo en circulos.
- tus nalgas me vuelven loco Jaqui, quiero cacharte una y otra vez; se enderezo y mientras aun tenia mis nalgas separadas coloco la punta de su pene en mi recién estrenado oyito.
Entro sin mucha resistencia, ambos gemimos,sus embestidas fueron leves al inicio y poco a poco fueron subiendo de nivel,yo gemía y transpiraba mucho, estaba casi con los ojos en blanco y mis dedos fueron guiados por su mano para llevarlos a mi vagina y sin esperar una orden empece a masturbarme, nuestros gemidos eran fuertes, estaba claro que los vecinos debían oírnos, pero no nos importo.
-asi cachame asi, dame mas duro, aaaa me matas mi cielo,, dame mas fuerte necesito verga necesito tu verga aaaaa, uhmmmmm aaaaaa nalgeame si… dame mas quiero mas aaaaa hay cofrade tu verga esta tan dura, meparte mi amor, me partes en dos.
- asi Jaqui, ese culito tuyo tenia que ser mio, me estoy cachando a la culona de la oficina, tu marido nunca te va cachar como lo hago yo, siempre vas a estar dispuesta y abierta para mi, menea ese culito tuyo, así muevelo en círculos, aaaaaa como me ordeñas, dale mas duro mi putita, ssiiii de ahora en adelante seras mi putita, muévete putita.
- aaaa hay cofrade siiii seré quien tu quieras que sea pero no me dejes desatendida ahora solo quiero para mi tu verga es para mi tu semen, es para mi, mi culo te pertenece, dame mas ya casi me vengo…. Me vengo aaaaaaaaa uhmmmmm
Mi cuerpo se tenso y caí arquendome sudorosa en la cama mientras mi cofrade seguia con mas rapidez buscando su orgasmo para luego inundar mi ano de leche caliente.
Se puso a un lado de la cama, ambos sudorosos,tratabamos de recuperar el aliento nos besamos suavemente, ahora mi cofrade se veía diferente, no solo era el muchachito que me coqueteaba en la oficina ahora era otro ahora era mi macho, mi hombre era quien me llenaba mi cuerpo de semen y sin ofrecerle resistencia llevo mi cabeza a su verga para empezar a chupársela y limpiarsela dejándola reluciente.
Estaba encojiendose su verga; desde la fiesta hasta ahora habíamos tenido varios orgasmos, la verdad que es cierto eso de juventud divino tesoro.
Ahora era su putita y sinceramente la idea no me desagradaba para nada, todo lo contrario.
En el trabajo no ocultamos nuestro amor y cada vez que podíamos nos dábamos nuestras escapadas a diversos hostales hambrientos de una cosa:
El de mis nalgas y yo de su verga.