blackhawk
Sargento
Esto sucedió hace mucho tiempo atrás, cuando aun era joven.
Mi madre se convirtió evangélica y me pedía que la acompañe a la iglesia. Yo siempre me negaba, pero como un día me lo pidió de muy buena manera, accedí.
Me llevó a una iglesia de esas que antes era un cine, uno de esos cine-teatros bien viejos y que hieden a humedad. En fin, aqui los Sabados se reunían un grupo de jovenes. Ahi fué donde conocí a Martha.
Martha tenía 2 años menos que yo, unos ojos achinados y una sonrisa entre tímida y pendeja. Tenía una carita de chibola, unos senos pequeños y una colita chiquita pero bien paradita.
La iglesia es grande, y sólo el salón principal es usado durante semanas: el mezzanine, parte de segundo piso, sotano etcs son utilizados los Domingos, pero el resto de semanas están completamente abandonados y medio oscuros.
Martha era una joven traviesa, muy cristiana pero muy traviesa. En una ocasión durante una reunion juvenil se sentó de una manera delante mío que me debaja el calzon completo. Me miraba y sonreía al ver mi cara de idiota con la baba que se me caía.
Desde es día supe que podría ser mía si hacia las cosas bien y bonito. El problema era que ella vivía en una zona recontra berraca y en un cono para colmo. Yo vivía en el otro cono. Y cuando eres joven las ganas te sobran pero la plata te falta. Creo que ambos sabíamos que si algo iría a pasar sería solo en las horas y dias que ambos ibamos a la iglesia. Pero en días que sólo iba poca gente.
Le comenzé a insinuar que venga durante semana, que ahi venía poca gente y que podriamos escaparnos durante un culto. Ella me dijo, vengo el Miércoles entonces... Y así quedamos. Hasta ese entonces no había pasado nada, ni siquiera un chape, solo de vez en cuando se sentaba de una manera para dejarme ver su ropa interior...
Ese Miércoles tardó una eternidad en llegar. Cuando por fín llegé me di cuenta que ella ya estaba ahí en la puerta, esperandome.
-Vamos a pasear- le dije - Por aqui podemos ir a un parque o caminar un poco
-Tengo una mejor idea me respondió - Sígueme - y entró a la iglesia... casi me revienta el hígado, pense que era una de esas cristianar recontra monses y que lo unico que iba a pasar es que nos ibamos a sentar juntos mientras escuchabamos al abuelo de Matusalén decir tontería y media. Pero ese no fué el caso. Miró a ambos lados y cruzó un pasadizo rapidamente hacia una escalera angosta y oscura que llevaba hacia un segundo piso.
Obviamente la seguí, ya en el segundo piso, sin decir ni una palabra me tomó de las manos y las puso en sus senos. Lanzó un suspiro como que hace tiempo que quería que la manoseen. Me tomó un par de segundos en recomponerme y darme cuenta de lo bueno que esto se iba a poner. La comenzé a besar mientras que trataba de buscar el broche de su sosten para quitárselo...
-No tengo brazier- me murmuró al oido.
Eso me puso a mil...
Mientras que en el fondo se escuchaba levemente la predica de la noche, ella y yo comenzamos a dar rienda suelta a nuestros mas bajos instintos.
Le dsabroché el pantalón y metí mi mano para sentir esa conchita ya toda mojadita y peludita. Lanzó un gemido que tuve que taparle la boca para que no me escuchen. Nos echamos en el suelo alfombrado y comenzé a besarle esos pezones pequeños pero durisimos. le puse la mano en la boca para que no grite, pero comenzó a meterse mis dedos en la boca y a chuparlos como indicando que quería verga.
No lo pensé dos veces y me desabroché el pantalón para ponerselo en la boca..
-Pero nunca he hecho esto, me puedes enseñar como se hace? a lo cual yo tambien tuve que sincerarme que nunca nadie me lo habia mamado, asi que no sabía que ni como.
Los dos nos reimos y nos miramos... que hacemos ahora? me dice
-No sé... le contesté y honestamente, yo pensé que ella tenía mas experiencia que yo, pero parece que ambos sabíamos de poco a nada sobre lo que todos deberian saber y bien....
-Es que como tu eres nuevo y no eres de la iglesia yo pense que tu sabias de todo esto...
-Es que como tu siempre me paras mostrando tu calzon, yo pense que tu conocias-le contesté
Nos reimos de nuevo.
-Aprenderemos juntos- le dije, ante lo cual asintió y comenzó a besarme la verga...no me la chupaba, pero me la besaba como si se hubiese templado de mi muñeco.
como nunca nadie me lo habia mamado, pues la jugada esa me gustó. De ahi como quien quiere y no quiere comenzó a hacerme una manuela que me encantó. Me incliné hacia su cuerpo y comenzé a jugar con su conchita... comenzó a mojarse y a pesar de la poca luz se podia ver en su cara como iba perdiendo la inocencia, como le comenzaba a gustar esa nueva sensación a la cual se volvería fanática, tal como se apreciará en relatos futuros...
Sentí que se venía tuve que taparle la boca con la otra mano y sentí como so mojó. Con la poca luz podia ver como su cuerpo se contorsionaba, podía sentir sus pezones pequeños pero duros pegados a mi y una mezcla entre dolor y placer. Me vine segundos despues, estre sus manos. Con mi chompa traté de limpiarme y limpiar sus manos y sus mejillas.
Y en eso escuchamos que la gente comenzaba a salir del culto.. corrimos abajo, con las justas para irnos de frente a los respectivos baños... yo a lavar las mangas de mi chompa como pude y ella a limpiarse y arreglarse..
A los minutos nos encontramos en el pasadizo y nos mezclamos con el resto de la gente como si nada.
-Donde estabas? Que pasó con tu chompa?
Se me cayó en el lavatorio má, por eso esta mojada.
Nos despedimos. Era joven y esta fue la primera vez que había sentido a una mujer.
Continuará......
Mi madre se convirtió evangélica y me pedía que la acompañe a la iglesia. Yo siempre me negaba, pero como un día me lo pidió de muy buena manera, accedí.
Me llevó a una iglesia de esas que antes era un cine, uno de esos cine-teatros bien viejos y que hieden a humedad. En fin, aqui los Sabados se reunían un grupo de jovenes. Ahi fué donde conocí a Martha.
Martha tenía 2 años menos que yo, unos ojos achinados y una sonrisa entre tímida y pendeja. Tenía una carita de chibola, unos senos pequeños y una colita chiquita pero bien paradita.
La iglesia es grande, y sólo el salón principal es usado durante semanas: el mezzanine, parte de segundo piso, sotano etcs son utilizados los Domingos, pero el resto de semanas están completamente abandonados y medio oscuros.
Martha era una joven traviesa, muy cristiana pero muy traviesa. En una ocasión durante una reunion juvenil se sentó de una manera delante mío que me debaja el calzon completo. Me miraba y sonreía al ver mi cara de idiota con la baba que se me caía.
Desde es día supe que podría ser mía si hacia las cosas bien y bonito. El problema era que ella vivía en una zona recontra berraca y en un cono para colmo. Yo vivía en el otro cono. Y cuando eres joven las ganas te sobran pero la plata te falta. Creo que ambos sabíamos que si algo iría a pasar sería solo en las horas y dias que ambos ibamos a la iglesia. Pero en días que sólo iba poca gente.
Le comenzé a insinuar que venga durante semana, que ahi venía poca gente y que podriamos escaparnos durante un culto. Ella me dijo, vengo el Miércoles entonces... Y así quedamos. Hasta ese entonces no había pasado nada, ni siquiera un chape, solo de vez en cuando se sentaba de una manera para dejarme ver su ropa interior...
Ese Miércoles tardó una eternidad en llegar. Cuando por fín llegé me di cuenta que ella ya estaba ahí en la puerta, esperandome.
-Vamos a pasear- le dije - Por aqui podemos ir a un parque o caminar un poco
-Tengo una mejor idea me respondió - Sígueme - y entró a la iglesia... casi me revienta el hígado, pense que era una de esas cristianar recontra monses y que lo unico que iba a pasar es que nos ibamos a sentar juntos mientras escuchabamos al abuelo de Matusalén decir tontería y media. Pero ese no fué el caso. Miró a ambos lados y cruzó un pasadizo rapidamente hacia una escalera angosta y oscura que llevaba hacia un segundo piso.
Obviamente la seguí, ya en el segundo piso, sin decir ni una palabra me tomó de las manos y las puso en sus senos. Lanzó un suspiro como que hace tiempo que quería que la manoseen. Me tomó un par de segundos en recomponerme y darme cuenta de lo bueno que esto se iba a poner. La comenzé a besar mientras que trataba de buscar el broche de su sosten para quitárselo...
-No tengo brazier- me murmuró al oido.
Eso me puso a mil...
Mientras que en el fondo se escuchaba levemente la predica de la noche, ella y yo comenzamos a dar rienda suelta a nuestros mas bajos instintos.
Le dsabroché el pantalón y metí mi mano para sentir esa conchita ya toda mojadita y peludita. Lanzó un gemido que tuve que taparle la boca para que no me escuchen. Nos echamos en el suelo alfombrado y comenzé a besarle esos pezones pequeños pero durisimos. le puse la mano en la boca para que no grite, pero comenzó a meterse mis dedos en la boca y a chuparlos como indicando que quería verga.
No lo pensé dos veces y me desabroché el pantalón para ponerselo en la boca..
-Pero nunca he hecho esto, me puedes enseñar como se hace? a lo cual yo tambien tuve que sincerarme que nunca nadie me lo habia mamado, asi que no sabía que ni como.
Los dos nos reimos y nos miramos... que hacemos ahora? me dice
-No sé... le contesté y honestamente, yo pensé que ella tenía mas experiencia que yo, pero parece que ambos sabíamos de poco a nada sobre lo que todos deberian saber y bien....
-Es que como tu eres nuevo y no eres de la iglesia yo pense que tu sabias de todo esto...
-Es que como tu siempre me paras mostrando tu calzon, yo pense que tu conocias-le contesté
Nos reimos de nuevo.
-Aprenderemos juntos- le dije, ante lo cual asintió y comenzó a besarme la verga...no me la chupaba, pero me la besaba como si se hubiese templado de mi muñeco.
como nunca nadie me lo habia mamado, pues la jugada esa me gustó. De ahi como quien quiere y no quiere comenzó a hacerme una manuela que me encantó. Me incliné hacia su cuerpo y comenzé a jugar con su conchita... comenzó a mojarse y a pesar de la poca luz se podia ver en su cara como iba perdiendo la inocencia, como le comenzaba a gustar esa nueva sensación a la cual se volvería fanática, tal como se apreciará en relatos futuros...
Sentí que se venía tuve que taparle la boca con la otra mano y sentí como so mojó. Con la poca luz podia ver como su cuerpo se contorsionaba, podía sentir sus pezones pequeños pero duros pegados a mi y una mezcla entre dolor y placer. Me vine segundos despues, estre sus manos. Con mi chompa traté de limpiarme y limpiar sus manos y sus mejillas.
Y en eso escuchamos que la gente comenzaba a salir del culto.. corrimos abajo, con las justas para irnos de frente a los respectivos baños... yo a lavar las mangas de mi chompa como pude y ella a limpiarse y arreglarse..
A los minutos nos encontramos en el pasadizo y nos mezclamos con el resto de la gente como si nada.
-Donde estabas? Que pasó con tu chompa?
Se me cayó en el lavatorio má, por eso esta mojada.
Nos despedimos. Era joven y esta fue la primera vez que había sentido a una mujer.
Continuará......