Continuando, con el relato, la chinita se vino con su putifalda y su topcito, estaba bien rica, arrechante. Su tremendo rabo bien gordito resaltando. Bien cachetona la chinita. Wau Lore. Si estás bien rica mi amor. Empezamos a besarnos rico. Te gustó, mi amor? Me decía la chinita. Claro que sí mi vida, siempre me gustaste y más ahora que estás así bien potona, le dije y le manosee ese culote a mi antojo. Me baje el pantalón y le dije, esto es lo que tú quieres, no, mi amor. Si, eso quiero quiero me dijo. Y se fue a hacerme un riquísimo mameluco. Con garganta profunda, preguntándome si me gustaba. Claro que me gusta mi amor, que rico la chupas. Mmmmfff. Acto seguido le quite toda la ropa y la dejé calatita y la hice echar en el sofá y le di una señora sopeada que la hice estremecerse de placer. Me jalaba mi pelo y se chupaba su dedo. Yo le metía mis deditos a la conchita y los lamiamos los dos. Mi amor tus piecesitos están hermosos le decía.... -Te gustan? Mi amor, me vine así con sandalias porque se que te gusta, me dijo. - Si mi amor, están hermosos chinita, le dije. Se los acaricie y toque bien suavecito, despacito... De ahí se me dió por hacerme una rusa en sus tetas un tanto pequeñas, le faltaba más senos a la china, para que sea más rico. Pero igual no estuvo nada mal. Le levanté las piernas, pase saliva y de la metí con las piernas al hombro, que rico fue eso, la China genia aaaah, ay que rico, así, metemela mi amor. No sabes cómo extrañe tu pinga... - Te gusta chinita? Le decía? - Me encanta mi amor, sigue haciéndome el amor, así, que rico... Voltea chinita le dije y se le metí en perrito. Y ella seguía gimiendo así y se le iba la respiración, gemia así con las palabras entrecortadas. Mientras yo la nalgueaba y la agarraba de su cintura. Cómo siempre pulseandole el culo, me encanta hacer eso. - Mami quieres cabalgar en esta pingaza?, le dije. Si mi amor.- Si chinita, si quieres. Quien es tu marido?, le decía. Tú, amor, solo tú, hazme el amor así, hazme el amor así, me decía ella. Y se vino la primera descarga le salpique el culo con mi leche bien caliente. Aay mami que rico. Perdona no pude aguantar más... Estás gozando mi amor? Me decía ella. -Si bebe, si mi chinita hermosa, le decía yo. Me estás exprimiendo toda mi leche. - Eso es lo que quiero, me decía, dejarte muerto. Y ella misma se la metió a la boca y me hizo una rica mamada levanta muertos y otra vez volvimos a darle rico, está vez de costadoto, de cucharita, bien apretaditos y me volví a correr rico del placer, con todo ese abrazo a mi disposición. Luego le dije chinita, ábrete el culo con tus manos, ya. Y ella me obedeció. Abretelo más, todo lo que puedas y le puse una almohadita para su cabeza y le metí la lengua a ese rico ojete y lo saboree a mi antojo, rojito y suavecito, que rico culo, como lamer un chupon de bebé. Te gusta mi amor? Le decía. -Si papi me encanta, me decía ella. Cómeme así, cómeme me decía... Chupamela le dije y le di mi verga en un riquísimo 69. La pendeja se esforzó en sacarme leche, yo me corrí, no pude controlarme. Y ella me decía hay que rico, te chorreada amor, que rico, que rica tu leche... - Ay chinita, bandida ya me dejaste seco. Déjame descansar un ratito para darte por el culito. - Si, mi amor, quiero que me des toda tu pinga en el culo, me dijo. De verdad? Le dije, no te va a doler, como esa vez? - Si duele pero me aguanto, quiero hacerte feliz y ser solo tuya me dijo. Y así me.dormi con ella como una hora abrazaditos calatitos. Y ahí ella me dijo. Gracias por todo mi amor. Desde que estuve contigo, soy otra, me encantó como me hiciste el amor ese día. - De verdad?, le dije. - Si, mucho, muchísimo. Por eso quería estar contigo hoy. Y me lo propuse. - Sabes que a mí también, me gustó mucho le dije. Lo goce mucho, pero ahora estuviste mejor. Jajajaja, es que ahora tenía más deseos y pasión me dijo. Y así después de dormir un ratito me comí ese culito en perrito. Le dije ábrete el culo. Le eche vaselina le metí un dedo, de ahí otro dedito, despacito. Y le metí mi verga de a poquitos y después de un ratito ya le calzaba exactita y rapidito. Y ella gemia rico. Así amor, así, te gusta romperme el culo. - Si chinita que rico aprietas por tus dos huequitos le dije. Y lo que más me gustaba que ella obediente se abriera el culo con sus manos cuando se lo pedía.... Que rico fue y salió mi último chorrito, salpicandole toda la espalda. Te gustó? Me dijo. - Ay mi vida, no voy a poder caminar, estoy muerto. Pero me encantó, le dije. - A mí también, y mucho, me dijo. Paso un Ratito. Estuvimos besándonos rico y jugando. Se vistió y la acompañé a tomar su taxi. Yo quería que se quede pero me dijo que se iria a casa de su mamá, el domingo, que ya habían hecho planes los hermanos, para estar en familia ese día. Bueno la acompañé, pedimos un Uber y se fue. Prometió que volvería por más. La estuve pulseando y parece que estos días nos daremos otro rico polvorín con mi chinita bella.