RICMEN
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No se ha salido del tema amigo @RICMEN creo que es más interesante que comentar sobre la apestosa de turno que quiere cobrar 100 lucas por 5 minutos parados y a oscuras.
Tal como precisas en esa época sí se encontraban masajistas de verdad combinadas con masajistas del cuento pero recontracaletas. En esos días, hablo de 2013 cuando empecé, nunc te encontrabas masajistas con las tetas afuera como en Chongo Park, más bien estaban todas con sus camisas de masajistas y sus licras o jeans, a mi me encantaban las que venían con licra. Justo en ese año en los foros había una flaca que la rompía de santurrona h despertaba el morbo de toda la cofradía, no recuerdo bien su nombre si era Genesis, Gimena o algo así, era una cholita poderosa de unos 19 o 20 años que llegaba a su stand con sus cuadernos y separatas, estudiaba para ser algo como obstetricia o enfermería, no recuerdo, pero estaba de "practicante" en esos cubiles. Era más o menos alta buenas pechugas, paraditas, un culito tipo perita brava y firme, no era muy bonita pero igual calificaba para enamorada.
Todos los comentarios de los foros eran que habían rebotado con la cholita y que incluso que los habían echado del cubil. Era la dificil. Yo en esa época me atendía con las caras de jugadoras que después de un poco de morbo me confirmaban que eran jugadoras. Un día decidí inmolarme e ir a atenderme con ella. En esa primera sesión no pasó nada pero me contó muchos datos que hasta el día de hoy tomo en cuenta y por eso que muchos cofrades no avanzan con las santurronas. Me dijo que le daba asco a veces hacer masajes porque se aparecía cada impresentable, me imagino tipo Guido Bellido, personas gordas, chabacanas, apestosas, con las medias rotas, el calzoncillo roto apestando a letrina, carachosos, y que eso le daba asco, encima le pedían otras cosas y le daba más asco todavía. Me decía que a veces terminaba el masaje con las manos tan sucias por culpa de esa gente tipo Guido Bellido, que tenía miedo de contraer alguna enfermedad cutanea. Por suerte ese no era mi caso, y ya estaba yendo al gimnasio así que me estaba poniendo en forma, y me echaba flores por mi ropa, mi perfume y mi forma de hablar, y sobre todo por ser tan "respetuoso". Aquí viniendo a la actualidad debe ser por eso que las kines sobre todo las venecas ni se bañan, igual tienen que atender a tanto Guido Bellido apestoso y chabacano que les da lo mismo la limpieza.
Bueno, pero en esa época la chibola estaba así con las piernas cerradas, y yo me atendía con ella sin pedirle nada, fácil habrán sido tres o cuatro atenciones sin ningún tipo de "hostilidades", hasta que un día llegué con mis boxers nuevos, que eran bien bacanes y que ni por aqui pensé que me iban a empezar a abrir las piernas de esa chibola. Me dice qué bonitos calzoncillos, y yo al toque con mi mente sabia y perversa le pido que me pase una toalla, me la pongo encima y me los quito, y le digo, ya ahora sí me puedes hacer los masajes sin que se ensucien. Se mató de la risa, y empezó por la espalda y me conversaba sus cosas, hasta que fue por las piernas, y se demoró un huevo por allí, hasta que me dijo volteate y mi fiel soldado estaba ya en posición de firmes listo para saludar a la bandera. Y ella me dice entre bromas, contrala tu cosa, y yo que es normal que estoy bien relajado, y ella jajaja. Me tocaba con el dedo la punta del caballero y me decía controlate. Así me tuvo por unas sesiones más hasta que en una sesión logré sacarme la toalla y le pedí que lo tocara con el dedo para que me "controle", y ella se reía, y lo hizo, en una de esas logre que me lo agarrara y me la jaló dos segundos diciendo, uno, dos, ya, controlate, y yo diciendole mejor cuenta hasta 200 para que me controle, se mató de la risa y desde allí empece a tener manuales con ella. Los primeros eran a pelo y luego me ponía jebe para no chisguetearle toda la camilla. En otra sesión logre acariciarla por encima, luego en otra logre desabotonarle el jean, y ella me decía sólo eso nomás para estar cómoda. En otra sesión le bajé el cierre y le vi el calzón. Y en otra logre bajarle el pantalón. Así hasta que en otra sesión logre bajarle el calzón y allí casi me fractura la mano porque a penas sintió que mi mano se acercaba a su papita peludita se arrimo con todo hacia la camilla aplastándome la mano. Me dijo no hasta ahí nomás. Y yo diciendole, mi mano, me la vas a romper, y de verdad me estaba doliendo, hasta que se dio cuenta y me pare para que me eche alcohol, qué no sé de que iba a servir. Yo parado con el compañero a fierro, ella con el pantalón abajo mostrandome la marucha, qué iba a hacer... pues un abrazo de agradecimiento por haberme curado la mano. Y la abracé con mi compañero bien metido entre sus piernas. No la penetré pero bien que sentía sus labios mojaditos y candentes sobre mi gapim, le agarré las nalgas y empujé más y más hasta venirme. Así estuvimos varias sesiones, yo llegaba y le decía primero masajes, después abracito, y se reía.
Un día que en pleno abracito la tenía al filo de la camilla le dije echate para sobarme, me pongo tus piernas en mis ombros, y ella me dijo ya pero no me lo metas. Y yo "por supuesto que no", por supuesto que no más bien estaba con unas ganas, se lo pansaba encima de la marucha que parecía una salchicha en medio del pan, subía y bajaba, y cuando estaba abajo ella temiendo el embiste me recordaba no me lo metas, y yo por supuesto my lady, subia y bajaba el compañero sobre su marucha hasta que en una de esas que estuve abajo se la meti un poquito, y ella que me dice uy, y yo que ya no me la aguante zas, pa dentro, y encima le dije todo conchudo, ay me resbalé. Cuando la tuvo dentro solto un aaaaah con los ojos cerrados y la boca bien abierta y empezó a mover esas caderas en forma de perita con una violencia que me hizo gozar como nunca, y siempre diciendo su aaah, aaah, aaah. Me arreché al mil porciento y me vine a cantaros, y ella seguía, y yo rogandole a mi soldado, no te mueras por favor que aquí le saco el segundo polvo, y así fue por suerte mi soldado se transformó en Rambo y la seguí, otra vaceada. La chibola estaba tan arrecha que hasta me había dejado empapado a mi también. Por un momento sospeche que el jebe me había pasado una mala pasada, pero falsa alarma, todo ok. Cuando se puso de pie me dijo que no le dijera nada a nadie sino me sacaba la m, esa fue la única vez que se le fue el jajaja del rostro.
A partir de ese día había servicio completo para su servidor, mientras que los foristas seguían lamentandose de la chibola. Yo por mi parte nunca conté esta experiencia hasta el día de hoy. Mi primera santurrona chifada.
MORALEJA: Si han leído hasta acá sólo les puedo decir gracias, las santuttonas no se conquistan así nomás, primero tienes que tener en cuenta lo siguiente: primero, ir con plata, porque hay que invertir, a la primera no la sueltan; segundo, paciencia, con calma se llega lejos; tercero; y no menos importante, la limpieza, cofrade apestoso, descartado del menú de las aanturronas, porque no somos nosotros los que elegimos, sino son ellas las que eligen a quienes les dan sus gracias; cuarto, habla bien, nada de "amia pa kachar pe", sé educado; y quinto, se discreto, si las amigas de la santurrona piden info de si va o no va, tú respondes, nunca le he pedido nada, no hace nada o no tiene tus costumbres, eso te abre las piernas de otras santurronas.
Yo ya estoy casi retirado de este mundo puteril, desde que tengo novia desde hace unos meses ya tiro con ella nomás y no me aburro, lo cual me hace pensar que ya es algo serio, ella también era media santurrona, pero se topo con el gran maestro del templo del zodiaco, así que la paso bien.
TREMENDOS RELATOS!!!!Tremendo relato cofrade. A mí me pasó con la recepcionista del stand de Boza del 2do piso, al final del pasillo. Se llamaba Liz y solo era recepcionista. Me atendía con Mary, con Valezca (que chibola), con Daylin (ufff) pero está chibola (porque recién están en los 18 cumplidos) no atendía. En una de esas que todas estaban ocupadas y luego de tanta labia de las veces que iba por las otras, me atraca pero igual sólo masajes...luego frotada al muchacho (me decía es que yo no hago eso...jajaja) hasta que llega mi cumple y después de la xx atención, y con mucho Roche (que no se vea, que se sube a la camilla, que solo abajo el pantalón) se lo hice y la verdad fue un polvo con un ajuste bárbaro...la flaca olía a rosas...y se excito sobremanera que tuvo que poner radio de su celular para que no escuchen sus gemidos...de allí ya era full atención y le entró a la vaina...se pasó a emancipación, al otro local en donde había más intimidad, hasta la saque por Telo pero en una de esas su celu nunca más funcionó. Un cofrade contó por aquí que la encontró andando con oficinistas saliendo a almorzar, al parecer cambio de rubro. Bien por ella.
Si bien es cierto que este no es el hilo para las remembranzas, la pelota me quedó picando para desarchivar un par de cosas que contaré tratando de ser breve:
La religiosa: Sana espiritual y físicamente, ya que era creyente y también asidua al gimnasio y comía sano, sin ser guapa tenia un rostro con gracia pero lo mejor de ella eran sus dos tremendos y tungentes melones que con mandil no se apreciaban en su verdadera dimensión pero que pude observar mejor un dia que la encontré en la calle con un top escotado... tetotas!!. Ella trabajaba en el 4to piso de Nazarenas y nos hicimos patas al toque porque pensó que yo era un muchacho sano y tranquilo que solo iba a relajarme con ella y porque teníamos en común que yo también era asiduo al gimnasio. Las conversaciones giraban en torno a temas espirituales, comida sana y rutinas de gimnasio pero poco a poco el tema se fue centrando en el físico y con la excusa de los ejercicios nos tocábamos para señalar los músculos. Ella misma me hacía a veces tocar sus muslos. Siempre se quejaba de los enfermos y que siempre los botaba y que tenía ojo para reconocerlos (jajajaja, menos a mi). Tenía su enamorado fisicoculturista con el que a veces peleaba y cuando eso sucedía yo hacía de paño de lágrimas. Siempre nos despedíamos con una abrazo que cada vez duraba más hasta que en uno de esos, en pleno abrazo bien pegados le susurré algo al oido pegando mis labios a su oreja... ahi se desarmó todita y ella misma me empezó a chapar como toda una loba con una arrechura increible me metió lengua a las orejas, me chupaba el cuello mientras yo hacía lo mismo pero también metiendo mano por todos lados. Mi objetivo era conocer esos melones y casi sin saber cómo, ya la tenía en brassiere. Ella por momentos frenaba tratando de contenerse pero después de unos segundos volvíamos a la carga hasta que gracias a mi destreza con los dedos, en pleno chape pude quitarle el sostén usando una sola mano y al ver esas dos gemelas firmes, enormes y perfectas procedí a sentarme en el banquito y la senté encima, frente a frente para tener sus tetas a mi disposicion, fue una locura, metí la cara en medio de ese par de globos para luego empezar a lactarle los pezones a mi gusto. La flaca estaba como loca y ella misma se paró y se quitó el jean. Yo dije aquí campeoné pero no me dejó quitarle el calzón y solo hubo full sobada por encima, casi le hago hueco. Tanto nos demoramos que la dueña, que le tenía una confianza única, le dijo desde afuera "..... ya me voy, cierras bien la puerta al irte". Pensé que era mi oportunidad para el cache pero no sucedió. Las dos siguientes veces fue casi igual, solo que ya no hubo nada de masajes, de frente al calateo pero ella siempre con calzón. Abruptamente para mi sorpresa un día me dice "ya no podemos seguir, me siento mal con mi enamorado". Ya no quería ni que vaya a atenderme pero quedamos como patas y nos seguíamos mensajeando. Pasaron algo de tres años!!... y quedamos en ir al cine. Ella me dijo que en un cine para que yo no pudiera aprovecharme de ella jajaja. En mi cabeza elaboré mil planes para sacarle el máximo provecho a ese encuentro pero me daba miedo espantarla. Llegó el día, nos encontramos en en cine. No se si fue por tanto tiempo sin verla pero la vi mas rica que antes. Compré la canchita, gaseosa y nos pusimos a ver la película. Para no seguir haciéndola larga les diré que a los 15 minutos empezaron los piquitos, a la media hora los chapes, luego mi mano sobando su papaya por encima, ella sobaba mi pierna. No vimos ni de película. Le pedí irnos y atracó. La llevé a un telo cerca a la Plaza San Martín y apenas cerramos la puerta empezó la comilona señores. Ahi estaban ese par de tetotas a mi disposición y esas patazas producto del gym sobre mis hombros, ella por un momento chupándose la rodilla con los ojos cerrados. Una de las flacas más gritonas con las que he estado. Luego de ese tremendo polvazo estuvimos echados calatos y yo por momentos le chupaba las tetas mientras me contaba sus cosas hasta que empezamos con la segunda metida pero suena su celular: videollamada de "osito"... Ella se paró como un resorte y me dijo "me tengo que ir, por favor, ayúdame con mi ropa". Se metió al baño a lavarse, el teléfono no paraba de sonar, "Osito" insistía. Salió como una bala y yo ya le había juntado toda su ropa, se vistió en dos patadas mientras del otro lado "Osito" seguramente pensaba que a ella le pudo pasar algo, que la secuestraron jajaja. Ella que era tostadita, estaba blanca como papel. Le dije para bajar juntos pero no quiso, le quise dar un beso pero zafó nomás. Le puse en su mano 20 lucas para el taxi. Esa fue la última vez en la vida que nos vimos. Nunca más me contestó nada, aunque tampoco me bloqueó. Hace poco vi que se casó con un pata que... parecía un osito.
Al principio dije que iba a contar un par de cosas pero ya esto se me fue de las manos.
Cualquier cosa, continuamos en el thread de "Masajistas perdidas"
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