grindo doido
Cuenta Verificada
4 Years of Service
Vendedora de dulces
Fue generosa, siempre me daba la yapita, yo le decía bromas y de a poco en casi una semana fuimos consumiendo lo que ella mismo necesitaba. No le creía que estaba sola pero si paraba mucho en su puesto habitual de vender dulces. No eran deliciosos, yo le daba la propina a esta clarona, de unos 30 años. Soltera y sin mucho conocimiento, cruda y realista. No se necesito mucho floro, ella quiso y procedimos a la acción.
Faltando dos días para regresarme le dije espero volverte a ver, pero no esperes me dice, vamos a pasear hoy en la noche, no se no tengo tiempo pero haré un esfuerzo. Me escape de mi familia. Nos encontramos en la plaza principal, salimos sin rumbo. Le dije y a donde vamos, no se dime tu. Tengo frío, me dice, me abrazas, ya estaba ya.
Compré comida y vino, le dije, si vamos a tu casa, no, mejor vamos a la tuya, imposible. Vamos a ver a donde nos lleva este camino. Era obvio que ambos queríamos, ella cruzaba su lengua y sus labios se iban mojando, su mirada era mas profunda. Ya cuando entramos al hostal no puso peros, le dije de corazón, me gustas pero ya se que aquí es el principio y final, no hay vuelta atrás. Puedo visitarte, me dice, le respondo, lo dudo pero ojala, sería genial. Seguimos el paso. Pero todo con calma, fue distinto, hasta interesante. Pasamos a cenar, yo abrí la botella de vino, tomé varios vasos y ella uno. Me dijo fue rico, voy a lavarme. Vino en ropa interior, algo antigua, algo monse pero que importaba. Conversamos, contamos chistes, historias, el silencio nos unió. Nos fuimos acercando, besando, tocando y se volteo mientras yo acariciaba sus nalgas no tan apetitosas pero en ese instante era mi tesoro. Se lo quité y empecé el mete y saca que me fue sorprendiendo por sus fuertes alaridos, casi quejidos y saliendo como granizo de esa cuca que no estaba lubricada, no como quería, raspaba, apretaba y cuando el ñaño quería aire, ella no dejaba para hacerme venir como pocas veces me sucedió.....................



Fue generosa, siempre me daba la yapita, yo le decía bromas y de a poco en casi una semana fuimos consumiendo lo que ella mismo necesitaba. No le creía que estaba sola pero si paraba mucho en su puesto habitual de vender dulces. No eran deliciosos, yo le daba la propina a esta clarona, de unos 30 años. Soltera y sin mucho conocimiento, cruda y realista. No se necesito mucho floro, ella quiso y procedimos a la acción.
Faltando dos días para regresarme le dije espero volverte a ver, pero no esperes me dice, vamos a pasear hoy en la noche, no se no tengo tiempo pero haré un esfuerzo. Me escape de mi familia. Nos encontramos en la plaza principal, salimos sin rumbo. Le dije y a donde vamos, no se dime tu. Tengo frío, me dice, me abrazas, ya estaba ya.
Compré comida y vino, le dije, si vamos a tu casa, no, mejor vamos a la tuya, imposible. Vamos a ver a donde nos lleva este camino. Era obvio que ambos queríamos, ella cruzaba su lengua y sus labios se iban mojando, su mirada era mas profunda. Ya cuando entramos al hostal no puso peros, le dije de corazón, me gustas pero ya se que aquí es el principio y final, no hay vuelta atrás. Puedo visitarte, me dice, le respondo, lo dudo pero ojala, sería genial. Seguimos el paso. Pero todo con calma, fue distinto, hasta interesante. Pasamos a cenar, yo abrí la botella de vino, tomé varios vasos y ella uno. Me dijo fue rico, voy a lavarme. Vino en ropa interior, algo antigua, algo monse pero que importaba. Conversamos, contamos chistes, historias, el silencio nos unió. Nos fuimos acercando, besando, tocando y se volteo mientras yo acariciaba sus nalgas no tan apetitosas pero en ese instante era mi tesoro. Se lo quité y empecé el mete y saca que me fue sorprendiendo por sus fuertes alaridos, casi quejidos y saliendo como granizo de esa cuca que no estaba lubricada, no como quería, raspaba, apretaba y cuando el ñaño quería aire, ella no dejaba para hacerme venir como pocas veces me sucedió.....................


