Ja, Ja, Ja
Me has hecho recordar, hace ya buenos años, en mis primeras primaveras kineras tuve una época en la que -con fondos por un contrato grande que había cerrado- pero bastante aburrido porque mis amigas en esas épocas aún eran chibolas y no tenían permiso tan fácilmente para salir de viaje o cosas por el estilo que para mi ya eran habitué; opté por recurrir a la vieja confiable y aprovechando que acababa de comprar un auto con parte de la comisión por ese cierre, iba seguido (ok, para aclararlo, iba a diario) al chongo...
Llegado el momento, una kine ya mayor, que no era de mi agrado pero me ofrecía de todo en la puerta de su cuarto, una vez dentro me empezó a sermonear, que me veía ahí todos los días, entrando con una kine, con otra, que siempre le entraba a mujeres distintas, que no iba por una en particular, encendió un porro y empezamos a fumarlo juntos, me dijo que busque otros hobbies, que ir todos los días a pasar horas en el chongo no estaba bien, que por pinta y clase, que se notaba, debía estar en otros lugares aprovechando mejor mi tiempo y tal; me dio una señora mamada acapella en pleno vuelo por la pava que nos habíamos fumado, que me sacó la leche y nos quedamos luego conversando como media hora más.
Salí y vi una kine riquísima a unas puertas, entré a tirarmela y me quedé en el chongo el resto de la tarde, y el dia siguiente y el subsiguiente; pero fue curioso que una kine me dijera que no siga visitando el chongo; de eso han pasado ya unos 15 años y sigo siendo un kinero, ya no empedernido, ya no tanto de chongos, pero ¡Por favor! Quién deja de fornicar en su vida?