La chica del chat

Me dirigí a tu casa como quedamos. Tendrías un par de horas libres y yo también, así que aprovecharíamos para besarnos y tocarnos un poco por encima de las ropas. Bueno, al menos, así lo habíamos conversado. Te había pedido que estés o bien con falda o con leggins que te quedan lindos. Me encanta verte en leggins Silvia, siempre es todo un placer visual para mi verte. Me deleito en sólo verte y apreciarte y saber que de alguna manera te tengo para mí, que de alguna manera eres mía, que de alguna encontrarte de casualidad fue lo mejor que me pudo haber pasado. No paraba de contar los pasos que me faltaban para llegar a tu edificio. Aunque me aterraba un poco la idea de ir a tu misma casa por que podría aparecer tu marido o alguna visita inesperada o algún vecino chismoso.
Todo lo tenía en mi mente mientras subía por las escaleras para llegar a tu depa. Por fín alcance llegar y llamé a tu puerta. Me abriste rauda y cautelosa. Una sonrisa de gusto y morbo dibujaba tu rostro. Yo no podía más que alegrarme de verte y también te sonreí. No tardaste más de un segundo en hacerme entrar. Ni bien cerraste la puerta, me empujaste contra pared y me empezaste a besar. Te tomé de la cintura y correspondí rápidamente a tu beso. Mis manos comenzaron a bajar un poco hasta posarse en tu derrière que me encantaba. Luego al percibir que llevabas falda comencé a buscar la manera de meter mis manos debajo de tus faldas y poder tocar en vivo esas nalguitas tan ricas que tienes. Y meter mis dedos debajo de la tanga que llevabas puesta. Estuvimos varios minutos en este beso y toqueteo fue muy excitante para mí. Los dedos de mi mano derecha lograron tocar tu coñito húmedo y luego los saqué y me los llevé a la boca. Quería recordar el sabor de tu coñito que tanto había extrañado todos estos meses amorcito. Me arrodillé y me metí debajo de tus faldas. Acerqué mi nariz a tu entrepierna aún cubierta por tu tanga. Te aspiré, inhalé, y, porque no, te saboreé. Mis manos empezaron a bajarte la tanga a la vez que mi lengua empezaba a explorar tus labios, así como estabas parada. Estuve unos segundos así y te separaste y dirigiste al sillón. Separaste las piernas y pusiste a disposición de mis labios y lengua tu entrepierna ya empapada para entonces. Era riquísimo sentir su mojadez y sabor. No dejaba escapar ni una gota. Saboreaba todo lo que de ti emanaba. Tus gemidos, claro está, estuvieron omnipresentes y me encantaba hacerte gemir con los movimientos de mi lengua y pequeños mordiscos que te daba en tus labios mayores….Mis dedos traviesos empezaron a jugar con la entrada de tu culito, con ese orificio que tantas veces se escapó de mi visita. Esperaba que por fin se pudiera concretar nuestro anhelo de estrenar tu culito, aunque la visita no era para eso...solo para un oral. Hacía círculos alrededor de tu anito con mi dedo índice, luego empecé a introducirlo lentamente poco a poco para ir dilatándolo. Yo seguí bebiendo de tus líquidos, bebiendo de ti, de tu amor, de tu sensualidad, de tu sexo expuesto y dispuesto para mí. Saborearte era lo más rico que podía pasarme en esos momentos. Mientras todo esto pasado, ya no era uno sino dos dedos que se aventuraban a explorar tu anito. La excitación en ambos era bárbara. No se podía negar. Cesé mis caricias linguales y anales. Y me incorporé y fui en busca de un preservativo a mi bolsillo…
Me preguntaste…a dónde vas, y te respondí, y me dijiste:
Sólo cáchame, no ves como me tienes…? Necesito tu pinga dentro de mi concha ahorita….!
No me hice de rogar y te la metí de un solo tirón. Tu coñito estaba estrechito y mojadito. Y fue delicioso meterse en ti sin nada que se interponga entre nosotros.
El cuadro era magnífico: Tú en tu sillón con las piernas abiertas y clavada con mi pinga. Yo te chupaba los senos mientras te la metía. Luego de unos minutos en esa pose. Te pedí que te pongas de costado y te la clavé sin preguntar. Té pedí esta pose para poder jugar con tu anito otra vez mientras te taladraba con mi pinga. Y eso hice ciertamente sin dejar de chupar/morder tus senos y cuello....
Tu me comenzaste a decir:
– Fóllame fuerte, mi Rey. No pares, qué bien lo haces
– ¿Te gusta, eh, putita? – te preguntaba mientras le sobaba las tetas.
– Soy tú perra. Trátame como una puta.
– Dame también por culo. Rómpelo por favor.
Saqué mi pene de tu coñito y lo puse en la entrada de tu culito así como estabas, de costado. Hice una ligera presión y un pequeño gemido tuyo se escuchó. Continué mi tarea de penetración hasta que más de la mitad yacía dentro de tu culito y tu cara de placer, dolor, gozo no tenía igual. Continué penetrándote hasta que logré meterte toda la pinga en ese culito. Para mi fue un deleite verte atravesada con mi pinga. Me quedé unos segundos sin hacer nada, sólo para disfrutar el momento.
- Estas riquísima Silvia, Me voy a venir en tu culo! – Te decía con voz entrecortada.
- Siiiiii…siiii mi Rey…….lléname de tííííí……mira como me tienes!!!….. “Así…Asiii papito….Así lo había imaginado….Toda tuya, toda clavada por ti!!!!…..Con tu verga bien clavada en mi culo,………que ricooooo…….ahora si soy una puta….tu Putaaa…..lléname de tiiiii……. ….ahhhhhhh…..así cáchame, cáchame ……. ahhhhh…….lléname de tu leche, para que me quede con la leche de otro hombre dentro de miiii…….dame esa leche que le das a tu mujer …….quiero llevar tu leche dentro de mi……….quiero tener toda tu leche de macho dentro de miiiiiiiii-
Yo tiraba de tus cabellos y tu cabeza se hacía para atrás en cada tirón.
Me corroooooooooo
Si, córrete amor, córrete….lléname de ti….
Saqué mi pene de tu anito y se quedó algo abierto y estaba bien rojito. Restos y rastros de semen comenzaron a salir. Te besé en los labios y te dije: Te amo Cejas", "Ahora eres completamente mía".
Lo se amor, lo se. Nadie podrá disfrutar de ese culito sin mi permiso, he? Lo entiendes? Yo soy tu amo, desde ahora.
Y me respondiste, claro que si amor, como tu digas. Ese culito será sólo y exclusivamente para ti...para ti que eres mi amo...y mi amor.
Att.

 

Buen comienzo conti ua

 

Qué buen relato cofra!

 

Qué buen relato cofra!

 

He escrito en total 13 relatos, están como Encuentros Furtivos.., Aventuras con una Casada, El encuentro...

 

Cuando pueda relato el último encuentro con esta putita mía...

 

una aventura, muy especial, saludos buen encuentro.