lunatacas
Comandante
Esposa Infiel… mi historia con Elizabeth (Eli)
Como les comenté en un relato anterior conocí a Elizabeth cuando recogía a mi ex de una fiesta.
Eli de lindo rostro, de contextura delgada, 1.70 m de altura, tez blanca y cabello lacio castaño claro, con un buen par de tetas, piernas largas y torneadas (ha practicado deporte), 21 años y tiene un hijo pequeño producto de su relación con el ya famoso Erick, quien no se hace cargo del niño y tampoco le pasa pensión alguna.
Eli, es la menor de 4 hermanos, la única mujer y cuando apenas empezaba la universidad salió embarazada y la botaron de su casa, la paso mal; pero ha sabido capear el temporal y ha logrado terminar una carrera técnica y ya trabaja cerca de 02 años en una institución educativa como administrativa.
Con el nacimiento de su hijo, reestableció nexos con su madre y ahora la apoya con el cuidado del niño.
Mi ex siempre me hablaba de ella, trabajan juntas, ya que como era casi niña (llego de 19 años) y le tenía bastante consideración, siendo buenas amigas.
Eli había mantenido una relación con Erick (padre de su hijo) desde que cumplió 17 años, hasta que salió embarazada y él termino la relación y no se hizo cargo del niño.
Paso el tiempo y por circunstancias de la vida terminan trabajando juntos en la misma institución. Ella seguía enamorada de él, situación que aprovechaba para no cumplir con la pensión del niño.
En este contexto es donde entra mi ex, ya que a sabiendas de todo lo sucedido, Patty le daba alas a Erick; hasta que empezaron una relación que cambió la vida de todos.
Eli, estaba muy herida con la actitud de mi ex respecto a Erick y como una niña a la que le quitan su juguete favorito busco la manera de devolver el golpe, encontrándome en el camino…
Una mujer herida en su amor propio es una verdadera bomba de tiempo, esta niña, planifico su estrategia con suma cautela y precisión milimétrica, no dejaba detalle alguno en el aire y sabia en que momento dar los golpes para que duelan más. Se convirtió en una mujer cautelosa y calculadora para todos sus actos.
Mayores detalles no son necesarios y directo a continuar la historia, desde donde hice un paréntesis…
Ingresamos a su departamento, no sin antes preguntar por su hijo, no te preocupes Lunatacas él esta con mi mamá esta semana – contesto Eli.
Estaba hecho una , no lo voy a negar, quería reventar a golpes a alguien más que tener sexo con Eli. Las cosas se dieron en ese momento y a pesar de haberme concientizado no estaba mentalmente preparado para ese duro golpe.
Eli supo dominar la situación, sabiendo cómo controlar mi ira y cólera, canalizarla para no lastimar a nadie, incluyéndome.
Me acomode en el sofá grande de la sala, mientras Eli servía abría un doble black, sacaba hielo y buscaba un par de vasos, le pregunte si podía fumar y me dijo que no habría problema.
Me tome una botella y media acompañada de 2 cajetillas de cigarros y no recuerdo más… me desperté como a las 2 de la tarde, del día siguiente en la cama de Eli, con un dolor de cabeza de la PM, mire a mi alrededor y había una nota sobre el velador que decía: Llámame en cuanto puedas, ¿para saber cómo estás?
Cogí mi celular y la llame, Hola Lunatacas ¿estas bien? ¿te duele algo? En la refrigeradora hay comida sírvete con confianza estás en tu casa – habló Eli.
Linda estoy confundido, me duele mucho la cabeza y no sé qué paso anoche – conteste.
Lunatacas, te quedaste dormido y normal, yo no he tomado mucho, porque tenía que trabajar, puedes esperarme para conversar y terminar lo que empezamos ayer. Por cierto, tu queridísima Patty ni se ha dado cuenta que no has llegado a dormir ayer – comento Eli.
Linda, me voy a casa me cambio y nos encontramos más tarde, ok – le conteste; corte la llamada y me salí del depa, deje mi auto porque si me pescaba un policía me iba a ir mal.
Llegue a casa, mis hijos me preguntaron ¿A dónde había estado? ¿Por qué estaba sin auto? ¿Por qué no había llamado para avisar? Y toda clase de preguntas, sólo atine a sonreír y no contestar nada.
Estaba un poco ido, veía continuamente las imágenes del show de Patty con su amigo cariñoso. El sonido de mi celular me devolvió a la realidad, era Patty para avisar que iba a llegar tarde – para lo que me importaba – llame a mi mamá para que se quede con los chicos, me duche y cambie de ropa, espere que llegue para salir.
Llame a Eli, le indique donde encontrarnos y nos fuimos a cenar, no había comido nada en todo el día y estaba hambriento.
Durante la cena se me explico al detalle de lo ocurrido en la noche anterior, el alcohol hizo que expresará mi cólera e ira, Eli supo lidiar con este tema y me controlo en todo momento, dejo que el alcohol haga su trabajo; terminamos de cenar y nos fuimos a su departamento, nos sentamos en la sala, ella sentada a mi lado, me ofreció algo de beber, lo cual decline por el resultado de la noche anterior.
Eli me observaba de manera detenidamente y me dice: ¡Mira lo que tienes delante! ¡Te gusta! ¡Es todo tuyo!, aprovéchalo que hoy está en oferta, acerca su rostro al mío y me ofrece sus labios para darnos pequeños picos y con una sonrisa coqueta y mordida de labios rompió el formalismo.
Le tome el rostro para besarla mejor, nuestras lenguas se cruzaron para empezar a doblegarse entre ellas, su respiración se hizo más fuerte, Eli me desabotona la camisa, suelta mi correa y el botón del pantalón, continuamos besándonos, ataque su cuello y orejas, ella temblaba, parece que su punto débil ha sido expuesto, exclama ahhhhhh, ahhhhhh, sigue, sigue.
Eli me separa de ella, para poder quitarme la camisa, aprovecho para levantar su blusa y sacársela, pudiendo apreciar el contraste del brassier con su piel blanca, algo llamativo porque tiene una tonalidad rosácea, agradable a la vista, sobre la marcha libere sus tetas, preciosas tetas, redondas, con una aureola rosada y coronadas por un pezón del mismo color, que me recibió erecto, síntoma innegable de su excitación.
Introduje su pezón en mi boca, para empezar a succionarlo, hummmmm, hummmmm, sigue, sigue, Lunatacas, despacio no me lastimes, soy muy sensible, ahhhhhh, ahhhhhh en esa zona ahhhhhh – susurraba Eli, procedí a chuparlos esmeradamente amasándolos con mis manos, ahhhhhh, ahhhhhh, que bien se siente, uy, ahhhhhh, ahhhhhh, Lunatacas que bien se siente.
Eli se separa de mí y de la mano me lleva hacia su cuarto, se sienta sobre la cama de dos plazas, me baja el pantalón y el bóxer, hummmmm, Lunatacas que buena pinga que tienes, no tiene capullo (soy circuncidado), toda esa cabezota – exclamó Eli, procediendo a metérselo en la boca, se sentía cálido, comenzó a succionarlo suavemente, despacio, sin apuros, lamía y besaba el glande, succionaba suavemente, lo ensalivaba… uffffffff agradable sensación, se esmeraba y lo mejor era que no dejaba de mirarme en ningún momento; su mano derecha no dejaba de recorrer toda la extensión de mi verga. Soltó mi glande y visito mis testículos, lamiendo el escroto y luego chupando cada testículo, para regresar a dos manos y escupir y hacerme una paja de campeonato, se lo introdujo todo lo que pudo en la boca, dio un par de arcadas y eso la contuvo, lamiendo y succionando toda la extensión de mi verga, sin dejar de pajearme con sus manos. Su lengua hacia estragos en mi verga, por un momento casi me vengo, tuve que detenerla, haciendo que se ponga de pie.
La bese, nuestras lenguas se entrelazaron, aproveche para desabotonar su pantalón y dejarla en ropa interior, su vuelta de rigor para observar mejor el material, su ropa era un conjunto llamativo, que contrastaba con su rosada piel; saque su trusa y la eche sobre la cama, besándola, mordisqueando sus orejas, besando su cuello, arrancándole suaves quejidos, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, que bien se siente, volviéndola a besar, baje hacia sus tetas, mordí, succione, lamí, jugué con sus ellas y sus rosados pezones; seguí bajando por su abdomen, juguete con el ombligo y alrededores. Lograba arrancar pequeños quejidos a Eli ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh.
Continúe con mi incursión, llegando a la zona deseada, encontrando una bien cuidada zona, depilada al estilo brasileño, vellos castaños oscuros, bien cuidados, los acaricie suavemente, mis dedos recorrieron sus labios mayores y sentí como se abrían a mi paso, algo de humedad en la zona, propia de la excitación del momento.
Me agaché y abrí sus bien formadas piernas, besé sus torneados y rosados muslos, mi lengua se abrió paso entre sus rosados labios mayores, para darles un prolongado beso, sentí su sabor. Ohhhhhhhh, ahhhhhhhhh, hummmmm, Lunatacas que bien se siente, Ohhhhhhhh, Ohhhhhhhh, Ohhhhhhhh, continua así.
Eli con sus dedos separo sus labios mayores para hacer más fácil mi labor, mi lengua penetraba su orificio, lo besaba, con mis labios rodee su clítoris y lo succione. Ohhhhhhhh, ahhhhhhhhh, hummmmm, Lunatacas no te detengas, que bien se siente, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh.
Luego de estimular su clítoris, le recogí las piernas e hice que levante el torso y pegue su espalda baja contra mi pecho, dejándola prácticamente apoyada en su cabeza y cuello, mientras con mis manos la sostenía por el abdomen, le pedí que recoja y abra las piernas, esta posición dejaba a mi disposición toda la zona de su vulva, incluyendo su arrugado y marrón *.
¡Hey! ¿qué vas a hacer Lunatacas? – preguntó Eli. Mi lengua se abrió paso entre sus labios mayores y forzando la entrada a su vagina, ahora no sólo lamia sino también besaba y podía atacar el clítoris o lamer su perineo. Eli se masajeaba las tetas con sus manos.
Retrocedí un poco para atacarle el *, en la primera pasada, hummmmmm, hummmmmm, no hagas eso, noooooooooooo, hummmmmm, hummmmmm, su respectivo beso negro y mi lengua tratando de penetrarla, bajando nuevamente al perineo. Note que su * ya había sido recorrido.
La posición le paso factura a Eli, y tuve que dejarla ir, se acomodó y me invito a que me eche, ella se montó sobre mí, entendí la situación, empezamos con un 69, y que tal 69, cada lengüetazo que daba en su vulva, hacía que ella acelere el ritmo de sus mamadas; en cada estimulación de su clítoris lograba un mejor rendimiento de su lengua sobre mi verga, ufffffff, que bien se siente la lengua de Eli rodeándome la verga. Ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, sigue, sigue, no te detengas, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh – exclamaba Eli, estaba a punto de alcanzar el clímax, cuando sonó el maldito celular – sacándola de su zona de confort, trate de retenerla, Lunatacas es Patty, algo debe de haber pasado – me dijo Eli. Mientras hablaban cosas de su trabajo, aproveche para meterle el dedo y mantenerla excitada, haciendo que ella emitiera algunos quejidos, situación que no le fue extraña a Patty; se despidieron, Eli volvió a la cama y me recrimino por lo que le había hecho, no le di mucho tiempo y la tumbé sobre la cama jale sus piernas, la pegue lo más que pude a mi cuerpo, la bese para que se calle y fui correspondido.
Ha llegado el momento, Eli recogió y abrió sus piernas, coloque mi glande en la entrada de su vulva y ella con sus dedos abría los labios mayores, facilitando la penetración, hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, que rico – susurro Eli. Incremente el ritmo de la penetración poco a poco, la sensación de estar dentro de Eli era diferente, es bastante estrecha, muy cálida y está por demás decirlo muy ardiente.
Lunatacas, quiero que disfrutes de este momento único, que no me olvides, pase lo que pase, hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, que rico, sigue, sigue – susurraba en mi oído Eli. No te preocupes por eyacular dentro de mí, aún tengo la T. Escuchado esto incremente la fuerza y ritmo de mi penetración, a su vez ella movía sus caderas para acompasar mi ritmo.
Ahhhhhhhh, ohhhhhhhh, hummmmm, sigue, sigue, que bien se siente – susurraba Eli, sin dejar de moverse, ya acompasados en el ritmo del meter y sacar. Con sus largas piernas ha rodeado mis nalgas y no deja que me separe mucho, con sus tobillos empuja para que la penetración sea más profunda.
Me incorpore para poder levantar sus piernas y cogerlas por los talones, volviendo a penetrarla, mientras ella se amasaba las tetas, el panorama era el mejor, podía ver las contracciones de su abdomen y el rebotar de sus tetas en cada embestida, se sentía más estrecha y caliente, a pesar de haber tenido un hijo por parto natural… imagino que tan estrecha debe haber sido antes.
Solté sus talones y la tomé por las piernas a la altura de la rodilla, sin dejar de penetrarla; hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, Eli clavaba sus uñas en mis antebrazos, cerraba los ojos y mordía sus labios, empezábamos a sudar producto del movimiento y la velocidad de la penetración. Eli estaba agitada y cada vez mordía más su labio inferior, hasta que… siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, Eli alcanzó el clímax del orgasmo, soltando una gran cantidad de fluidos, relajándose, podía sentir como su vagina se contraía en cada exclamación, no le di tiempo a recuperarse, y me abalancé sobre sus tetas, las había descuidado mucho tiempo.
Primero ataque la derecha, succionando su pezón, besando la aureola, y mordisqueando todo el contorno, para luego pasar a la izquierda, coloque sus largas piernas en mis hombros y comencé a bombear.
Lunatacas, no, no hagas eso, estoy muy sensible ahora, no, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, seguí penetrándola con mayor intensidad, en cada envión podía sentir como algo me frenaba y Eli sólo aguantaba, ahora sentía más apretada mi verga, la calidez de su vagina es mayor y la resistencia que ofrecía se veía desbordada en cada envión.
Levante un poco sus caderas, apoye mis manos a los costados de su cabeza, mientras Eli con sus manos trataba inútilmente de detener la penetración, con sus rodillas presionaba sus tetas, en cada embestida, mordía su labio inferior y blanqueaba los ojos, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, incrementaba el ritmo de su respiración, a la vez que la taladraba con más fuerza, hasta que sentí esa corriente que baja desde la medula hacia la columna y termina con una explosión liberada por una fuerte descarga, seguida por más de menor intensidad, solté la piernas de Eli y prácticamente caí sobre su pecho, ambos con la respiración entre cortada y agitados, nos dimos un alto para poder besarnos, ella me rodeo con sus piernas y una de sus manos acariciaba mi rostro.
Lunatacas, que bueno estuvo, hemos llegado juntos – me dijo Eli, ¿Ah, en qué momento? ¿Cuándo, que no me di cuenta? – atiné a decirle. Tontito, llegamos juntos, y no te has dado cuenta, seguía acariciando mi cabello, es la primera vez que llego en esa pose y no está nada mal, se ha sentido muy rico – me respondió Eli.
Usualmente me separo de mi eventual pareja luego de llegar; pero con ella no lo quise hacer, fue una sensación extraña permanecer unido a Eli, por un largo tiempo, seguimos besándonos y conversando cosas sin sentido, dándonos mutuas caricias y elogios, sin que nos importe lo que ocurra a nuestro alrededor.
Eli fue la que me pidió que me suelte, para poder ir a lavarse, lo hice con desgano, como no queriendo acabar ese momento o dicho de mejor manera queriendo prolongar ese lazo. Ella cogió mi mano para que la acompañe al baño, nos duchamos y enjabonamos dejando limpio cada rincón de nuestros cuerpos, salimos sólo con las toallas amarradas en nuestra cintura de regreso a la cama.
Eli agarro con su mano derecha mi verga y comenzó a pajearme, dándome una buena mamada, dejando a mi soldado listo para el siguiente round.
Esta vez ella se sentó sobre mí, con su mano dirigió mi verga hacia la entrada de su vagina, la acomodo y se la introdujo, hummmmm, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, esta durita Lunatacas, que rico, siento tu cabezota, que rica pinga que tienes - exclamó Eli, ofreciéndome sus tetas, las mismas que me recibían con sus pezones erectos, succione, lamí, mordí, ensalive a mi antojo, apoyada en sus pies subía y bajaba a su antojo, controlaba toda la penetración.
Que rico, sí, siiiiiii, siiiiiii, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, ahora sus piernas me rodeaban por la cintura, controlando la penetración una vez más, atacaba su cuello y trataba de besarla, Lunatacas, ¡Que bien se siente!, que rico, no te detengas, sigue así, ponlo duro, durito, que rico, ¡que rico! nuestras lenguas trataban de juntarse en el camino y largos besos eran el pináculo de la penetración.
Me empujó haciendo que me acuesta, recogió las rodillas y comenzó a cabalgarme, con mis manos amasaba sus tetas, por momentos hacia que se acerque para poder morder y chuparle las tetas, de paso que la besaba y aprovechaba para incrementar el ritmo de la penetración, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, siiiiiii, que rico, siiiiiii, que rico, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, Lunatacas no dejes de moverte, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh.
Estábamos en lo mejor, cuando nos interrumpió el sonido de su celular, Eli se soltó y a gatas sobre la cama la recorrió para contestarlo, que hermosa visión al ver expuesto su trasero y la vulva algo expuesta con los labios abiertos, Aló hola Patty, ahhhhhhhh, me había colocado tras ella y sin previo aviso se la mande a guardar en esa posición, de perrito, dime Patty, ahhhhhhhh, que necesitas ahhhhhhhh, ¡no! Estoy bien, ahhhhhhhh, sólo que mi pierna esta adormecida, ahhhhhhhh, incremente el ritmo, haciendo ese sonido peculiar de dos cuerpos en combate, Eli trataba de concentrarse en la llamada, mis embestidas no dejaban que lo haga, se mordía los labios tratando de no gemir, pero le era imposible, seguí bombeándola, Eli, grito calambre, calambre y corto la llamada. Sin soltarse, volteo a mirarme y decirme; ¡Si te detienes te mató! Jajajajaja, la agarre con firmeza de las caderas y con movimientos ondulatorios continúe la penetración.
Como les comenté en un relato anterior conocí a Elizabeth cuando recogía a mi ex de una fiesta.
Eli de lindo rostro, de contextura delgada, 1.70 m de altura, tez blanca y cabello lacio castaño claro, con un buen par de tetas, piernas largas y torneadas (ha practicado deporte), 21 años y tiene un hijo pequeño producto de su relación con el ya famoso Erick, quien no se hace cargo del niño y tampoco le pasa pensión alguna.
Eli, es la menor de 4 hermanos, la única mujer y cuando apenas empezaba la universidad salió embarazada y la botaron de su casa, la paso mal; pero ha sabido capear el temporal y ha logrado terminar una carrera técnica y ya trabaja cerca de 02 años en una institución educativa como administrativa.
Con el nacimiento de su hijo, reestableció nexos con su madre y ahora la apoya con el cuidado del niño.
Mi ex siempre me hablaba de ella, trabajan juntas, ya que como era casi niña (llego de 19 años) y le tenía bastante consideración, siendo buenas amigas.
Eli había mantenido una relación con Erick (padre de su hijo) desde que cumplió 17 años, hasta que salió embarazada y él termino la relación y no se hizo cargo del niño.
Paso el tiempo y por circunstancias de la vida terminan trabajando juntos en la misma institución. Ella seguía enamorada de él, situación que aprovechaba para no cumplir con la pensión del niño.
En este contexto es donde entra mi ex, ya que a sabiendas de todo lo sucedido, Patty le daba alas a Erick; hasta que empezaron una relación que cambió la vida de todos.
Eli, estaba muy herida con la actitud de mi ex respecto a Erick y como una niña a la que le quitan su juguete favorito busco la manera de devolver el golpe, encontrándome en el camino…
Una mujer herida en su amor propio es una verdadera bomba de tiempo, esta niña, planifico su estrategia con suma cautela y precisión milimétrica, no dejaba detalle alguno en el aire y sabia en que momento dar los golpes para que duelan más. Se convirtió en una mujer cautelosa y calculadora para todos sus actos.
Mayores detalles no son necesarios y directo a continuar la historia, desde donde hice un paréntesis…
Ingresamos a su departamento, no sin antes preguntar por su hijo, no te preocupes Lunatacas él esta con mi mamá esta semana – contesto Eli.
Estaba hecho una , no lo voy a negar, quería reventar a golpes a alguien más que tener sexo con Eli. Las cosas se dieron en ese momento y a pesar de haberme concientizado no estaba mentalmente preparado para ese duro golpe.
Eli supo dominar la situación, sabiendo cómo controlar mi ira y cólera, canalizarla para no lastimar a nadie, incluyéndome.
Me acomode en el sofá grande de la sala, mientras Eli servía abría un doble black, sacaba hielo y buscaba un par de vasos, le pregunte si podía fumar y me dijo que no habría problema.
Me tome una botella y media acompañada de 2 cajetillas de cigarros y no recuerdo más… me desperté como a las 2 de la tarde, del día siguiente en la cama de Eli, con un dolor de cabeza de la PM, mire a mi alrededor y había una nota sobre el velador que decía: Llámame en cuanto puedas, ¿para saber cómo estás?
Cogí mi celular y la llame, Hola Lunatacas ¿estas bien? ¿te duele algo? En la refrigeradora hay comida sírvete con confianza estás en tu casa – habló Eli.
Linda estoy confundido, me duele mucho la cabeza y no sé qué paso anoche – conteste.
Lunatacas, te quedaste dormido y normal, yo no he tomado mucho, porque tenía que trabajar, puedes esperarme para conversar y terminar lo que empezamos ayer. Por cierto, tu queridísima Patty ni se ha dado cuenta que no has llegado a dormir ayer – comento Eli.
Linda, me voy a casa me cambio y nos encontramos más tarde, ok – le conteste; corte la llamada y me salí del depa, deje mi auto porque si me pescaba un policía me iba a ir mal.
Llegue a casa, mis hijos me preguntaron ¿A dónde había estado? ¿Por qué estaba sin auto? ¿Por qué no había llamado para avisar? Y toda clase de preguntas, sólo atine a sonreír y no contestar nada.
Estaba un poco ido, veía continuamente las imágenes del show de Patty con su amigo cariñoso. El sonido de mi celular me devolvió a la realidad, era Patty para avisar que iba a llegar tarde – para lo que me importaba – llame a mi mamá para que se quede con los chicos, me duche y cambie de ropa, espere que llegue para salir.
Llame a Eli, le indique donde encontrarnos y nos fuimos a cenar, no había comido nada en todo el día y estaba hambriento.
Durante la cena se me explico al detalle de lo ocurrido en la noche anterior, el alcohol hizo que expresará mi cólera e ira, Eli supo lidiar con este tema y me controlo en todo momento, dejo que el alcohol haga su trabajo; terminamos de cenar y nos fuimos a su departamento, nos sentamos en la sala, ella sentada a mi lado, me ofreció algo de beber, lo cual decline por el resultado de la noche anterior.
Eli me observaba de manera detenidamente y me dice: ¡Mira lo que tienes delante! ¡Te gusta! ¡Es todo tuyo!, aprovéchalo que hoy está en oferta, acerca su rostro al mío y me ofrece sus labios para darnos pequeños picos y con una sonrisa coqueta y mordida de labios rompió el formalismo.
Le tome el rostro para besarla mejor, nuestras lenguas se cruzaron para empezar a doblegarse entre ellas, su respiración se hizo más fuerte, Eli me desabotona la camisa, suelta mi correa y el botón del pantalón, continuamos besándonos, ataque su cuello y orejas, ella temblaba, parece que su punto débil ha sido expuesto, exclama ahhhhhh, ahhhhhh, sigue, sigue.
Eli me separa de ella, para poder quitarme la camisa, aprovecho para levantar su blusa y sacársela, pudiendo apreciar el contraste del brassier con su piel blanca, algo llamativo porque tiene una tonalidad rosácea, agradable a la vista, sobre la marcha libere sus tetas, preciosas tetas, redondas, con una aureola rosada y coronadas por un pezón del mismo color, que me recibió erecto, síntoma innegable de su excitación.
Introduje su pezón en mi boca, para empezar a succionarlo, hummmmm, hummmmm, sigue, sigue, Lunatacas, despacio no me lastimes, soy muy sensible, ahhhhhh, ahhhhhh en esa zona ahhhhhh – susurraba Eli, procedí a chuparlos esmeradamente amasándolos con mis manos, ahhhhhh, ahhhhhh, que bien se siente, uy, ahhhhhh, ahhhhhh, Lunatacas que bien se siente.
Eli se separa de mí y de la mano me lleva hacia su cuarto, se sienta sobre la cama de dos plazas, me baja el pantalón y el bóxer, hummmmm, Lunatacas que buena pinga que tienes, no tiene capullo (soy circuncidado), toda esa cabezota – exclamó Eli, procediendo a metérselo en la boca, se sentía cálido, comenzó a succionarlo suavemente, despacio, sin apuros, lamía y besaba el glande, succionaba suavemente, lo ensalivaba… uffffffff agradable sensación, se esmeraba y lo mejor era que no dejaba de mirarme en ningún momento; su mano derecha no dejaba de recorrer toda la extensión de mi verga. Soltó mi glande y visito mis testículos, lamiendo el escroto y luego chupando cada testículo, para regresar a dos manos y escupir y hacerme una paja de campeonato, se lo introdujo todo lo que pudo en la boca, dio un par de arcadas y eso la contuvo, lamiendo y succionando toda la extensión de mi verga, sin dejar de pajearme con sus manos. Su lengua hacia estragos en mi verga, por un momento casi me vengo, tuve que detenerla, haciendo que se ponga de pie.
La bese, nuestras lenguas se entrelazaron, aproveche para desabotonar su pantalón y dejarla en ropa interior, su vuelta de rigor para observar mejor el material, su ropa era un conjunto llamativo, que contrastaba con su rosada piel; saque su trusa y la eche sobre la cama, besándola, mordisqueando sus orejas, besando su cuello, arrancándole suaves quejidos, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, que bien se siente, volviéndola a besar, baje hacia sus tetas, mordí, succione, lamí, jugué con sus ellas y sus rosados pezones; seguí bajando por su abdomen, juguete con el ombligo y alrededores. Lograba arrancar pequeños quejidos a Eli ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh.
Continúe con mi incursión, llegando a la zona deseada, encontrando una bien cuidada zona, depilada al estilo brasileño, vellos castaños oscuros, bien cuidados, los acaricie suavemente, mis dedos recorrieron sus labios mayores y sentí como se abrían a mi paso, algo de humedad en la zona, propia de la excitación del momento.
Me agaché y abrí sus bien formadas piernas, besé sus torneados y rosados muslos, mi lengua se abrió paso entre sus rosados labios mayores, para darles un prolongado beso, sentí su sabor. Ohhhhhhhh, ahhhhhhhhh, hummmmm, Lunatacas que bien se siente, Ohhhhhhhh, Ohhhhhhhh, Ohhhhhhhh, continua así.
Eli con sus dedos separo sus labios mayores para hacer más fácil mi labor, mi lengua penetraba su orificio, lo besaba, con mis labios rodee su clítoris y lo succione. Ohhhhhhhh, ahhhhhhhhh, hummmmm, Lunatacas no te detengas, que bien se siente, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh.
Luego de estimular su clítoris, le recogí las piernas e hice que levante el torso y pegue su espalda baja contra mi pecho, dejándola prácticamente apoyada en su cabeza y cuello, mientras con mis manos la sostenía por el abdomen, le pedí que recoja y abra las piernas, esta posición dejaba a mi disposición toda la zona de su vulva, incluyendo su arrugado y marrón *.
¡Hey! ¿qué vas a hacer Lunatacas? – preguntó Eli. Mi lengua se abrió paso entre sus labios mayores y forzando la entrada a su vagina, ahora no sólo lamia sino también besaba y podía atacar el clítoris o lamer su perineo. Eli se masajeaba las tetas con sus manos.
Retrocedí un poco para atacarle el *, en la primera pasada, hummmmmm, hummmmmm, no hagas eso, noooooooooooo, hummmmmm, hummmmmm, su respectivo beso negro y mi lengua tratando de penetrarla, bajando nuevamente al perineo. Note que su * ya había sido recorrido.
La posición le paso factura a Eli, y tuve que dejarla ir, se acomodó y me invito a que me eche, ella se montó sobre mí, entendí la situación, empezamos con un 69, y que tal 69, cada lengüetazo que daba en su vulva, hacía que ella acelere el ritmo de sus mamadas; en cada estimulación de su clítoris lograba un mejor rendimiento de su lengua sobre mi verga, ufffffff, que bien se siente la lengua de Eli rodeándome la verga. Ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, sigue, sigue, no te detengas, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh – exclamaba Eli, estaba a punto de alcanzar el clímax, cuando sonó el maldito celular – sacándola de su zona de confort, trate de retenerla, Lunatacas es Patty, algo debe de haber pasado – me dijo Eli. Mientras hablaban cosas de su trabajo, aproveche para meterle el dedo y mantenerla excitada, haciendo que ella emitiera algunos quejidos, situación que no le fue extraña a Patty; se despidieron, Eli volvió a la cama y me recrimino por lo que le había hecho, no le di mucho tiempo y la tumbé sobre la cama jale sus piernas, la pegue lo más que pude a mi cuerpo, la bese para que se calle y fui correspondido.
Ha llegado el momento, Eli recogió y abrió sus piernas, coloque mi glande en la entrada de su vulva y ella con sus dedos abría los labios mayores, facilitando la penetración, hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, que rico – susurro Eli. Incremente el ritmo de la penetración poco a poco, la sensación de estar dentro de Eli era diferente, es bastante estrecha, muy cálida y está por demás decirlo muy ardiente.
Lunatacas, quiero que disfrutes de este momento único, que no me olvides, pase lo que pase, hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, que rico, sigue, sigue – susurraba en mi oído Eli. No te preocupes por eyacular dentro de mí, aún tengo la T. Escuchado esto incremente la fuerza y ritmo de mi penetración, a su vez ella movía sus caderas para acompasar mi ritmo.
Ahhhhhhhh, ohhhhhhhh, hummmmm, sigue, sigue, que bien se siente – susurraba Eli, sin dejar de moverse, ya acompasados en el ritmo del meter y sacar. Con sus largas piernas ha rodeado mis nalgas y no deja que me separe mucho, con sus tobillos empuja para que la penetración sea más profunda.
Me incorpore para poder levantar sus piernas y cogerlas por los talones, volviendo a penetrarla, mientras ella se amasaba las tetas, el panorama era el mejor, podía ver las contracciones de su abdomen y el rebotar de sus tetas en cada embestida, se sentía más estrecha y caliente, a pesar de haber tenido un hijo por parto natural… imagino que tan estrecha debe haber sido antes.
Solté sus talones y la tomé por las piernas a la altura de la rodilla, sin dejar de penetrarla; hummmmm, ohhhhhhhh, ohhhhhhhh, Eli clavaba sus uñas en mis antebrazos, cerraba los ojos y mordía sus labios, empezábamos a sudar producto del movimiento y la velocidad de la penetración. Eli estaba agitada y cada vez mordía más su labio inferior, hasta que… siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, Eli alcanzó el clímax del orgasmo, soltando una gran cantidad de fluidos, relajándose, podía sentir como su vagina se contraía en cada exclamación, no le di tiempo a recuperarse, y me abalancé sobre sus tetas, las había descuidado mucho tiempo.
Primero ataque la derecha, succionando su pezón, besando la aureola, y mordisqueando todo el contorno, para luego pasar a la izquierda, coloque sus largas piernas en mis hombros y comencé a bombear.
Lunatacas, no, no hagas eso, estoy muy sensible ahora, no, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, seguí penetrándola con mayor intensidad, en cada envión podía sentir como algo me frenaba y Eli sólo aguantaba, ahora sentía más apretada mi verga, la calidez de su vagina es mayor y la resistencia que ofrecía se veía desbordada en cada envión.
Levante un poco sus caderas, apoye mis manos a los costados de su cabeza, mientras Eli con sus manos trataba inútilmente de detener la penetración, con sus rodillas presionaba sus tetas, en cada embestida, mordía su labio inferior y blanqueaba los ojos, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, incrementaba el ritmo de su respiración, a la vez que la taladraba con más fuerza, hasta que sentí esa corriente que baja desde la medula hacia la columna y termina con una explosión liberada por una fuerte descarga, seguida por más de menor intensidad, solté la piernas de Eli y prácticamente caí sobre su pecho, ambos con la respiración entre cortada y agitados, nos dimos un alto para poder besarnos, ella me rodeo con sus piernas y una de sus manos acariciaba mi rostro.
Lunatacas, que bueno estuvo, hemos llegado juntos – me dijo Eli, ¿Ah, en qué momento? ¿Cuándo, que no me di cuenta? – atiné a decirle. Tontito, llegamos juntos, y no te has dado cuenta, seguía acariciando mi cabello, es la primera vez que llego en esa pose y no está nada mal, se ha sentido muy rico – me respondió Eli.
Usualmente me separo de mi eventual pareja luego de llegar; pero con ella no lo quise hacer, fue una sensación extraña permanecer unido a Eli, por un largo tiempo, seguimos besándonos y conversando cosas sin sentido, dándonos mutuas caricias y elogios, sin que nos importe lo que ocurra a nuestro alrededor.
Eli fue la que me pidió que me suelte, para poder ir a lavarse, lo hice con desgano, como no queriendo acabar ese momento o dicho de mejor manera queriendo prolongar ese lazo. Ella cogió mi mano para que la acompañe al baño, nos duchamos y enjabonamos dejando limpio cada rincón de nuestros cuerpos, salimos sólo con las toallas amarradas en nuestra cintura de regreso a la cama.
Eli agarro con su mano derecha mi verga y comenzó a pajearme, dándome una buena mamada, dejando a mi soldado listo para el siguiente round.
Esta vez ella se sentó sobre mí, con su mano dirigió mi verga hacia la entrada de su vagina, la acomodo y se la introdujo, hummmmm, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, esta durita Lunatacas, que rico, siento tu cabezota, que rica pinga que tienes - exclamó Eli, ofreciéndome sus tetas, las mismas que me recibían con sus pezones erectos, succione, lamí, mordí, ensalive a mi antojo, apoyada en sus pies subía y bajaba a su antojo, controlaba toda la penetración.
Que rico, sí, siiiiiii, siiiiiii, hummmmm, ahhhhhhhh, hummmmm, ahhhhhhhh, ahora sus piernas me rodeaban por la cintura, controlando la penetración una vez más, atacaba su cuello y trataba de besarla, Lunatacas, ¡Que bien se siente!, que rico, no te detengas, sigue así, ponlo duro, durito, que rico, ¡que rico! nuestras lenguas trataban de juntarse en el camino y largos besos eran el pináculo de la penetración.
Me empujó haciendo que me acuesta, recogió las rodillas y comenzó a cabalgarme, con mis manos amasaba sus tetas, por momentos hacia que se acerque para poder morder y chuparle las tetas, de paso que la besaba y aprovechaba para incrementar el ritmo de la penetración, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, siiiiiii, que rico, siiiiiii, que rico, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, Lunatacas no dejes de moverte, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh.
Estábamos en lo mejor, cuando nos interrumpió el sonido de su celular, Eli se soltó y a gatas sobre la cama la recorrió para contestarlo, que hermosa visión al ver expuesto su trasero y la vulva algo expuesta con los labios abiertos, Aló hola Patty, ahhhhhhhh, me había colocado tras ella y sin previo aviso se la mande a guardar en esa posición, de perrito, dime Patty, ahhhhhhhh, que necesitas ahhhhhhhh, ¡no! Estoy bien, ahhhhhhhh, sólo que mi pierna esta adormecida, ahhhhhhhh, incremente el ritmo, haciendo ese sonido peculiar de dos cuerpos en combate, Eli trataba de concentrarse en la llamada, mis embestidas no dejaban que lo haga, se mordía los labios tratando de no gemir, pero le era imposible, seguí bombeándola, Eli, grito calambre, calambre y corto la llamada. Sin soltarse, volteo a mirarme y decirme; ¡Si te detienes te mató! Jajajajaja, la agarre con firmeza de las caderas y con movimientos ondulatorios continúe la penetración.