grindo doido
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Hace unos 5 años atrás, había llegado al barrio una pareja ( ella mucho mas joven y el un maduro sesentón), la joven señora tendría unos 30 añitos, educada y simpática. Las pocas veces que la presentaba en sociedad ( cuando iban a la iglesia o grupos religiosos-eran muy practicantes) el veterano ilustre, ella estaba muy tapada, apenas le veíamos el rostro, ojos algo achinados, piel canela y aunque esos vestidos super holgados no traslucían nada, dejaba a la imaginación que buen material se despachaba el cristiano.
Yo apenas me topaba con ellos cuando paseaba a mi perro ( no le preguntaba pero como se vestía con esas ropas largas de pies a cabeza, intuyo que iban a rezar), ella siempre me saludó, solo eso, me miraba y nada mas, él, viejo pelado y de barba, amargo, energúmeno y muy prepotente nunca nos dirigimos la palabra.
Las pocas veces que me reunía con los amigos o chismosos me decían que a veces escuchaban gritos, peleas, sobre todo porque el vejete no dejaba que ella saliera, ella le decía que quería estudiar, trabajar y él, que ganaba lo suficiente para mantenerlo. No se supo si la golpeaba pero una vez al parecer hizo tanto escándalo el señor, que las vecinas cucufatas que viven a su lado, llamaron a la policía y se los llevaron a la comisaría.
Poco a poco eran mal vistos, sobre todo el marido. La señora al pasar el tiempo y estar casi recluida, fue haciéndose amiga de la señora de la tienda que fiaban. Cuando me entere de eso le pregunté si tenían problemas económicos, me contesto que no. Ahora la veía sola, me contó que su marido trabajaba en provincias y solo llegaba cada fin de semana una vez al mes.
Cuando supe de eso, lo primero fue preguntar con los que tienen tiempo de sobra y con la señora de la tienda a ver si algo nuevo sabía. Solo me respondió que estaba aburrida, estresada y que deseaba hacer amistades, que no tiene a nadie en la capital y su familia la extraña en una provincia lejana.
Como mas veces la veía sola, sacaba a pasear a un perro algo gruñón, igualito al carácter del esposo. Una tarde la vi en la tienda, deje a mi perro y para mi suerte seguía alli, me puse a hacerles la collera, les invite una gaseosa y me acerque un poquito a su vida. La alentamos a que estudie, persiga sus sueños y que piense que lo que tiene con su pareja no es amor. Ella dudaba pero quería separarse.
Al parecer el marido ya no venía mensualmente, ella aprovecho en estudiar pero virtualmente, hizo algunas amigas e incluso me preguntaba por temas, materias y tareas. Una vez la visite para ayudarla pero solo dejó que lo haga afuera de su casa, la puerta estaba entre abierta y cuando ella se voltea, se agacha para recoger su material de estudios, pude ver que el una telita salía de su ropa, a pesar que era grande, me dejó con ganas, me fui emocionando y no dudé en inquietarla.
Un día me contó que se estaba separando de su marido, pensaba mudarse y que si no aceptaba la separación el marido autoritario, lo denunciaría y se iría lejos donde nadie la encuentre. Le dije, no hagas eso, yo te puedo ayudar, es decir, todos en el barrio, mientras que estudies, pronto podrás trabajas, date una vida aquí pero lejos de él. No me respondió, se fue a su casa.
Luego de unas semanas la vi en un parque sentada conversando con la doña de la bodega, la verdad ellas eran buenas amigas, y al verla de cerca, ya no tenía esos vestidos anticuados, estaba con un jean celeste que le quedaba de maravillas, que curvas, que trasero, que buenos pechos, mi madre la señora estaba riquichichima, como no enseño antes el material. Me uní a ellas pero todo tranquilo, hasta que se fue, y me quedé con la veterana, algo federal pero amable y me sorprende al decirme que esta buscando nuevo marido que la mantenga. Así, le dije y sabe si puedo ser yo, me mira y se ríe, te estoy bromeando, pero quien sabe, ya casi esta separada. Me entraron muchas ideas y era hora de poner en pie el mejor plan.............
Yo apenas me topaba con ellos cuando paseaba a mi perro ( no le preguntaba pero como se vestía con esas ropas largas de pies a cabeza, intuyo que iban a rezar), ella siempre me saludó, solo eso, me miraba y nada mas, él, viejo pelado y de barba, amargo, energúmeno y muy prepotente nunca nos dirigimos la palabra.
Las pocas veces que me reunía con los amigos o chismosos me decían que a veces escuchaban gritos, peleas, sobre todo porque el vejete no dejaba que ella saliera, ella le decía que quería estudiar, trabajar y él, que ganaba lo suficiente para mantenerlo. No se supo si la golpeaba pero una vez al parecer hizo tanto escándalo el señor, que las vecinas cucufatas que viven a su lado, llamaron a la policía y se los llevaron a la comisaría.
Poco a poco eran mal vistos, sobre todo el marido. La señora al pasar el tiempo y estar casi recluida, fue haciéndose amiga de la señora de la tienda que fiaban. Cuando me entere de eso le pregunté si tenían problemas económicos, me contesto que no. Ahora la veía sola, me contó que su marido trabajaba en provincias y solo llegaba cada fin de semana una vez al mes.
Cuando supe de eso, lo primero fue preguntar con los que tienen tiempo de sobra y con la señora de la tienda a ver si algo nuevo sabía. Solo me respondió que estaba aburrida, estresada y que deseaba hacer amistades, que no tiene a nadie en la capital y su familia la extraña en una provincia lejana.
Como mas veces la veía sola, sacaba a pasear a un perro algo gruñón, igualito al carácter del esposo. Una tarde la vi en la tienda, deje a mi perro y para mi suerte seguía alli, me puse a hacerles la collera, les invite una gaseosa y me acerque un poquito a su vida. La alentamos a que estudie, persiga sus sueños y que piense que lo que tiene con su pareja no es amor. Ella dudaba pero quería separarse.
Al parecer el marido ya no venía mensualmente, ella aprovecho en estudiar pero virtualmente, hizo algunas amigas e incluso me preguntaba por temas, materias y tareas. Una vez la visite para ayudarla pero solo dejó que lo haga afuera de su casa, la puerta estaba entre abierta y cuando ella se voltea, se agacha para recoger su material de estudios, pude ver que el una telita salía de su ropa, a pesar que era grande, me dejó con ganas, me fui emocionando y no dudé en inquietarla.
Un día me contó que se estaba separando de su marido, pensaba mudarse y que si no aceptaba la separación el marido autoritario, lo denunciaría y se iría lejos donde nadie la encuentre. Le dije, no hagas eso, yo te puedo ayudar, es decir, todos en el barrio, mientras que estudies, pronto podrás trabajas, date una vida aquí pero lejos de él. No me respondió, se fue a su casa.
Luego de unas semanas la vi en un parque sentada conversando con la doña de la bodega, la verdad ellas eran buenas amigas, y al verla de cerca, ya no tenía esos vestidos anticuados, estaba con un jean celeste que le quedaba de maravillas, que curvas, que trasero, que buenos pechos, mi madre la señora estaba riquichichima, como no enseño antes el material. Me uní a ellas pero todo tranquilo, hasta que se fue, y me quedé con la veterana, algo federal pero amable y me sorprende al decirme que esta buscando nuevo marido que la mantenga. Así, le dije y sabe si puedo ser yo, me mira y se ríe, te estoy bromeando, pero quien sabe, ya casi esta separada. Me entraron muchas ideas y era hora de poner en pie el mejor plan.............