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Manarelli y Fefer ayer durante el juicio. Foto: Melisa Merino.

Material.
La comunicación telefónica de Eva Bracamonte y Liliana Castro en
prisión fue sometida a escucha legal, de mayo a julio del 2011, con la
autorización judicial respectiva.
La fiscalía no ha incorporado los audios de chuponeo como prueba de cargo hasta que estos se escuchen en público.
Ante los cuestionamientos de la defensa de las principales acusadas por el asesinato de Myriam Fefer, el tribunal dispone que un perito revise la integridad de los sobres lacrados antes de abrirlos y proceder a la escucha de su contenido.
César Romero C.
Una cinta adhesiva que empieza a desprenderse permitió ayer a la defensa de Eva Bracamonte Fefer y Liliana Castro Mannarelli posponer la apertura de los ocho sobres lacrados que contienen los audios de la interceptación telefónica a la que ambas procesadas fueron sometidas entre el 12 de mayo y el 20 de julio del 2011.
La interceptación telefónica fue solicitada el 11 de mayo del 2011 por la fiscal Nelly Millones, luego de que en una requisa en las celdas de Eva y Liliana, en el penal de mujeres de Chorrillos, se encontraron diversos documentos, USB y hojas manuscritas que detallaban diversos pagos realizados por la gerente de Sideral, Angélica Córdova Gálvez.
Entonces, Millones sospechó que esas anotaciones podían ocultar pagos al sicario Alejandro Trujillo Ospina. Para entonces, Trujillo tenía una actitud indecisa en su defensa: un día proponía acogerse a la confesión sincera o la sentencia anticipada y al otro se retractaba y se quedaba mudo.
La fiscal Millones no estaba perdida. Habría dos audios en los que se habla de retiros de 2 mil a 15 mil dólares de los ingresos de Sideral para ser entregados a intermediarios de Trujillo Ospina.
Los retiros de dinero, según las coordinaciones de Eva y Angelica, debían realizarse en fracciones y justificándose como pagos de honorarios a abogados para evitar cuestionamientos posteriores.
Los DVD que contienen los audios de las escuchas telefónicas fueron entregados a la jueza Nancy Choquehuanca en julio del 2011. De acuerdo con el procedimiento judicial para estos casos, la magistrada metió todo ese material en un sobre manila, que firmó por fuera, junto al secretario del 50° Juzgado Penal, y luego recubrió con cinta adhesiva.
La misma cinta que, ocho meses después y con la manipulación propia de elevarse el expediente al tribunal superior, empezó a perder su consistencia.
Choquehuanca quería revisar esos audios en presencia de los acusados, la parte civil agraviada, la fiscalía, pero desde entonces recordó ayer la fiscal superior Monica Puma, la defensa de Eva y Liliana han dilatado el asunto.
Labor de los Peritos
El abogado defensor Luis Lamas Puccio insistió tanto ayer con el desprendimiento de la cinta adhesiva y, de paso, con la validez de la firma de la juez Choquehuanca, que la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel de Lima dispuso que un perito técnico evalúe la integridad de los sobres y las rúbricas antes de abrirlos.
Al final, los sobres se abrirán, pero para entonces es probable que la defensa de Eva y Liliana encuentren nuevos cuestionamientos. En tanto, el tribunal volvió a meter esas pruebas en nuevos sobres manila.
Además, internamente, se ha dispuesto una seguridad especial para evitar que ese material pueda ser sustraído o cambiado, como sucedió con dos USB en el caso BTR.
Los pagos
La interceptación telefónica a Eva Bracamonte, Liliana Castro y su entorno estuvo a cargo del equipo Constelación, que maneja la policía antidrogas, Dinandro.
El chuponeo legal se realizó en ocho tandas. El primero comenzó el 12 de mayo y abarcó cuatro teléfonos móviles: el 998702424 de Eva Bracamonte, el 975600009 de Liliana Castro, el 990282818 de Juan Manuel Quiroz Marín, abogado de Alejandro Trujillo Ospina, y el 988833051 de Angélica Raquel Córdova Gálvez, administradora y apoderada de la empresa Sideral.
En un segundo momento, se dejaron de escuchar los teléfonos 975600009 y 990282818 y se agregaron los números 953550557 usado para enviar mensajes de texto desde el penal; y el 4412894 de la empresa inmobiliaria Sideral.
Luego, a partir del 15 de junio se intervinieron los teléfonos de un tal Iván: 998595327 de Movistar, y 997453237 de Claro, que resultaron pertenecer al entonces abogado de Eva, Iván Torres la Torre.
Así, el 13 junio del 2011, a la 1:11 de la tarde, se escucha una conversación en la que Eva habla del retiro de dos mil dólares a fin de ser entregados a los sujetos conocidos como Tito y Calin, que a su vez debían entregarlos a un sujeto conocido como La Flaca, para negociarse los términos de la confesión sincera al que pretende acogerse el procesado Alejandro Trujillo Ospina.
Tito sería el abogado José Manuel Quiroz Marín y La Flaca, el mismo Trujillo Ospina.
El asesinato de Myriam Fefer
Según el peritaje de la médica legista Gladis Jesús Samame Vallejos de Carrasco, Myriam Fefer habría sido asesinada por una o dos personas, que la golpearon con puños o garrotes para disminuir su capacidad de defensa y luego la estrangularon con "un lazo doble constrictor, es decir, le dieron dos vueltas" alrededor del cuello.
La muerte de Myriam Fefer se produjo entre las 11:00 de la noche del 14 de agosto y la 01:00 de la mañana del 15 de agosto del 2006. La agraviada tenía las uñas postizas rotas, lo que evidencia, según los peritos, que se defendió y que los golpes que recibió fueron muy dolorosos.
La fiscalía acusa a Eva Bracamonte y Liliana Castro de ser las autoras intelectuales del asesinato, mientras que Trujillo Ospina fue el autor material, que mató por encargo a cambio de dinero.
Claves
Suprema. Los abogados de Eva y Liliana apelaron a la Corte Suprema para que verifique que el tribunal superior realice el juicio de acuerdo con el procedimiento.
Pruebas. La fiscalía no ha incorporado los audios de chuponeo como prueba de cargo hasta que estos se escuchen en público.
Fuente: La República.
Ante los cuestionamientos de la defensa de las principales acusadas por el asesinato de Myriam Fefer, el tribunal dispone que un perito revise la integridad de los sobres lacrados antes de abrirlos y proceder a la escucha de su contenido.
César Romero C.
Una cinta adhesiva que empieza a desprenderse permitió ayer a la defensa de Eva Bracamonte Fefer y Liliana Castro Mannarelli posponer la apertura de los ocho sobres lacrados que contienen los audios de la interceptación telefónica a la que ambas procesadas fueron sometidas entre el 12 de mayo y el 20 de julio del 2011.
La interceptación telefónica fue solicitada el 11 de mayo del 2011 por la fiscal Nelly Millones, luego de que en una requisa en las celdas de Eva y Liliana, en el penal de mujeres de Chorrillos, se encontraron diversos documentos, USB y hojas manuscritas que detallaban diversos pagos realizados por la gerente de Sideral, Angélica Córdova Gálvez.
Entonces, Millones sospechó que esas anotaciones podían ocultar pagos al sicario Alejandro Trujillo Ospina. Para entonces, Trujillo tenía una actitud indecisa en su defensa: un día proponía acogerse a la confesión sincera o la sentencia anticipada y al otro se retractaba y se quedaba mudo.
La fiscal Millones no estaba perdida. Habría dos audios en los que se habla de retiros de 2 mil a 15 mil dólares de los ingresos de Sideral para ser entregados a intermediarios de Trujillo Ospina.
Los retiros de dinero, según las coordinaciones de Eva y Angelica, debían realizarse en fracciones y justificándose como pagos de honorarios a abogados para evitar cuestionamientos posteriores.
Los DVD que contienen los audios de las escuchas telefónicas fueron entregados a la jueza Nancy Choquehuanca en julio del 2011. De acuerdo con el procedimiento judicial para estos casos, la magistrada metió todo ese material en un sobre manila, que firmó por fuera, junto al secretario del 50° Juzgado Penal, y luego recubrió con cinta adhesiva.
La misma cinta que, ocho meses después y con la manipulación propia de elevarse el expediente al tribunal superior, empezó a perder su consistencia.
Choquehuanca quería revisar esos audios en presencia de los acusados, la parte civil agraviada, la fiscalía, pero desde entonces recordó ayer la fiscal superior Monica Puma, la defensa de Eva y Liliana han dilatado el asunto.
Labor de los Peritos
El abogado defensor Luis Lamas Puccio insistió tanto ayer con el desprendimiento de la cinta adhesiva y, de paso, con la validez de la firma de la juez Choquehuanca, que la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel de Lima dispuso que un perito técnico evalúe la integridad de los sobres y las rúbricas antes de abrirlos.
Al final, los sobres se abrirán, pero para entonces es probable que la defensa de Eva y Liliana encuentren nuevos cuestionamientos. En tanto, el tribunal volvió a meter esas pruebas en nuevos sobres manila.
Además, internamente, se ha dispuesto una seguridad especial para evitar que ese material pueda ser sustraído o cambiado, como sucedió con dos USB en el caso BTR.
Los pagos
La interceptación telefónica a Eva Bracamonte, Liliana Castro y su entorno estuvo a cargo del equipo Constelación, que maneja la policía antidrogas, Dinandro.
El chuponeo legal se realizó en ocho tandas. El primero comenzó el 12 de mayo y abarcó cuatro teléfonos móviles: el 998702424 de Eva Bracamonte, el 975600009 de Liliana Castro, el 990282818 de Juan Manuel Quiroz Marín, abogado de Alejandro Trujillo Ospina, y el 988833051 de Angélica Raquel Córdova Gálvez, administradora y apoderada de la empresa Sideral.
En un segundo momento, se dejaron de escuchar los teléfonos 975600009 y 990282818 y se agregaron los números 953550557 usado para enviar mensajes de texto desde el penal; y el 4412894 de la empresa inmobiliaria Sideral.
Luego, a partir del 15 de junio se intervinieron los teléfonos de un tal Iván: 998595327 de Movistar, y 997453237 de Claro, que resultaron pertenecer al entonces abogado de Eva, Iván Torres la Torre.
Así, el 13 junio del 2011, a la 1:11 de la tarde, se escucha una conversación en la que Eva habla del retiro de dos mil dólares a fin de ser entregados a los sujetos conocidos como Tito y Calin, que a su vez debían entregarlos a un sujeto conocido como La Flaca, para negociarse los términos de la confesión sincera al que pretende acogerse el procesado Alejandro Trujillo Ospina.
Tito sería el abogado José Manuel Quiroz Marín y La Flaca, el mismo Trujillo Ospina.
El asesinato de Myriam Fefer
Según el peritaje de la médica legista Gladis Jesús Samame Vallejos de Carrasco, Myriam Fefer habría sido asesinada por una o dos personas, que la golpearon con puños o garrotes para disminuir su capacidad de defensa y luego la estrangularon con "un lazo doble constrictor, es decir, le dieron dos vueltas" alrededor del cuello.
La muerte de Myriam Fefer se produjo entre las 11:00 de la noche del 14 de agosto y la 01:00 de la mañana del 15 de agosto del 2006. La agraviada tenía las uñas postizas rotas, lo que evidencia, según los peritos, que se defendió y que los golpes que recibió fueron muy dolorosos.
La fiscalía acusa a Eva Bracamonte y Liliana Castro de ser las autoras intelectuales del asesinato, mientras que Trujillo Ospina fue el autor material, que mató por encargo a cambio de dinero.
Claves
Suprema. Los abogados de Eva y Liliana apelaron a la Corte Suprema para que verifique que el tribunal superior realice el juicio de acuerdo con el procedimiento.
Pruebas. La fiscalía no ha incorporado los audios de chuponeo como prueba de cargo hasta que estos se escuchen en público.
Fuente: La República.