Chalaco82
General
Esto me paso anoche, y no quise dejar pasar los días para contarlo:
Salia de mi trabajo a eso de las 7:15 pm. Caminaba con dirección a la Vía expresa a tomar el Metropolitano, hora punta. Llegue a la estación de Aramburu, esperaba el Expreso 3, que llegan constantemente pero debido a la hora todos llegan llenos, deje que pasaran 2 y al tercero a pesar que había gente en la puerta me anime a subir. Me hice espacio y a empujones me acomode. Como había entrado por la ultima puerta intente avanzar un poco pero era imposible, sin percatarme de las personas que estaban a mi alrededor, sentí un olor diferente, un olor a hembra a mujer, de esos que son extraños encontrar en esas circunstancias, busque, y vi que ese olor venia de una mujer que de espaldas, estaba con una saco y falda azul, tacos no muy altos negros, veía sus piernas duras, y creo que por instinto de macho, de animal cuando huele a su presa me acerque.
Me coloque detrás de ella, intentando de no apegarme demasiado, y ese aroma a hembra en celo me arrechaba cada vez mas, ahí detrás de ella pude apreciar la mitad de su rostro, tez clara, nariz respingada, labios sensuales, cabello semiondeado, no pasaron ni 2 minutos y tuve una erección. Al llegar a la estación central, no se de donde pero entraron unas cuantas personas mas, lo cual hizo que rozara mi pene con su trasero de ella, sentí su culo aunque por unos segundos y cerré los ojos, pensando en que voltearía. Debió sentir cuando la roce, porque ella era ahora quien se acercaba con sus nalgas a mi pene que estaba cada vez mas duro, yo me quede parado, sin moverme, y sentía o creía sentir como ella se movía, no se si por el movimiento del bus, o en verdad era que quería esas nalgas rozar un pinga dura. Así estuvimos unos cinco minutos, entre roce y roce, cuando veía que ya estábamos por la UNI y el carro seguía repleto. No tenia nada que perder así que decidí ir un poco mas, esta vez fui yo quien empezó a moverse, sentí como ella se quebró, quebró su cintura y comenzamos a movernos al compás del bus. Ya era evidente que sentía mi pene, pensé rápido, si no se había quejado y es mas se mostraba complaciente con que la roce, me dije porque no un poco mas. Ella con una mano se agarraba del asiento y con la otra del sujetamanos del techo, yo tome mi mano derecha y la puse al lado de su mano que sostenía el asiento, como si estuviéramos en una silla y vengo por atrás y la abrazo. Ella volteo y pude ver sus ojos que me miraron, era una mirada picara, sonrió y no desentone. Con la otra mano la tome por la cintura y le dije al oído cuidado. Ella miro al frente y sin decir palabra comenzó a mover esas nalgas que apretaban mi pene, esas nalgas que estaban debajo de esa falda y pantys que después descubriría serian unas amantes perfectas.
Ya estábamos por llegar a Izaguirre, lugar donde tenia que bajar, pero tampoco quería desprenderme de ese culito, el bus raro, quizá por ser Lunes seguía lleno, deje pasar Izaguirre y al llegar a la estación naranjal, ultimo paradero, bajamos, yo espere que ella saliera primero y la seguía muy de cerca, al llegar a la puerta de salida me atreví a hablarle, hola le dije, me miro, (tenia que ser rápido) venimos juntos en el bus, agregue, vamos por ahí, te invito una gaseosa, yo voy por alisos respondió, voy caminando, vamos le dije, al caminar por alisos vi varios hostales, tenia que decir algo directo le dije ven vamos a tomar algo, la lleve a una tienda donde al lado hay una puerta a un 2do piso a un hostal, ella no me dijo nada en el bus así que entendía que estaba excitada y no debía dejar pasar mas tiempo. Compre una gaseosa de 1 litro, le pedí 2 vasos al señor le di 10 soles y le dije te dejo por el envase, se puede ir arriba no? me miro se sonrió el tío de la tienda y me dijo ya. La chica que hasta ahora no se su nombre le dije ven vamos arriba, aquí hay muchos sapos que te están mirando, habían mecánicos de la zona tomando unas cervezas, ella subió, y dentro de mi pensaba, esto no puede estar pasando tan fácil. Pague una habitación 30 soles, entramos, y ella hablo, porque me has traído acá, a lo que sin que reaccionara, la tome de las manos y la voltee contra la pared, y al oído le dije porque quería sentir esas nalgas que me hiciste sentir en el bus, y la empece a rozar contra la pared, ella se retorció y se quebró otra vez como si esas nalgas solo esperaran pinga para comer, con mi mano derecha sobaba su trasero aun encima de su falda, metí mi mano dentro de ella, y sentí su calzoncito mojado, al tocar esas nalgas suaves y duritas, me baje el cierre del pantalón, saque mi pene, alce su falda y se lo rozaba, mi pene caliente, duro. Quieres pinga putita, ella no decía nada, por un momento se me cruzo que estaba con una "coca cola" pero la arrechura pudo mas, como desesperado le baje la falda traía unas pantys negras excitantes, no se las saque, le baje el calzón, y parada la empece a "sopear" introducía mi lengua lo mas que podía dentro de su vagina, estimulando su clítoris, ella empezó a gemir, eso me excito mas, se saco el saco y su blusa blanca, me puse de pie quite rápidamente su brasier, y lamí esos senos, redondos, medios caídos, pezones negros, olía un poco a sudor, pero no me importo, al contrario me arrecho mas, ella se agacho y comenzó a chuparmelo sin piedad, como si la vida se le fuera a acabar, me lamia los huevos, la tome de los brazos y la puse en la cama, boca abajo, la penetre, sin rozarla, de frente fuerte y duro, ella grito, yo me movía rápido, ver esas pantys negras me arrechaban.
La voltee y piernas al hombro, sentía su vagina caliente, la besaba mientras seguía penetrandola, ella me abrazo y nos venimos juntos, fue rápido e intenso.
Nos quedamos mirando, me eche a su costado, viéndonos lo que había pasado, le pregunte su nombre, y me dijo para que te voy a decir si para llegar aquí ni me lo preguntaste. Comenzó a hablar, todo lo que no había hablado desde que la vi, me dijo ahora quiero que se pare, quiero que me penetres, no habían pasado ni 2 minutos que había eyaculado, lo tomo y empezó a chuparlo, me concentre, hicimos un 69, y se me paro al toque. Ella se puso de pie a la cabecera de la cama y me dijo dame paradito, penetrame, penetrame suplicaba, la tome de la cintura y la penetre, ella tomo mi mano, e hizo que la palmeara en sus nalgas, entendí el mensaje, con la otra mano le tome los cabellos, y la jalaba primero suavemente luego mas duro, gemía cada vez que le jalaba los cabellos, mientras con la otra mano seguía dándole palmadas y mi pene seguía perforándola. Era una sensación muy rica, con alguien que ni conocía.
Se volteo me tiro sobre la cama y se subió encima, comenzó a cabalgar, parecía que se encontraba sola y solo quería disfrutar ella, movía sus caderas y su cuerpo, sobre mi pene, con sus manos agarraba y pellizcaba sus pezones.... Y sentí como me mojo, fue tan rico....
Yo me quede echado, cansado. Vi como ella se paro, y comenzó a cambiarse. Le dije me puedes dar tu numero y nos encontramos mañana o pasado, a lo que ella respondió, no es necesario, si nos vemos por donde nos conocimos salimos sino, ese sera nuestro destino. Tomo su cartera y se fue.
Nunca me había pasado algo tan rápido e intenso, y menos que me dejen así, ahora fui yo el que se sintió usado, pero me gusto. Solo espero volverla a ver, esta noche como todas las noches la buscare en el Metropolitano.
Salia de mi trabajo a eso de las 7:15 pm. Caminaba con dirección a la Vía expresa a tomar el Metropolitano, hora punta. Llegue a la estación de Aramburu, esperaba el Expreso 3, que llegan constantemente pero debido a la hora todos llegan llenos, deje que pasaran 2 y al tercero a pesar que había gente en la puerta me anime a subir. Me hice espacio y a empujones me acomode. Como había entrado por la ultima puerta intente avanzar un poco pero era imposible, sin percatarme de las personas que estaban a mi alrededor, sentí un olor diferente, un olor a hembra a mujer, de esos que son extraños encontrar en esas circunstancias, busque, y vi que ese olor venia de una mujer que de espaldas, estaba con una saco y falda azul, tacos no muy altos negros, veía sus piernas duras, y creo que por instinto de macho, de animal cuando huele a su presa me acerque.
Me coloque detrás de ella, intentando de no apegarme demasiado, y ese aroma a hembra en celo me arrechaba cada vez mas, ahí detrás de ella pude apreciar la mitad de su rostro, tez clara, nariz respingada, labios sensuales, cabello semiondeado, no pasaron ni 2 minutos y tuve una erección. Al llegar a la estación central, no se de donde pero entraron unas cuantas personas mas, lo cual hizo que rozara mi pene con su trasero de ella, sentí su culo aunque por unos segundos y cerré los ojos, pensando en que voltearía. Debió sentir cuando la roce, porque ella era ahora quien se acercaba con sus nalgas a mi pene que estaba cada vez mas duro, yo me quede parado, sin moverme, y sentía o creía sentir como ella se movía, no se si por el movimiento del bus, o en verdad era que quería esas nalgas rozar un pinga dura. Así estuvimos unos cinco minutos, entre roce y roce, cuando veía que ya estábamos por la UNI y el carro seguía repleto. No tenia nada que perder así que decidí ir un poco mas, esta vez fui yo quien empezó a moverse, sentí como ella se quebró, quebró su cintura y comenzamos a movernos al compás del bus. Ya era evidente que sentía mi pene, pensé rápido, si no se había quejado y es mas se mostraba complaciente con que la roce, me dije porque no un poco mas. Ella con una mano se agarraba del asiento y con la otra del sujetamanos del techo, yo tome mi mano derecha y la puse al lado de su mano que sostenía el asiento, como si estuviéramos en una silla y vengo por atrás y la abrazo. Ella volteo y pude ver sus ojos que me miraron, era una mirada picara, sonrió y no desentone. Con la otra mano la tome por la cintura y le dije al oído cuidado. Ella miro al frente y sin decir palabra comenzó a mover esas nalgas que apretaban mi pene, esas nalgas que estaban debajo de esa falda y pantys que después descubriría serian unas amantes perfectas.
Ya estábamos por llegar a Izaguirre, lugar donde tenia que bajar, pero tampoco quería desprenderme de ese culito, el bus raro, quizá por ser Lunes seguía lleno, deje pasar Izaguirre y al llegar a la estación naranjal, ultimo paradero, bajamos, yo espere que ella saliera primero y la seguía muy de cerca, al llegar a la puerta de salida me atreví a hablarle, hola le dije, me miro, (tenia que ser rápido) venimos juntos en el bus, agregue, vamos por ahí, te invito una gaseosa, yo voy por alisos respondió, voy caminando, vamos le dije, al caminar por alisos vi varios hostales, tenia que decir algo directo le dije ven vamos a tomar algo, la lleve a una tienda donde al lado hay una puerta a un 2do piso a un hostal, ella no me dijo nada en el bus así que entendía que estaba excitada y no debía dejar pasar mas tiempo. Compre una gaseosa de 1 litro, le pedí 2 vasos al señor le di 10 soles y le dije te dejo por el envase, se puede ir arriba no? me miro se sonrió el tío de la tienda y me dijo ya. La chica que hasta ahora no se su nombre le dije ven vamos arriba, aquí hay muchos sapos que te están mirando, habían mecánicos de la zona tomando unas cervezas, ella subió, y dentro de mi pensaba, esto no puede estar pasando tan fácil. Pague una habitación 30 soles, entramos, y ella hablo, porque me has traído acá, a lo que sin que reaccionara, la tome de las manos y la voltee contra la pared, y al oído le dije porque quería sentir esas nalgas que me hiciste sentir en el bus, y la empece a rozar contra la pared, ella se retorció y se quebró otra vez como si esas nalgas solo esperaran pinga para comer, con mi mano derecha sobaba su trasero aun encima de su falda, metí mi mano dentro de ella, y sentí su calzoncito mojado, al tocar esas nalgas suaves y duritas, me baje el cierre del pantalón, saque mi pene, alce su falda y se lo rozaba, mi pene caliente, duro. Quieres pinga putita, ella no decía nada, por un momento se me cruzo que estaba con una "coca cola" pero la arrechura pudo mas, como desesperado le baje la falda traía unas pantys negras excitantes, no se las saque, le baje el calzón, y parada la empece a "sopear" introducía mi lengua lo mas que podía dentro de su vagina, estimulando su clítoris, ella empezó a gemir, eso me excito mas, se saco el saco y su blusa blanca, me puse de pie quite rápidamente su brasier, y lamí esos senos, redondos, medios caídos, pezones negros, olía un poco a sudor, pero no me importo, al contrario me arrecho mas, ella se agacho y comenzó a chuparmelo sin piedad, como si la vida se le fuera a acabar, me lamia los huevos, la tome de los brazos y la puse en la cama, boca abajo, la penetre, sin rozarla, de frente fuerte y duro, ella grito, yo me movía rápido, ver esas pantys negras me arrechaban.
La voltee y piernas al hombro, sentía su vagina caliente, la besaba mientras seguía penetrandola, ella me abrazo y nos venimos juntos, fue rápido e intenso.
Nos quedamos mirando, me eche a su costado, viéndonos lo que había pasado, le pregunte su nombre, y me dijo para que te voy a decir si para llegar aquí ni me lo preguntaste. Comenzó a hablar, todo lo que no había hablado desde que la vi, me dijo ahora quiero que se pare, quiero que me penetres, no habían pasado ni 2 minutos que había eyaculado, lo tomo y empezó a chuparlo, me concentre, hicimos un 69, y se me paro al toque. Ella se puso de pie a la cabecera de la cama y me dijo dame paradito, penetrame, penetrame suplicaba, la tome de la cintura y la penetre, ella tomo mi mano, e hizo que la palmeara en sus nalgas, entendí el mensaje, con la otra mano le tome los cabellos, y la jalaba primero suavemente luego mas duro, gemía cada vez que le jalaba los cabellos, mientras con la otra mano seguía dándole palmadas y mi pene seguía perforándola. Era una sensación muy rica, con alguien que ni conocía.
Se volteo me tiro sobre la cama y se subió encima, comenzó a cabalgar, parecía que se encontraba sola y solo quería disfrutar ella, movía sus caderas y su cuerpo, sobre mi pene, con sus manos agarraba y pellizcaba sus pezones.... Y sentí como me mojo, fue tan rico....
Yo me quede echado, cansado. Vi como ella se paro, y comenzó a cambiarse. Le dije me puedes dar tu numero y nos encontramos mañana o pasado, a lo que ella respondió, no es necesario, si nos vemos por donde nos conocimos salimos sino, ese sera nuestro destino. Tomo su cartera y se fue.
Nunca me había pasado algo tan rápido e intenso, y menos que me dejen así, ahora fui yo el que se sintió usado, pero me gusto. Solo espero volverla a ver, esta noche como todas las noches la buscare en el Metropolitano.