Manuel Escaldante
Recluta
Esta historia fue verídica, había iniciado un proyecto de implementación de una planta industrial, yo era el responsable de la construcción del proyecto y tenía a mi cargo un staff con otros profesionales, pero faltaba un puesto asistente para uno de los arquitectos de obra. Fue así como se llegó al puesto Melannie, una estudiante del 9no ciclo de una universidad limeña.
Melannie, era una chica de 19 añitos, 1.65 de estatura, pero tenía todo en su lugar, buen par de pechos, derrier durito y fitness, de rostro simpático; en cuanto a su forma de ser, era callada pero atenta a lo que se necesitaba para el puesto, y como era asistente de mi arquitecto de obra, no tenía mucha coordinación con ella.
El proyecto transcurría con normalidad y veía como los obreros torcían sus cuellos cuando ella estaba en campo, jalaba miradas, más aún cuando usaba esos blue jeans ajustados, entalladitos; su blusa de obra parecía que era de un par de tallas menos, pues sus pechos estaban por reventarlas, cabello suelto y largo hasta la espalda media. Verla de esa manera era sentir la rudeza del trabajo de construcción mezclada con la suavidad de una hembra bien rica, me la imaginaba como esas modelitos de los calendarios de construcción, agarrando los ladrillos o una bolsa de cemento. Cada que cruzábamos miradas, siempre me evadía, imaginaba yo que era el respeto por ser el jefe del proyecto.
La cuestión es que necesitábamos manos en el control documentario, es ahí donde le indique a su jefe, la necesidad de que Melannie apoye también en estos temas, es ahí donde llegamos a coordinar directamente.
Empezaban las coordinaciones, los comentarios del trabajos, dieron paso a las cuestiones del diaria ya no solo de la obra, sino del país, de su carrera, de nuestras vidas, llegué a conocerla más a fondo, resulta que era la mayor de sus hermanos, de padres separados y su papá la controlaba al máximo, pero a pesar de eso, ya tenía sus encuentros con su enamoradito, ósea ya estaba probando el placer de la carne.
En resumen, me ayudo mucho en ordenar documentación, por eso ya coordinábamos directamente, almorzábamos juntos a veces, parábamos mas tiempo en oficina, nos quedábamos hasta más tarde que los demás, esto dio pie a que la jale en mi camioneta, hasta su paradero casi a diario, plan de 8 o 9 pm.
Poco a poco la convivencia laboral, las conversaciones dieron pie a las bromas, los juegos de mano, ya sabia se quedaba hasta tarde, porque ya sabia que me la jalaba, se montaba al toque en la camioneta, jugábamos por escuchar música en la radio, se volvió mi asistente. Hasta que llego un día, que nos quedamos solos hasta las 10 casi en el container de la oficina, ya estábamos por salir, se trabo la puerta y no podíamos salir, mientras ella intentaba abrir, me puso detrás suyo, viendo ese delicioso y formadito par de nalgas, y tanto fue la fuerza que hizo, que se quedo con la manija en la mano y su rico culo, fue directo hacia mi. La tome por la cintura y se reía, pero curiosamente, no se movía, se quedo pegada a mi, mientras yo le decía: -Tranquila ya te tengo preciosa-, solo se reía, mientras mis manos empezaban a sobarle los hombros, luego acariciaba sus manos, y ella reía nerviosamente siempre pegada de espaldas a mí. las señales eran claras, la asistente estaba temblando, atrapada en mis brazos, estábamos solos, procedí a apagar el interruptor de la luz que estaba al alcance de mis manos, y solo le dije: - Tranquila no te va a pasar nada-, mientras ya la estaba abrazando por detrás y mi miembro ya erecto le marcaba lo que iba a pasar.
Ella nerviosa voltea me abraza y me besa sin decir nada más, nos fundimos en un candente beso, nuestros labios quemaban, por la excitación, por mi mente pasaba hacerle mil cosas a esta rica chibola, pero tenia que ir de a pocos, no podía soltar todo el arsenal, tenía que trabajarla más si quería tener cache seguro hasta fin de obra.
Se separo y me dijo disculpe ingeniero, no se que me pasó, ¿Qué pasó?, pues que mas va a pasar le dije y la jale con fuerza para seguir chapándomela, que rico movía su lengua, esta caliente, le saque la casaca, pues era invierno y estaba enchompada, como dije, los botones de su blusa estaban por reventar por esas tetas jugosas que tenía y sus pezones empezaron a marcarse, duros y paraditos, invitándome a succionarlos. Basto que le abra los 3 primeros para poder ver su brasier de encaje negro elegante y se los baje, todo esta sin dejar de besarla, luego pase a morderle delicadamente cada pezón y mis manos palpaban, amasaban esos glúteos duritos y carnosos. La flaca estaba poseída, quería que me la coma ahí mismo, pero no podía hacerlo, me jugaba a que algún vigilante sapo nos encuentre. Estando con las tetas al aire la deliciosa Melannie, la volteo y empiezo a puntearle el culo, voltearle el cuello y seguir chapándomela, mientras con la mano derecha, meto mis dedos por su jean apretado, buscando la cueva de la alegría y zas, le encajo un dedo a su conchita super mojada, la flaca se chorreaba y empujaba mi mano mas a fondo, pasaron unos 10 minutos ahí y paramos, le dije que se arregle y salimos, montamos la camioneta y no paramos hasta el primer hotel seguro que vi.
Ella quería seguirla, subimos a la habitación y ni bien cerré la puerta, la besé, ya sin miedo a que nos encuentren y sin pensar que yo era su jefe y ella mi asistente. nos comíamos a besos, sus labios eran carnosos y nuestras lenguas bailaban solitas, de mas esta decir que le saque toda la ropa, sin dejar de besarla, esa es la forma con las chibolas, no dejarlas respirar, mostrar fuerza, cargarlas, hacerlas sentir quien tiene el control y eso les fascina, se dejan llevar.
Saque su brasier y ese calzoncito tipo bikini de color negro, esa lencería me pone siempre como punta de lanza, a la par me desnudé, le metía mano por todo lados, cuando la hice palpar mi miembro, lo retiro y se dio cuenta que mi pieza es como la cuchara de la retroexcavadora, con la cabeza media inclinada hacia arriba y cabezona, eso la dejo pensando y antes de que se me desanime, la jale y se metí en la boca. Aquí si no era conocedora de la técnica, pero con el transcurso de nuestras sesiones mejoró mucho.
Lo bueno vino ahora, ella estaba excitada, chorreaba un montón, ya necesitaba ser perforada. Yo soy muy calentador, le pase lengua por todo su cuerpo, y encontré sus puntos vulnerables, el cuello y las orejas, las chupaba y ella soltaba gemidos y se desesperaba porque no siga. Y empezamos en misionero y cuando se la ensarte, dio un gemido que hasta ahora retumba mi mente, un grito ahogado, como de una animal al que lo han herido de muerte, y se lo empecé a meter, cinco empujones rápidos y el sexto a fondo y me quedaba ahí 5 segundos, eso la volvía loca, sumado a que sus manos las junte sobre su cabeza y las sujetaba con una de mis manos, ella no podía hacer nada, estaba a mi voluntad. Seguíamos con el misionero y todas su variantes, piernas al hombro y que ricas tetas me comía, la flaca estaba empapada de sudor y de fluidos.
Cambiamos a cucharita y me alucine con su culo riquísimo, de cucharita, le masajeaba las tetas, la besaba, ella solo decía: -Ingeniero ya no por favor, me vengo, me vengo, basta. La tal Melannie, me hizo acordar a la gran Melania Urbina y Django cachando en la azotea. Es cuando mas rápido empujaba y metía y seguía metiendo, como si no hubiera un mañana. Luego la hago girar y la penetro vaginalmente por detrás, ella boca a bajo totalmente, hacía subir esa colita respingona que tenía y la penetraba mas fuerte , mas duro, sin piedad. La pare y la deje en perrito, que rico culo carajo, un culo juvenil, delicioso y zas para adentro, la tuve de espaldas en perrito unos 15 minutos más. Hasta que se me vino, lo solté todo en su espalda, Melannie, se durmió al instante, la deje tendida en la cama mientras me di un duchazo, luego vine y le limpie toda la leche de su espalda, mientras ella dormía, se despertó casi media hora después.
Despertó muy romántica, me abrazaba y besaba y me dijo: - Inge, nunca me habían hecho el amor de esa manera-. Le dije, bueno no será la única vez, seguiremos haciéndolo e irás aprendiendo más, pero serás mi mujer durante todo este tiempo, pero solo será carnal, nada de sentimientos, luego del proyecto tu terminas tu carrera y si se da, podemos seguir trabajando, ya se verá.
Acepto y así tuvimos nuestros 3 meses más de full cache siempre después de la chamba y a veces teníamos nuestro fin de semana donde al igual que el trabajo, teníamos hora de entrada pero no de salida.
No me puedo quejar, la desperté al sexo, se desinhibió y abrió su mente a darle placer a su cuerpo, fue la dueña de mi cuerpo por 3 meses, gocé de esa figura bien formada, de una chibola bien rica, deje que acabe su carrera, pero no volví a llamarla para otros trabajos. Actualmente se que se fue de viaje a España y las fotos de mi Instagram, me revelan que se puso mas buena la condenada , bien por ella.
Lo que si anoté fue la placa de mi PDR de esa obra, era una chica de 25 años, de cuerpo similar al de Melannie, mas achinada y selvática, se llamaba Xiomara, ya sabía que sería la próxima aventura, y se dio 2 proyectos después.
Servidos cofrades, espero que les guste esta historia.
Melannie, era una chica de 19 añitos, 1.65 de estatura, pero tenía todo en su lugar, buen par de pechos, derrier durito y fitness, de rostro simpático; en cuanto a su forma de ser, era callada pero atenta a lo que se necesitaba para el puesto, y como era asistente de mi arquitecto de obra, no tenía mucha coordinación con ella.
El proyecto transcurría con normalidad y veía como los obreros torcían sus cuellos cuando ella estaba en campo, jalaba miradas, más aún cuando usaba esos blue jeans ajustados, entalladitos; su blusa de obra parecía que era de un par de tallas menos, pues sus pechos estaban por reventarlas, cabello suelto y largo hasta la espalda media. Verla de esa manera era sentir la rudeza del trabajo de construcción mezclada con la suavidad de una hembra bien rica, me la imaginaba como esas modelitos de los calendarios de construcción, agarrando los ladrillos o una bolsa de cemento. Cada que cruzábamos miradas, siempre me evadía, imaginaba yo que era el respeto por ser el jefe del proyecto.
La cuestión es que necesitábamos manos en el control documentario, es ahí donde le indique a su jefe, la necesidad de que Melannie apoye también en estos temas, es ahí donde llegamos a coordinar directamente.
Empezaban las coordinaciones, los comentarios del trabajos, dieron paso a las cuestiones del diaria ya no solo de la obra, sino del país, de su carrera, de nuestras vidas, llegué a conocerla más a fondo, resulta que era la mayor de sus hermanos, de padres separados y su papá la controlaba al máximo, pero a pesar de eso, ya tenía sus encuentros con su enamoradito, ósea ya estaba probando el placer de la carne.
En resumen, me ayudo mucho en ordenar documentación, por eso ya coordinábamos directamente, almorzábamos juntos a veces, parábamos mas tiempo en oficina, nos quedábamos hasta más tarde que los demás, esto dio pie a que la jale en mi camioneta, hasta su paradero casi a diario, plan de 8 o 9 pm.
Poco a poco la convivencia laboral, las conversaciones dieron pie a las bromas, los juegos de mano, ya sabia se quedaba hasta tarde, porque ya sabia que me la jalaba, se montaba al toque en la camioneta, jugábamos por escuchar música en la radio, se volvió mi asistente. Hasta que llego un día, que nos quedamos solos hasta las 10 casi en el container de la oficina, ya estábamos por salir, se trabo la puerta y no podíamos salir, mientras ella intentaba abrir, me puso detrás suyo, viendo ese delicioso y formadito par de nalgas, y tanto fue la fuerza que hizo, que se quedo con la manija en la mano y su rico culo, fue directo hacia mi. La tome por la cintura y se reía, pero curiosamente, no se movía, se quedo pegada a mi, mientras yo le decía: -Tranquila ya te tengo preciosa-, solo se reía, mientras mis manos empezaban a sobarle los hombros, luego acariciaba sus manos, y ella reía nerviosamente siempre pegada de espaldas a mí. las señales eran claras, la asistente estaba temblando, atrapada en mis brazos, estábamos solos, procedí a apagar el interruptor de la luz que estaba al alcance de mis manos, y solo le dije: - Tranquila no te va a pasar nada-, mientras ya la estaba abrazando por detrás y mi miembro ya erecto le marcaba lo que iba a pasar.
Ella nerviosa voltea me abraza y me besa sin decir nada más, nos fundimos en un candente beso, nuestros labios quemaban, por la excitación, por mi mente pasaba hacerle mil cosas a esta rica chibola, pero tenia que ir de a pocos, no podía soltar todo el arsenal, tenía que trabajarla más si quería tener cache seguro hasta fin de obra.
Se separo y me dijo disculpe ingeniero, no se que me pasó, ¿Qué pasó?, pues que mas va a pasar le dije y la jale con fuerza para seguir chapándomela, que rico movía su lengua, esta caliente, le saque la casaca, pues era invierno y estaba enchompada, como dije, los botones de su blusa estaban por reventar por esas tetas jugosas que tenía y sus pezones empezaron a marcarse, duros y paraditos, invitándome a succionarlos. Basto que le abra los 3 primeros para poder ver su brasier de encaje negro elegante y se los baje, todo esta sin dejar de besarla, luego pase a morderle delicadamente cada pezón y mis manos palpaban, amasaban esos glúteos duritos y carnosos. La flaca estaba poseída, quería que me la coma ahí mismo, pero no podía hacerlo, me jugaba a que algún vigilante sapo nos encuentre. Estando con las tetas al aire la deliciosa Melannie, la volteo y empiezo a puntearle el culo, voltearle el cuello y seguir chapándomela, mientras con la mano derecha, meto mis dedos por su jean apretado, buscando la cueva de la alegría y zas, le encajo un dedo a su conchita super mojada, la flaca se chorreaba y empujaba mi mano mas a fondo, pasaron unos 10 minutos ahí y paramos, le dije que se arregle y salimos, montamos la camioneta y no paramos hasta el primer hotel seguro que vi.
Ella quería seguirla, subimos a la habitación y ni bien cerré la puerta, la besé, ya sin miedo a que nos encuentren y sin pensar que yo era su jefe y ella mi asistente. nos comíamos a besos, sus labios eran carnosos y nuestras lenguas bailaban solitas, de mas esta decir que le saque toda la ropa, sin dejar de besarla, esa es la forma con las chibolas, no dejarlas respirar, mostrar fuerza, cargarlas, hacerlas sentir quien tiene el control y eso les fascina, se dejan llevar.
Saque su brasier y ese calzoncito tipo bikini de color negro, esa lencería me pone siempre como punta de lanza, a la par me desnudé, le metía mano por todo lados, cuando la hice palpar mi miembro, lo retiro y se dio cuenta que mi pieza es como la cuchara de la retroexcavadora, con la cabeza media inclinada hacia arriba y cabezona, eso la dejo pensando y antes de que se me desanime, la jale y se metí en la boca. Aquí si no era conocedora de la técnica, pero con el transcurso de nuestras sesiones mejoró mucho.
Lo bueno vino ahora, ella estaba excitada, chorreaba un montón, ya necesitaba ser perforada. Yo soy muy calentador, le pase lengua por todo su cuerpo, y encontré sus puntos vulnerables, el cuello y las orejas, las chupaba y ella soltaba gemidos y se desesperaba porque no siga. Y empezamos en misionero y cuando se la ensarte, dio un gemido que hasta ahora retumba mi mente, un grito ahogado, como de una animal al que lo han herido de muerte, y se lo empecé a meter, cinco empujones rápidos y el sexto a fondo y me quedaba ahí 5 segundos, eso la volvía loca, sumado a que sus manos las junte sobre su cabeza y las sujetaba con una de mis manos, ella no podía hacer nada, estaba a mi voluntad. Seguíamos con el misionero y todas su variantes, piernas al hombro y que ricas tetas me comía, la flaca estaba empapada de sudor y de fluidos.
Cambiamos a cucharita y me alucine con su culo riquísimo, de cucharita, le masajeaba las tetas, la besaba, ella solo decía: -Ingeniero ya no por favor, me vengo, me vengo, basta. La tal Melannie, me hizo acordar a la gran Melania Urbina y Django cachando en la azotea. Es cuando mas rápido empujaba y metía y seguía metiendo, como si no hubiera un mañana. Luego la hago girar y la penetro vaginalmente por detrás, ella boca a bajo totalmente, hacía subir esa colita respingona que tenía y la penetraba mas fuerte , mas duro, sin piedad. La pare y la deje en perrito, que rico culo carajo, un culo juvenil, delicioso y zas para adentro, la tuve de espaldas en perrito unos 15 minutos más. Hasta que se me vino, lo solté todo en su espalda, Melannie, se durmió al instante, la deje tendida en la cama mientras me di un duchazo, luego vine y le limpie toda la leche de su espalda, mientras ella dormía, se despertó casi media hora después.
Despertó muy romántica, me abrazaba y besaba y me dijo: - Inge, nunca me habían hecho el amor de esa manera-. Le dije, bueno no será la única vez, seguiremos haciéndolo e irás aprendiendo más, pero serás mi mujer durante todo este tiempo, pero solo será carnal, nada de sentimientos, luego del proyecto tu terminas tu carrera y si se da, podemos seguir trabajando, ya se verá.
Acepto y así tuvimos nuestros 3 meses más de full cache siempre después de la chamba y a veces teníamos nuestro fin de semana donde al igual que el trabajo, teníamos hora de entrada pero no de salida.
No me puedo quejar, la desperté al sexo, se desinhibió y abrió su mente a darle placer a su cuerpo, fue la dueña de mi cuerpo por 3 meses, gocé de esa figura bien formada, de una chibola bien rica, deje que acabe su carrera, pero no volví a llamarla para otros trabajos. Actualmente se que se fue de viaje a España y las fotos de mi Instagram, me revelan que se puso mas buena la condenada , bien por ella.
Lo que si anoté fue la placa de mi PDR de esa obra, era una chica de 25 años, de cuerpo similar al de Melannie, mas achinada y selvática, se llamaba Xiomara, ya sabía que sería la próxima aventura, y se dio 2 proyectos después.
Servidos cofrades, espero que les guste esta historia.