Estimados cofrades esta es la tercera parte de mi historia con la cajera a pedido de la cofradía y especial a Golosísima y los cofrades que me leen, gracias por hacerlo. Quiero recalcar que esta historia es real, así que ahí les va:
Al día siguiente fui a trabajar… la verdad un poco avergonzado por todo lo que había pasado la noche anterior, yo trabajaba en la tarde así que tuve tiempo para dormir un poco y procesar lo que había sucedido, la cajera todavía entraba más tarde así que empezó mi trabajo con total normalidad, cuando encontré a mi jefe quien también era mi amigo asustado me pregunta si mi hermano iba a hacer algo (es que mi hermano lo amenazo con el gerente del restaurant para que lo boten, por eso se largo rápidamente de mi casa el otro día).
Al cabo de unas horas la veo llegar e instalarse en su caja, la verdad la veía tan riquísima como siempre, su piel blanca, sus senos perfectos (no muy grandes, pequeños diría yo... pero perfectos) y sobretodo aquella parte de su anatomía que me tenia enfermo y aunque no quería reconocerlo, suspirando por ella. Me acerque a la caja cuando me di cuenta de que estaba lista y la saludo “hola muñeca” (como siempre le decía, pero tratando de que no se dé cuenta de lo nervioso y avergonzado que estaba) me miro a los ojos y me dijo “hola” con una naturalidad digna de la mejor actriz de Hollywood, bien dice la abuelita “el corazón de una mujer es un baúl de secretos” (si me preguntan que abuela…. La viejita de titanic! Jaja)
Durante toda la noche la cosa transcurrió como cualquier otro día, me acercaba a su caja a cobrar las mesas que atendía y ella estaba ahí, sin ningún tipo de expresión… en realidad, como siempre, la misma cajera espesa con todo el mundo, aunque conmigo tenía un secreto y la verdad? Ese secreto iba a morir conmigo. La verdad poco me importaba si se comió a mi jefe y a mi hermano antes que yo y tampoco me importaba cuantos penes hubiesen pasado por ahí, al fin y al cabo, cuando nos enamoramos de una mujer le preguntamos todo su antecedente sexual?? O ellas lo hacen con nosotros?, la única diferencia era que yo lo había vivido en carne propia, pero son cosas que pasas, nada más que eso.
Acabando la jornada de trabajo no sabía cómo acercarme a la cajera e invitarla a mi casa, así que empiezo a empilar a la gente para tomar algo en mi casa, le aviso a mi jefe (aunque a regañadientes, puesto a que no quería que me serruche la velada jajaja) pero me dijo (felizmente) que no quería ir a mi casa por si se aparecía mi hermano (para algo sirvió mi hermano).
Al final éramos una como 6 empilados que nos fuimos a mi casa, en esas épocas el trago de moda era el famoso punto G, cómplice de tantas aventuras, así que empezamos a tomar todos y cuando al final quedamos la cajera y yo, la fiesta empezó de verdad. Se acerco a mí y me planto un beso que parecía que llevaba miel, tan tierno y dulce como si fuera su primer amor. Volviéndose luego el beso mas morboso que me habían dado hasta ese momento metiendo su lengua en mi boca y lamiendo mis labios como si quisiera devorarlos, mis manos jugaban con su cintura y espalda, donde poco a poco se perdían al llegar al termino de la misma y se adentraban en ese canal tan delicioso que se creaba a partir de ese trasero que me tenia más que excitado, era otra sensación, más que arrechura, más que excitación, era un sentimiento que me tenia al borde.
Gire su cuerpo y bese su cuello, su nuca y lamí sus orejas y tenía ante el fruto de mi delirio: duro, imponente y obviamente salvaje. Le baje el pantalón alicrado negro que usaba para trabajar, en un dos por tres estaba en sus tobillos alzo la pierna y se le saque por completo y ella se coloco en mi sillón en cuatro donde exageradamente ese monumento aumentaba su tamaño, no lo dude dos veces y me fui encima, besando, lamiendo y mordisqueando, aquello que era mío. Aunque solo fuera en ese instante, no me interesaba solo quería disfrutar y que ella disfrute de mis caricias, seguí besando su trasero mientras mis manos buscaban con mucho éxito bajar muy lentamente su trusa negra que resaltaba su pálida y excitante piel.
Cuando aquella pared de tela dejo su intimidad a mi merced acercando mi boca y fundiéndose en sus entrañas mis manos seguían amasando su derrier, mi pene se encontraba listo para convertir nuestros 2 cuerpos en uno solo….. Mi lengua seguía explorando cada centímetro de su hermosa cavidad, lamiendo y succionando cuando la cosa paso a otro plano que no esperaba. Alzando su voz me grito: “metelaaaaa yaaaaaa” como si de un botón se tratara algo pasó que hizo que cambiara a modo hardcore.
Me levante dando besitos a su trasero y preparado para hacerle el amor me acerque y procedí a penetrarla ya no con amor, si no con lujuria con fuerza, con desesperación. Mi cajera solo decía: “Sí si así…. Mas fueeeertee ….Sí!!” Y así lo hacía yo más y más fuerte….. “mas, mas, mas” la cogía de las caderas, de su cintura …. La cogí del cabello y se lo tiraba desde atrás como domando a mi yegua salvaje ella solo gemía “ahhh ahhh ahhh siiii mmmmm”.
“mételo por atrás!” ahhh le dije yo, pensaba a ver escuchado mal por tal excitación y ella: “por atraaaasssss!!!!” deje de bombearla y se lo metí por atrás, a comparación de su vagina (que me encantaba) su ano ajustaba demasiado y ella ya se movía sola de adelante para atrás ….y yo solo tenía que agárrame bien de sus caderas para no caer por la fuerza con la que cada penetración se hacía más profunda…..
Estuvimos así no se cuanto tiempo, era la segunda vez que perdía la noción del tiempo haciendo el amor, y era la segunda vez con ella, solo ella lo estaba logrando….. De pronto acerco su trasero hacia mi teniendo todo mi miembro en su ser…. Y sin aguantar más la abrazo desde atrás y eyaculo dentro de ella quien tomaba mis brazos como para evitar que me saliera de ella gimiendo y sincronizando nuestros orgasmos caí rendido con ella al costado y nos quedamos dormidos…..