Andrea, prostituta de mis tiempos

Tema en 'Relatos Eróticos Peruanos' iniciado por Polluxxx, 22 Abr 2025.

    Polluxxx

    Cabo

    8%
    Mensajes:
    64
    Me Gusta recibidos:
    60
    Puntos de trofeo:
    12
    Género:
    Masculino
    Andrea atendía en un departamento ubicado en 28 de julio Miraflores, la primera vez que me atendí con ella se despidió entregándome su tarjeta personal, era rosada Andrea escrito adelante, el número telefónico en la parte de atrás. Ella respondía los SMS prontamente, por tu nombre y un gesto de cariño.

    Andrea era dueña de una senos medianos, suaves y operados; la medida perfecta para una mujer de 1.65mt de 28 años de tes clara, piel suave, trasero mediano y devota del Golds Gym. Entrar en su departamento era entrar en una casa, sala, comedor, cuarto, y demás enseres decorados con buen gusto, sentarse unos minutos en la sala a conversar para luego pasar a la habitación para hacer frente a la batalla.

    Su mirada risueña te hacia olvidar que habías pagado por un servicio sexual, la sensación del momento era estar en el cuarto con una chica que conociste en algún lugar.

    Su vagina estaba afeitada, suave al roce de los dedos; su ano parecía nunca haber sido explorado, su cuerpo no tenía ninguna marca ni tatuaje y su olor era fresco.

    Ella se subía encima de ti con la actuación de soltarse el cabello, semi ondulado y medianamente largo; le gustaba ser la dominante ella encima moviéndose como buen jinete. Le gustaba ponerse de cucharita para terminar y que le vayas atrapando los senos con las manos.

    Aprendí en esos encuentros que las mujeres así gustan ser dominadas, con un poco de fuerza porque no serán fáciles pero una vez logrado el cometido te encontraras con otra mujer.
    Andrea era del signo géminis; calculo que sería el cuarto encuentro rutinario arriba descrito pero esta vez decidí hacer algo diferente, después de que ella disfrutara su posición de jinete la abrace y rodamos de lado para estar misionero y luego penetrarla desde atrás, le jale el cabello y se dejó llevar: “ya esperaba esto”, dijo.

    “Ahórcame!”, fue la palabra de desencadeno todo. En adelante, ningún encuentro sería igual, su peso preciso y su estatura ideal era la combinación perfecta para practicar y entrenarme en las diversas posturas que mi mente llevaba consigo, desde su recepción en el departamento generaban un ambiente íntimo, comodidad era el resultado.

    En algún momento en pleno sexo desde atrás le introduje mi dedo gordo en su ano, no dijo nada; el dedo medio era la prueba final se introdujo y dijo : “no pares”, el beso negro fue lo siguiente, lo disfrutó; sin decir palabra alguna saco de su mesa de noche un gel lubricante, me lo dio, entendí: “rómpelo” fue su palabra , el pene se puso cabezón el lubricante ayudo a que ingresara lentamente en su ano , agarrarme de sus caderas y ver cómo se sujetaba de las sábanas era un espectáculo , el sexo anal lo disfrutaba , su ano era flexible y receptivo, su posición permitía varia posiciones , ella encima , de espaldas encima mío, fue una de esas noches que quedan para el recuerdo.

    Terminamos, nos acostamos y nos quedamos dormidos. No había apuro, no había horas. “estaba esperando que lo hicieras “me dijo. Recuerdo que reaccione entrada la madrugada, me voy le dije, “quédate” fue su respuesta así lo hice. No hubo desayuno, pero si un beso de despedida, recuerdo que había humedad en las calles, el auto que lo había dejado por ahí amaneció cubierto con una ligera brisa.

    Una de las visitas posteriores, todo comenzó como siempre; pero hubo algo diferente después de la puesta a punto entro al baño, y no se demoró tanto; ella desnuda se hecho boca arriba en la cama apoyada en las almohadas, abrió las piernas y dijo “ven”. Yo estaba erecto, me acerqué por delante para besarla y seguir lo pendiente, aun no me había puesto el condón, la empecé a besar y ella me seguía jalando hacia ella, me detuve un poco: “no quieres?” me dijo. Entendí que todo seria a piel, y noté algo peculiar en su sonrisa, había algo diferente en su mirada.

    No respondí. Ella se levantó fastidiada.
    Se empezó a vestir
    Me acerque, le di la vuelta y lo note. Un tiro, lo llamábamos en mi época.
    Que Comenzó a hacer efecto, hablaba de irse a otro lugar, de dinero y de amigos
    “no quiero que me veas así!” dijo, mientras se ponía un jean, botas un polo corto con una casaca que le llegaba hasta el ombligo.

    No me quería ver a la cara, llamo a su movilidad de confianza, llegaría en 20 minutos.
    Yo aún seguía desnudo sentado en la cama.
    Tenía algunos vinos en su cocina que nunca probamos, yo me serví en un vaso de una botella que estaba a la mitad. Ella metía cosas en una cartera pequeña.
    “No sé porque no quieres”, hablo entre otras cosas; su cabello tapaba su cara.
    “No hagas esto”,
    Tranquila le dije, todos alguna vez hemos probado. Me miro, yo presentía que algo le había pasado, le pedí que me contara que todo quedaría entre nosotros, que necesitaba desahogarse.
    Timbro su celular, la movilidad había llegado.
    Me dio un beso y se fue. Espere unos minutos pensando que todo era una broma.
    Me quedé solo en su departamento, me vestí y me fui lo más rápido que pude.

    Trate de comunicarme vía SMS a su teléfono, porque las llamadas no las contestaba.
    Pasaron dos semanas, sin poder comunicarme con ella. Desistí.
    No recuerdo cuanto tiempo paso, hasta que ella se comunicó; estaba en Panamá. Me entere que en algún año posterior regreso , pero yo no volví a contactarla.
    Gracias Andrea , fue toda una experiencia .
     
    Polluxxx, 22 Abr 2025

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #1
    angeldevil, pegama1302, MrQuarzo y 6 otros les gusta esto.

Compartir esta página