Amudiel
Platinium Member
Como sabemos estamos rodeados de ciudadanos venezolanos es imposible no interactuar con ellos. Conocí a una Venezolana en un local que frecuentaba, luego de trotar por las mañanas pasaba por la panadería a comprar el pan, ella siempre me recibía con una sonrisa muy atenta, sabia lo que iba a llevar, mientras realizaba el pago ella tenia listo lo que llevaría, me gustaba físicamente ella blanca, ojos claros y expresivos, de contextura delgada, desde que la conocí en el local nunca me sobrepase, eso le gusto por que muchos la invitaban a salir, entablamos una amistad que luego se convirtió en una relación de amigos con derechos, ella tenía pareja así que desde el inicio aclaramos que disfrutaríamos el momento sin mezclar sentimientos ni responsabilidades, no lleve la cuenta de las veces que hicimos el amor, fueron buenos desde el inicio, nos compenetrábamos en la intimidad, los encuentros fueron mejorando a medida que ambos conocíamos nuestros cuerpos, sabíamos como hacernos llegar, todo iba bien hasta que comenzó a pedirme dinero, disque andaba necesitada de dinero para enviar a su familia sin embargo, los fines de semana salía a divertirse y comer a lugares caros, cada que se comunicaba la evadía deja de verla por 3 meses aproximadamente.
Ella sabia todas mis actividades, poco antes de mi salida del trabajo me escribe contándome que había tenido un sueño conmigo que deseaba verme para hacer el amor, tenía planeado ir al GYM a la salida del trabajo así que le dije que estaba corto de dinero que no tenia para el hospedaje, pensé así librarme, su respuesta me sorprendió, me dijo tranquilo yo pago el hotel solo quiero me hagas el amor y me hagas venir, no lo pensé, nos encontramos, no la veía en tres meses, se veía preciosa había sacado un derrier de locura había venido con unos pantalones y blusa pegados, la salude con abrazo y beso en los labios, al oído le dije, eres una inconsciente por salir así con ese derrier, ella rio, fuimos camino al hotel ella me tomo de la mano y se pegaba a mí, me ponía al día de su vida y que me echaba de menos, al ingresar al hotel ella se acercó a recepción a pedir la habitación yo observaba si era cierto que estaba dispuesta a pagar la habitación porque lo que deseaba era vernos, saco unos billetes para pagar la habitación, me acerque y le dije al encargado que me encargaría de pagar, ya en la habitación nos besamos intensamente nos acariciamos y desvestimos, de pronto fue en busca de su cartea, saco chocolate y crema chantilly pregunte para que era eso, dijo que había venido por solo quería que le haga el oral, se hecho en la cama se unto el chocolate y crema en la vagina, me jalo hacia ella dirigió mi cabeza a su vagina, le lamí los alrededores limpiando el chocolate y crema de su vagina, ella lo disfrutaba, me concentre en su clítoris lo estimule con mi lengua ella se ponía tensa, gemía decía que no pare, se vino, continúe haciéndole el oral, no paraba de gemir, retorcerse, luego de ponerse tensa se relajaba, no lleve la cuenta de las veces que se vino, ya no podía aguantar más y la penetre con fuerza, ella me besaba y mordía el cuello, a esa altura no me importaba si me dejaba alguna marca, me miembro entro con facilidad, rápidamente sus fluidos me mojaron no quería cambiar de pose solo quería entrar en ella intensamente, el calor era sofocante, sentía el sudor en la frente mis rodillas me ardían, cuando sentía que terminaría no era así, era como si mi cuerpo había bloqueado esa parte, luego de un largo momento me vine dentro de ella, nos quedamos abrazados recuperándonos.
Seguimos viéndonos no tan seguido, nos disfrutamos mutuamente, siempre teniendo en claro que no quería involucrarme en su relación, ella sabia porque me buscaba respetaba sus razones.
Ella sabia todas mis actividades, poco antes de mi salida del trabajo me escribe contándome que había tenido un sueño conmigo que deseaba verme para hacer el amor, tenía planeado ir al GYM a la salida del trabajo así que le dije que estaba corto de dinero que no tenia para el hospedaje, pensé así librarme, su respuesta me sorprendió, me dijo tranquilo yo pago el hotel solo quiero me hagas el amor y me hagas venir, no lo pensé, nos encontramos, no la veía en tres meses, se veía preciosa había sacado un derrier de locura había venido con unos pantalones y blusa pegados, la salude con abrazo y beso en los labios, al oído le dije, eres una inconsciente por salir así con ese derrier, ella rio, fuimos camino al hotel ella me tomo de la mano y se pegaba a mí, me ponía al día de su vida y que me echaba de menos, al ingresar al hotel ella se acercó a recepción a pedir la habitación yo observaba si era cierto que estaba dispuesta a pagar la habitación porque lo que deseaba era vernos, saco unos billetes para pagar la habitación, me acerque y le dije al encargado que me encargaría de pagar, ya en la habitación nos besamos intensamente nos acariciamos y desvestimos, de pronto fue en busca de su cartea, saco chocolate y crema chantilly pregunte para que era eso, dijo que había venido por solo quería que le haga el oral, se hecho en la cama se unto el chocolate y crema en la vagina, me jalo hacia ella dirigió mi cabeza a su vagina, le lamí los alrededores limpiando el chocolate y crema de su vagina, ella lo disfrutaba, me concentre en su clítoris lo estimule con mi lengua ella se ponía tensa, gemía decía que no pare, se vino, continúe haciéndole el oral, no paraba de gemir, retorcerse, luego de ponerse tensa se relajaba, no lleve la cuenta de las veces que se vino, ya no podía aguantar más y la penetre con fuerza, ella me besaba y mordía el cuello, a esa altura no me importaba si me dejaba alguna marca, me miembro entro con facilidad, rápidamente sus fluidos me mojaron no quería cambiar de pose solo quería entrar en ella intensamente, el calor era sofocante, sentía el sudor en la frente mis rodillas me ardían, cuando sentía que terminaría no era así, era como si mi cuerpo había bloqueado esa parte, luego de un largo momento me vine dentro de ella, nos quedamos abrazados recuperándonos.
Seguimos viéndonos no tan seguido, nos disfrutamos mutuamente, siempre teniendo en claro que no quería involucrarme en su relación, ella sabia porque me buscaba respetaba sus razones.