recopla75
General
Saludos nuevamente a la cofradía, siento necesidad de compartir, comunicar, narrar la novedad que he vivido, un poco de la experiencia mía, y de las personas con las que convivo.
Tomo conciencia, es decir, trato de entender y de descifrar lo que me está pasando con esta interacción, concreta con la realidad, es como una travesía que hacemos, en diferentes ocasiones, en el camino de la vida, este es el recorrido que solemos hacer, de una u otra forma.
Hacen seis meses, llego a nuestra casa y entro en nuestras vidas, una mujer coreana de treinta y cinco años, llamada Jiyu, de carácter fuerte, fuerte en espíritu, pero muy sensible, es la mejor manera de describir a una mujer resiliente que hay que admirar de verdad. Porque el amor fue más grande que sus miedos, sus fuerzas fueron más grandes que sus dudas, peleo y tuvo la virtud de esperar por lo que realmente le lleno el alma.
Ha sido un tiempo aprendizaje. Para ella y para nosotros. Diferentes costumbres, valores culturales, creencias, ideas, objetivos, tradiciones, formas de comida, de celebrar fechas especiales, diferente forma de encarar la vida, de resolver problemas, diferentes interpretaciones de los significados en los idiomas, diferente lenguaje corporal, un choque cultural.
Aprendimos Jiyu y yo a ser tolerantes y a respetar las diferencias y características del otro.
Mi familia y yo aprendimos a conocer las costumbres de otra cultura. Que su sistema de valores, es la familia, la benevolencia, rectitud, responsabilidad, sabiduría, decoro.
La aceptación de mi madre fue lenta, difícil, por consejo de un amigo tuve que hablar muy fuerte con ella y recurrir a la biblia Genesis 2:24.
Jiyu aprendió a lidiar con el carácter de mi madre, en su cultura le tienen respeto al adulto mayor, los valores de la familia.
Jiyu a veces decía muy triste solo vine a cambiarte la vida, no hubiera venido.
Aprendimos a la construcción de vínculos para adoptar a una nueva integrante en nuestro entorno, como dirían mis hijos apareció en sus vidas, así de pronto sin haberla visto ni conocido antes, como seria en una relación normal, donde las cosas van pasando de a pocos.
Aprendimos a desarrollar nuestros lazos emocionales, hacia una persona, aceptarla, respetarla y quererla tal como es.
Aprendimos a compartir espacios materiales, pero los más importantes respetar los espacios personales.
La matriarca de la casa poco a poco le fue delegando autoridad, y que haceres de la casa, entendió que Jiyu llegó para quedarse, y acepto que ya no estoy solo, que comparto mi vida y mi cama con Jiyu, también acepto que algunos fines de semanas es solo para nosotros dos.
Aprendimos que, si bien es cierto que mi madre, abuela y madre para mis hijos fue la brújula que guio nuestro camino por muchos años, ahora hay una nueva inspiración para seguir en el camino, que nadie se queda atrás y a nadie se le olvida.
Fueron muy duras las seis primeras semanas.
Aprendimos que, con tiempo lo que hoy es difícil, mañana será un tesoro.
Aprendimos a divertirnos más en familia sin la tecnología moderna e interactuar sin importar las edades intergeneracionales.
Aprendí a conocer cuáles son mis mejores cualidades y limitaciones, y aceptarlas, aprendí,
a querer, amar, respetar a la persona que dejo todo, por estar a mi lado. eso no significa que sea una persona sumisa, ni conformista, ni que ha renunciado a sus sueños porque estos son los que nos marcan el camino a seguir y las metas por alcanzar, porque un guerrero, no es que siempre gana, es el que siempre lucha.
Mi madre acepto que sus bebes ya son jóvenes, por muchas insinuaciones de Jiyu acepto que traigan a sus enamoradas, y se vean en casa, mis hijos están felices.
Mis hijos volvieron aprender que podemos salir los cinco, ellos dos, mi madre, Jiyu y yo, en domingo, o feriados, a quemar gasolina sin ningún apuro, ni destino, solo el hecho de pasear y gozar en familia.
Aprendí a vivir sin un aparato de tv en el dormitorio, Jiyu fue lo primero que hizo al segundo día de llegar a casa, su filosofía es que el dormitorio es para la pareja, para tener tiempo de conversar, de tener más intimidad, descansar mejor, resolver problemas cotidianos, es algo que funciona muy bien con nosotros. Experimentamos con nuevos sabores y olores, con los aceites de masajes corporales, nuevas fragancias de aromaterapia, lubricantes con sabores, chocolate negro en el cuerpo, me baila desnuda, o en lencería, practicamos juegos en la cama, nuestra vida sexual esta tan activa como antes. Vivimos nuestra sexualidad más allá del contacto físico y lo expresamos atreves de fantasías, deseos, erotismo, desterramos los tabúes y perjuicios, de nuestra intimidad. Me sigue preparando te de canela, canela y kion, jugo de sandia y limón.
Aprendí a dejar el móvil en la puerta del dormitorio en una bolsita que Jiyu compro especialmente para ese fin, La opinión de Jiyu es. quien después de las diez quien te va a llamar del trabajo, todos están descansando y los amigos buenos están en sus casas.
En cuanto al dinero, quincenalmente le daba a mi madre una cantidad para los gastos de la casa, al poco tiempo que llego Jiyu, dice mi madre que el dinero no se lo de a ella, que se lo de mejor a mi mujer, para que ella se encargue, le digo a Jiyu que era ahora la encargada de administrar el dinero del gasto de la casa, su contestación fue que lo deje en una cajita como hacíamos en la argentina que ella tomaría lo necesario y que si sobraba lo guardamos
En este tiempo la veo más alegre, que ríe más, no la sonrisa que siempre está a flor de labios, la risa sonora, que expresa alegría, esta relajada, tranquila, bromea más con mis hijos el último de ellos le dice Jiyu no hermano, lo mira, me mira con esa forma tan de ella de poner los ojos y sonreír para contestar, no hermano ahora tu saber primero si hermano hacer.
Mi madre le dice hablas como ese muñeco de las galaxias, se refiere al maestro yoda
La presente a las amistades personales muchos quedaron asombrados porque nadie sabía de ella, también a los amigos de trabajo, en un compartir por fiestas patrias en la Cía. Donde laboro, fue la envidia de un par de damas, y la admiración de muchos caballeros.
Mis dos hermanos, sus esposas, y parte de la familia la conocieron durante la reunión por los 71 años de mi madre, la aceptación de ellos fue muy rápida y le hicieron bromas suaves, pesadas, Jiyu solo atinaba a mirarme y sonreír a los presentes, hasta que las enamoradas de mis hijos la salvaron de las preguntas indiscretas, demostró ser una buena anfitriona.
Se reúne con mis cuñadas, van de shopping a gamarra, al centro de lima. En el barrio chino hace de las suyas comprando cosas para hacer sus comidas coreanas, Jiyu aprendió a comer casi sin ají porque la comida coreana es un poco picante.
Jiyu dice que en argentina no tenía con quien hacer esas caminatas maratónicas viendo cosas ni visitando tiendas, todo es nuevo para mí.
A echo muy buenas migas con mis cuñadas que la están llamando para salir o simplemente para reunirse en nuestra casa o en la casa de alguna de ellas.
Aprendí que el dinero y las tarjetas se administran mejor siempre entre dos, Jiyu estableció un presupuesto mensual, establecimos un objetivo financiero juntos.
Mis hijos están aprendiendo coreano, Jiyu mejora su español esta es la ventaja de ser una pareja intercultural siempre, hay dos idiomas, dos gastronomías, dos familias en diferentes países, más adelante nuestra descendencia tendrá dos nacionalidades, siempre habrá dos de todo.
Mi madre está muy contenta con Jiyu dice que hace bastante tiempo no veía la casa así de limpia y ordenada.
Aprendimos a darle su espacio personal, festejamos sus pequeñas victorias, le demostramos empatía, y le damos nuestro apoyo y amor a Jiyu cuando esta triste, cuando se frustra, cuando tiene nostalgia por su familia, porque Jiyu se ganó a punta de mucho tesón y amor, el respeto y el amor de mi madre y el de mis hijos.
Salimos de paseo a Pachacamac, de paso por los viveros me lleno la camioneta de plantas, creo que por eso mi madre la quiere porque ambas comparten el mismo gusto de las plantitas.
Estuvimos fuera de casa varios fines de semana, fuimos al norte chico, la pasamos maravillosamente bien, Jiyu probo nuestra gastronomía norteña, quedo encantada.
En agosto tome vacaciones después de tres años, tomamos un tour de cinco días cuatro noches a la selva central, fue emocionante para Jiyu, gozar de los paisajes, pueblos, gentes comidas, nunca olvidaremos esta experiencia nueva para ella.
Por motivos personales hicimos un viaje a Tacna por tres semanas, durante este tiempo de viajes, aprendí que la felicidad no se mide por el dinero que tenemos o dejamos de tener, sino por esas cosas sencillas que nos da la vida, las risas, las conversaciones, los juegos, nuevos lugares, los paisajes, la variada gastronomía de nuestro Perú, las viejas y nuevas amistades que conoces, viajar con Jiyu fue una experiencia inolvidable que fortaleció nuestra relación llena de aprendizajes que recordaremos por siempre, entendimos cómo se hace más grande el amor por las experiencias malas o buenas que se viven con la persona que amas.
Estamos regularizando su situación en el Perú.
Ya está registrado en el consulado coreano su ingreso al Perú, tuve que firmar una declaración que se está quedando en mi casa, como mi invitada, estamos esperando que migraciones peruanas le otorguen el permiso temporal de permanencia.
Si quisiera casarme con ella no puedo porque sigue casada en corea,
Así figura en el consulado coreano. Tiene que viajar a corea para regularizar su situación matrimonial y poder pedir un permiso del padre para traer a su pequeña.
Jiyu dice que por ahora no, más adelante quizás para agosto del próximo año.
Conocí a sus padres por video llamada, se asombraron de saber que se encontraba en Perú, con una nueva familia, Jiyu traducía todo lo que los señores decían, gritaron y se enojaron muy fuerte, después el padre de Jiyu antes de despedirnos, menciono que nada en este mundo sucede al azar, todo sucede día a día y ese es el destino que nosotros vamos construyendo, si él hubiera sabido cual sería el destino de Jiyu no hubiera dejado que viaje ella sola sin su hija. Nos dieron sus bendiciones y que las puertas de su casa estarán siempre abiertas para nosotros, su pequeña niña está bien cuidada por ellos.
El día 26 de octubre hizo un año que conocí a Jiyu en Neuquén Argentina en su pequeño local, cerca de la plaza Julio Argentino Roca, donde aprendí que un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo, que todo lo bueno que sucede en la vida, sucede por algo que cambio.
Mi vida cambio y el resultado final es la casualidad, y hoy es la casualidad de mi felicidad.
Compre un anillo de promesa, dirían mis hermanos y cuñadas, si ya es tu mujer para que, es ridículo, estoy agradecido con los que dijeron no, gracias a ellos lo hice, por nosotros que bien se siente dar un momento de felicidad a la persona que amas.
Ese día 26 salimos a cenar fuera de casa, estaba linda, Jiyu tenía una falda negra entallada ligeramente debajo de las rodillas, con una blusa color palo rosa, con una cinta de la misma blusa que le caía por el lado derecho, cabello suelto, maquillada levemente, zapatos de tacos altos, estaba radiante, para mi simplemente hermosa, a mitad de la cena me paro y le muestro el anillo, Jiyu, grito, salto, se emocionó hasta las lágrimas, me abrazo no le importo donde estábamos ni que hubiera personas extrañas para darme un gran beso, muchos besos, varios de los presentes aplaudieron, al retirarnos algunas personas nos deseaban lo mejor, suerte y bendiciones, terminamos la noche entre las sábanas del hotel Selina en Miraflores, donde hubo mucho amor y sexo.
No duda en demostrarme su amor en todo instante, un buen día mi hijo mayor invito a su flaca, su hermano y su flaca, Jiyu y yo, al shimaya a tomar ramen, estábamos comiendo cuando Jiyu muerde la mitad de un Rolls y el resto me lo da en la boca, todos se rieron Jiyu se puso colorada, se inclinaba y pedía perdón, muchas veces eso hace en algún restaurante cuando estamos los dos.
Cuando salimos de paseo, de compras, o algún centro comercial, me toma de la mano para entrar, en su cultura no se dan besos en público, Jiyu rompe esa regla, no le importa donde estemos.
Ella es mi yeojachingu, novia en coreano. Y la saranghae la amo.
Esta es mi vida en estos seis últimos meses de vivir con Jiyu, cada día que pasa me enamoro más de su forma de ser, sencilla, sin perjuicios, ni miedo al qué dirán, aprendí a conocer sus gestos, cuando se enoja cierra los ojos y voltea la cabeza, cuando algo no le sale bien pone sus labios como trompita, cuando esta nerviosa se muerde el labio inferior, cuando logra algo abre los ojos y hace la forma de corazón con sus dos manos, cuando esta alegre es difícil hacerla callar, simplemente es ella, es mi mundo o como diría Jiyu es nuestro mundo.
Jiyu nos unió más como familia solo con comprensión y mucha, pero mucha paciencia
Estoy próximo a viajar nuevamente a Argentina, pero esta vez solo por tres semanas Jiyu, dice, sabes que siempre hay muchas aventuras allí afuera esperando, yo estaré aquí para ti siempre
Elevo la mirada y una oración al cielo y le doy gracias al todo poderoso y a la vida de poner a esta hermosa mujer como mi compañera en este duro camino que es la vida.
El significado de su nombre en coreano es, mujer valerosa, hay que ser muy valiente, por todo lo que dejo atrás, renunciando a una vida casi echa, se arriesgó demasiado lejos y encontró, un amor entero, intenso, verdadero, estamos viviendo una luna de miel que ya dura seis meses, y va para más.
Creo que un hombre hace lo que puede para cambiar su destino, si no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.
Gracias a los cofras y a todos que nos desearon todos los parabienes y sus buenos deseos
Gamsahamnida, Jal gayo.
Tomo conciencia, es decir, trato de entender y de descifrar lo que me está pasando con esta interacción, concreta con la realidad, es como una travesía que hacemos, en diferentes ocasiones, en el camino de la vida, este es el recorrido que solemos hacer, de una u otra forma.
Hacen seis meses, llego a nuestra casa y entro en nuestras vidas, una mujer coreana de treinta y cinco años, llamada Jiyu, de carácter fuerte, fuerte en espíritu, pero muy sensible, es la mejor manera de describir a una mujer resiliente que hay que admirar de verdad. Porque el amor fue más grande que sus miedos, sus fuerzas fueron más grandes que sus dudas, peleo y tuvo la virtud de esperar por lo que realmente le lleno el alma.
Ha sido un tiempo aprendizaje. Para ella y para nosotros. Diferentes costumbres, valores culturales, creencias, ideas, objetivos, tradiciones, formas de comida, de celebrar fechas especiales, diferente forma de encarar la vida, de resolver problemas, diferentes interpretaciones de los significados en los idiomas, diferente lenguaje corporal, un choque cultural.
Aprendimos Jiyu y yo a ser tolerantes y a respetar las diferencias y características del otro.
Mi familia y yo aprendimos a conocer las costumbres de otra cultura. Que su sistema de valores, es la familia, la benevolencia, rectitud, responsabilidad, sabiduría, decoro.
La aceptación de mi madre fue lenta, difícil, por consejo de un amigo tuve que hablar muy fuerte con ella y recurrir a la biblia Genesis 2:24.
Jiyu aprendió a lidiar con el carácter de mi madre, en su cultura le tienen respeto al adulto mayor, los valores de la familia.
Jiyu a veces decía muy triste solo vine a cambiarte la vida, no hubiera venido.
Aprendimos a la construcción de vínculos para adoptar a una nueva integrante en nuestro entorno, como dirían mis hijos apareció en sus vidas, así de pronto sin haberla visto ni conocido antes, como seria en una relación normal, donde las cosas van pasando de a pocos.
Aprendimos a desarrollar nuestros lazos emocionales, hacia una persona, aceptarla, respetarla y quererla tal como es.
Aprendimos a compartir espacios materiales, pero los más importantes respetar los espacios personales.
La matriarca de la casa poco a poco le fue delegando autoridad, y que haceres de la casa, entendió que Jiyu llegó para quedarse, y acepto que ya no estoy solo, que comparto mi vida y mi cama con Jiyu, también acepto que algunos fines de semanas es solo para nosotros dos.
Aprendimos que, si bien es cierto que mi madre, abuela y madre para mis hijos fue la brújula que guio nuestro camino por muchos años, ahora hay una nueva inspiración para seguir en el camino, que nadie se queda atrás y a nadie se le olvida.
Fueron muy duras las seis primeras semanas.
Aprendimos que, con tiempo lo que hoy es difícil, mañana será un tesoro.
Aprendimos a divertirnos más en familia sin la tecnología moderna e interactuar sin importar las edades intergeneracionales.
Aprendí a conocer cuáles son mis mejores cualidades y limitaciones, y aceptarlas, aprendí,
a querer, amar, respetar a la persona que dejo todo, por estar a mi lado. eso no significa que sea una persona sumisa, ni conformista, ni que ha renunciado a sus sueños porque estos son los que nos marcan el camino a seguir y las metas por alcanzar, porque un guerrero, no es que siempre gana, es el que siempre lucha.
Mi madre acepto que sus bebes ya son jóvenes, por muchas insinuaciones de Jiyu acepto que traigan a sus enamoradas, y se vean en casa, mis hijos están felices.
Mis hijos volvieron aprender que podemos salir los cinco, ellos dos, mi madre, Jiyu y yo, en domingo, o feriados, a quemar gasolina sin ningún apuro, ni destino, solo el hecho de pasear y gozar en familia.
Aprendí a vivir sin un aparato de tv en el dormitorio, Jiyu fue lo primero que hizo al segundo día de llegar a casa, su filosofía es que el dormitorio es para la pareja, para tener tiempo de conversar, de tener más intimidad, descansar mejor, resolver problemas cotidianos, es algo que funciona muy bien con nosotros. Experimentamos con nuevos sabores y olores, con los aceites de masajes corporales, nuevas fragancias de aromaterapia, lubricantes con sabores, chocolate negro en el cuerpo, me baila desnuda, o en lencería, practicamos juegos en la cama, nuestra vida sexual esta tan activa como antes. Vivimos nuestra sexualidad más allá del contacto físico y lo expresamos atreves de fantasías, deseos, erotismo, desterramos los tabúes y perjuicios, de nuestra intimidad. Me sigue preparando te de canela, canela y kion, jugo de sandia y limón.
Aprendí a dejar el móvil en la puerta del dormitorio en una bolsita que Jiyu compro especialmente para ese fin, La opinión de Jiyu es. quien después de las diez quien te va a llamar del trabajo, todos están descansando y los amigos buenos están en sus casas.
En cuanto al dinero, quincenalmente le daba a mi madre una cantidad para los gastos de la casa, al poco tiempo que llego Jiyu, dice mi madre que el dinero no se lo de a ella, que se lo de mejor a mi mujer, para que ella se encargue, le digo a Jiyu que era ahora la encargada de administrar el dinero del gasto de la casa, su contestación fue que lo deje en una cajita como hacíamos en la argentina que ella tomaría lo necesario y que si sobraba lo guardamos
En este tiempo la veo más alegre, que ríe más, no la sonrisa que siempre está a flor de labios, la risa sonora, que expresa alegría, esta relajada, tranquila, bromea más con mis hijos el último de ellos le dice Jiyu no hermano, lo mira, me mira con esa forma tan de ella de poner los ojos y sonreír para contestar, no hermano ahora tu saber primero si hermano hacer.
Mi madre le dice hablas como ese muñeco de las galaxias, se refiere al maestro yoda
La presente a las amistades personales muchos quedaron asombrados porque nadie sabía de ella, también a los amigos de trabajo, en un compartir por fiestas patrias en la Cía. Donde laboro, fue la envidia de un par de damas, y la admiración de muchos caballeros.
Mis dos hermanos, sus esposas, y parte de la familia la conocieron durante la reunión por los 71 años de mi madre, la aceptación de ellos fue muy rápida y le hicieron bromas suaves, pesadas, Jiyu solo atinaba a mirarme y sonreír a los presentes, hasta que las enamoradas de mis hijos la salvaron de las preguntas indiscretas, demostró ser una buena anfitriona.
Se reúne con mis cuñadas, van de shopping a gamarra, al centro de lima. En el barrio chino hace de las suyas comprando cosas para hacer sus comidas coreanas, Jiyu aprendió a comer casi sin ají porque la comida coreana es un poco picante.
Jiyu dice que en argentina no tenía con quien hacer esas caminatas maratónicas viendo cosas ni visitando tiendas, todo es nuevo para mí.
A echo muy buenas migas con mis cuñadas que la están llamando para salir o simplemente para reunirse en nuestra casa o en la casa de alguna de ellas.
Aprendí que el dinero y las tarjetas se administran mejor siempre entre dos, Jiyu estableció un presupuesto mensual, establecimos un objetivo financiero juntos.
Mis hijos están aprendiendo coreano, Jiyu mejora su español esta es la ventaja de ser una pareja intercultural siempre, hay dos idiomas, dos gastronomías, dos familias en diferentes países, más adelante nuestra descendencia tendrá dos nacionalidades, siempre habrá dos de todo.
Mi madre está muy contenta con Jiyu dice que hace bastante tiempo no veía la casa así de limpia y ordenada.
Aprendimos a darle su espacio personal, festejamos sus pequeñas victorias, le demostramos empatía, y le damos nuestro apoyo y amor a Jiyu cuando esta triste, cuando se frustra, cuando tiene nostalgia por su familia, porque Jiyu se ganó a punta de mucho tesón y amor, el respeto y el amor de mi madre y el de mis hijos.
Salimos de paseo a Pachacamac, de paso por los viveros me lleno la camioneta de plantas, creo que por eso mi madre la quiere porque ambas comparten el mismo gusto de las plantitas.
Estuvimos fuera de casa varios fines de semana, fuimos al norte chico, la pasamos maravillosamente bien, Jiyu probo nuestra gastronomía norteña, quedo encantada.
En agosto tome vacaciones después de tres años, tomamos un tour de cinco días cuatro noches a la selva central, fue emocionante para Jiyu, gozar de los paisajes, pueblos, gentes comidas, nunca olvidaremos esta experiencia nueva para ella.
Por motivos personales hicimos un viaje a Tacna por tres semanas, durante este tiempo de viajes, aprendí que la felicidad no se mide por el dinero que tenemos o dejamos de tener, sino por esas cosas sencillas que nos da la vida, las risas, las conversaciones, los juegos, nuevos lugares, los paisajes, la variada gastronomía de nuestro Perú, las viejas y nuevas amistades que conoces, viajar con Jiyu fue una experiencia inolvidable que fortaleció nuestra relación llena de aprendizajes que recordaremos por siempre, entendimos cómo se hace más grande el amor por las experiencias malas o buenas que se viven con la persona que amas.
Estamos regularizando su situación en el Perú.
Ya está registrado en el consulado coreano su ingreso al Perú, tuve que firmar una declaración que se está quedando en mi casa, como mi invitada, estamos esperando que migraciones peruanas le otorguen el permiso temporal de permanencia.
Si quisiera casarme con ella no puedo porque sigue casada en corea,
Así figura en el consulado coreano. Tiene que viajar a corea para regularizar su situación matrimonial y poder pedir un permiso del padre para traer a su pequeña.
Jiyu dice que por ahora no, más adelante quizás para agosto del próximo año.
Conocí a sus padres por video llamada, se asombraron de saber que se encontraba en Perú, con una nueva familia, Jiyu traducía todo lo que los señores decían, gritaron y se enojaron muy fuerte, después el padre de Jiyu antes de despedirnos, menciono que nada en este mundo sucede al azar, todo sucede día a día y ese es el destino que nosotros vamos construyendo, si él hubiera sabido cual sería el destino de Jiyu no hubiera dejado que viaje ella sola sin su hija. Nos dieron sus bendiciones y que las puertas de su casa estarán siempre abiertas para nosotros, su pequeña niña está bien cuidada por ellos.
El día 26 de octubre hizo un año que conocí a Jiyu en Neuquén Argentina en su pequeño local, cerca de la plaza Julio Argentino Roca, donde aprendí que un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo, que todo lo bueno que sucede en la vida, sucede por algo que cambio.
Mi vida cambio y el resultado final es la casualidad, y hoy es la casualidad de mi felicidad.
Compre un anillo de promesa, dirían mis hermanos y cuñadas, si ya es tu mujer para que, es ridículo, estoy agradecido con los que dijeron no, gracias a ellos lo hice, por nosotros que bien se siente dar un momento de felicidad a la persona que amas.
Ese día 26 salimos a cenar fuera de casa, estaba linda, Jiyu tenía una falda negra entallada ligeramente debajo de las rodillas, con una blusa color palo rosa, con una cinta de la misma blusa que le caía por el lado derecho, cabello suelto, maquillada levemente, zapatos de tacos altos, estaba radiante, para mi simplemente hermosa, a mitad de la cena me paro y le muestro el anillo, Jiyu, grito, salto, se emocionó hasta las lágrimas, me abrazo no le importo donde estábamos ni que hubiera personas extrañas para darme un gran beso, muchos besos, varios de los presentes aplaudieron, al retirarnos algunas personas nos deseaban lo mejor, suerte y bendiciones, terminamos la noche entre las sábanas del hotel Selina en Miraflores, donde hubo mucho amor y sexo.
No duda en demostrarme su amor en todo instante, un buen día mi hijo mayor invito a su flaca, su hermano y su flaca, Jiyu y yo, al shimaya a tomar ramen, estábamos comiendo cuando Jiyu muerde la mitad de un Rolls y el resto me lo da en la boca, todos se rieron Jiyu se puso colorada, se inclinaba y pedía perdón, muchas veces eso hace en algún restaurante cuando estamos los dos.
Cuando salimos de paseo, de compras, o algún centro comercial, me toma de la mano para entrar, en su cultura no se dan besos en público, Jiyu rompe esa regla, no le importa donde estemos.
Ella es mi yeojachingu, novia en coreano. Y la saranghae la amo.
Esta es mi vida en estos seis últimos meses de vivir con Jiyu, cada día que pasa me enamoro más de su forma de ser, sencilla, sin perjuicios, ni miedo al qué dirán, aprendí a conocer sus gestos, cuando se enoja cierra los ojos y voltea la cabeza, cuando algo no le sale bien pone sus labios como trompita, cuando esta nerviosa se muerde el labio inferior, cuando logra algo abre los ojos y hace la forma de corazón con sus dos manos, cuando esta alegre es difícil hacerla callar, simplemente es ella, es mi mundo o como diría Jiyu es nuestro mundo.
Jiyu nos unió más como familia solo con comprensión y mucha, pero mucha paciencia
Estoy próximo a viajar nuevamente a Argentina, pero esta vez solo por tres semanas Jiyu, dice, sabes que siempre hay muchas aventuras allí afuera esperando, yo estaré aquí para ti siempre
Elevo la mirada y una oración al cielo y le doy gracias al todo poderoso y a la vida de poner a esta hermosa mujer como mi compañera en este duro camino que es la vida.
El significado de su nombre en coreano es, mujer valerosa, hay que ser muy valiente, por todo lo que dejo atrás, renunciando a una vida casi echa, se arriesgó demasiado lejos y encontró, un amor entero, intenso, verdadero, estamos viviendo una luna de miel que ya dura seis meses, y va para más.
Creo que un hombre hace lo que puede para cambiar su destino, si no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.
Gracias a los cofras y a todos que nos desearon todos los parabienes y sus buenos deseos
Gamsahamnida, Jal gayo.