La hermana

  • Iniciador del tema Iniciador del tema trump11
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

trump11

Recluta
Mensajes
17
Puntos de reacción
72
Puntos
5
Registrado
10 Mar 2012
55%
Registrado
10 Mar 2012
Mensajes
17
Puntos de reacción
72
Puntos
5
‎13 Years of Service‎
Tengo una relación de tres años con mi flaca. Al inicio, fue un poco dificil porque su entorno sabía de mis andadas, y ella es inocente. Al tiempo, me terminaron aceptando. Su hermana es simpatica, y tiene un bonito cuerpo que lo trabaja en el gimnasio, aparte de la genetica. Sus pechos son grandes. Siempre tuve la idea de que era una chica tranquila, profesional, incluso conservadora. Siempre la vi así. Incluso, ella me tenía algo de bronca, porque su amiga le dijo que yo era mala influencia para su hermana, pero, en fin, luego se le pasó, y nos llevamos bien.

Hace aprox 9 meses, estaba mirando una película con mi cuñada. Mi flaca también estaba ahí, pero jugando con su sobrino. En una escena de sex, mi cuñada se levanta para ir a la cocina, pero pisa mal, y al buscar apoyo, aplasta al muchacho que estaba medio despierto. Me miró avergonzada, y se fue. No le di importancia ya que pasó sin querer. Pero hubo algo que me dejó pensando, así que empecé a buscar excusas para ir a verla, para saber si había algo. Quizá era el instinto, o la experiencia que uno tiene, pero había un no sé qué que me ponía salton sobre ella. Para esto, ella tiene su pareja, y un hijo de dos años. Su pareja trabaja fuera de la ciudad, y bueno, siempre le saca la vuelta, y ella aguanta.

Un día de diciembre, llegué a verla para ayudarle con sus clases de excel, toqué el timbre, y ella me abrió la puerta con el botón, entonces subí a su dpto, entré, y grande fue mi sorpresa al verla un toque llorosa. Le pregunté qué pasó, y me dijo, que se acaba de enterar que su pareja estaba en andadas otra vez. Ella estaba con una falda jean que le hacían notar sus piernas y muslos. Además, le resaltaba el culo paradito que tiene. Me puse modo comprensivo, le di un abrazo, al que ella correspondió, y le dije que ella no se merece eso, que su pareja es un gil por no darse cuenta lo que tiene. La llevé al mueble, nos sentamos. Me decía que era tonta por confiar otra vez en él. Pensé que podría ser mi oportunidad de saber qué onda. Le tomé las manos, y le seguí hablando, que ella era hermosa, que salía adelante por su hijo, que suertudo el que estuviera con ella, etc etc, al rato le solté las manos, y apoyé las mías en su muslo. Ella miró mi mano, pero no me dijo nada. Me acerqué un poco más. Comencé a mover mis dedos sobre su pierna mientras seguíamos hablando, y otra vez comenzó a decirme que era tonta, y apoyó su cabeza en mi pecho. La abracé unos segundos, y luego la tomé del mentón, le levanté la cabeza, pero ella no me miraba, le dije mirame, a lo que ella levantó la mirada, le limpié las lágrimas, se acercó un poco, y empezó a vibrar su celular. Se separó asustada, contestó y era su pareja, que estaba abajo. Abrí la laptop, e hicimos como si le hubiese estado enseñando excel.

Pasaron los días, y fui con mi pareja a una reunión de su familia. Ahí estaba mi cuñada, con un jean apretado, pero decente. Estuvimos tomando, y todo transcurrió con normalidad. Tipo las 10pm, mi pareja me dijo para irnos, para poder ir a tirar antes de dejarla en su casa. Me empecé a despedir de todos, y su hermana me quedó viendo, cuando me acerqué a ella para despedirme, me dijo, se van a tirar, me sonreí, y le dije que sí, me miró, y me dijo, que suerte tiene mi hermana, se dio vuelta y se fue.

En otra oportunidad, estaba hablando con mi cuñada en su dpto, había más gente, yo estaba picado, y ella estaba con un short. En un momento de la tarde, ella salió a comprar cigarros, y mi flaca me dijo, anda con ella, por lo que esa zona es un poco movida. La alcancé, y fuimos a la tienda hablando. Cuando llegamos, ella se dio cuenta que le miraba las piernas, y me dijo, no seas tan evidente, la miré, y le dije, es que las quiero en mi cintura, a lo que ella me respondió, no digas esas cosas que te voy a acusar con mi hermana, pero sabía que no lo haría. Cuando volvíamos a su dpto, mientras abría la puerta, me dijo, llevó tiempo sin tener mis piernas alrededor de nadie.

Después de ese día, comencé a fantasear con ella, a planear como la podía hacer caer, como la podía seducir. Sus piernas, pechos, culo vivían en mi cabeza. No hubo otra interacción de ese tipo, hasta hace dos semanas aprox. Estábamos en la sala de su dpto, y me levanté a traer una cuchara. Su cocina es estrecha, y para pasar a donde estaban los cubiertos, tenía que pasar por donde estaba ella viendo las ollas. Le dije, permiso, ella me respondió, no pasas por ahí? y no se movió. Pasé con toda la intención de puntearla, y cuando sintió mi pene, se movió como para recibirlo, me arreché, y la apreté contra la encimera, mientras ella seguía moviendo su culo. Luego se separó, y fue a la sala. Me quedé pensando un poco, y luego volví a la sala también.
 
Última edición:
Siguela cofra ...esta arrechante la historia
 
Un día, mi flaca estaba hablando con ella por celular, y escuché que le preguntó si iría a verla. Mi flaca le dijo que iría más tarde, pero que yo iría más temprano. Ese día salí temprano del trabajo, y fui al dpto de mi cuñada. La llamé para que abra la puerta, y me responde que llegué muy temprano, pero presionó el botón para que pueda subir. Entré al dpto, y ella estaba en la sala, solo con una toalla. Me dijo que haga silencio con un gesto, mirando hacía el cuarto de su niño. Entendí, me senté y prendí la TV mientras ella se fue a bañar. No sabía como acercarme, o qué movimiento hacer. Sabía que había algo, pero no quería dar un paso en falso. Salió de bañarse, entró en su cuarto, y yo escuchaba como abría los cajones, le pregunté si iba a salir a algún lado, me dijo que no, que la idea era preparar algo en el dpto para compartir más tarde. Su hijo empezó a quejarse, y ella salió en trusa a verlo, y con un polo a tiras, sin brasier. Entró al cuarto de su niño, y pude verla por primera vez así. Tenía unas piernas hermosas, muslos fuertes, su culo grande y paradito. Los cachetes salían de su trusa, sus pezones se le marcaban en el polo, tenía el cabello aún húmedo por el baño. Me quedé quieto, en la sala, esperando que se vuelva a dormir el niño. Al rato, salió del cuarto, y entró en el de ella, juntando la puerta. Mala señal pensé. Me entró una llamada del trabajo, hablé unos minutos, y cuando colgué, me preguntó si tenía que irme, le dije que no, y no me respondió nada, pero seguido a eso, abrió la puerta de su cuarto, pero no salió. Para mi, fue una señal, aún así, con miedo, porque era mi cuñada, me hice el gil, y acercándome a su habitación, le pregunté por que demoraba tanto en cambiarse, a lo que me respondió, es que no sé que ponerme. Llegué a la puerta del cuarto, la vi en su comoda, dando vueltas a su ropa, y en la silla, estaba la ropa que ella ya había separado para ponerse. Caminé directo a ella, la apreté contra la comoda, le hice sentir mi pene sobre su culo, a lo que ella gimió bajito y comenzó a acomodarse, moverse, bajé una mano a su vientre, ella puso su mano detrás de mi cabeza, me dijo, pensé que nunca vendrías. La apreté con más fuerza contra la comoda, subí mi mano a sus pechos, ella gemía bajito, se agitaba, le pellizqué suavemente sus pezones, recorrí sus pechos otra vez. Mi cabeza volaba. Comencé a besarle el cuello, y ella seguía en lo suyo. Sentí que me empujaba un poco hacía atrás con su culo, pensé que quizá se estaba arrepintiendo, pero luego sentí sus manos trabajando en desabotonarme el jean, y luego una mano entró en mi boxer, agarró mi pene, y la comenzó a pajear. Yo estaba fierro, entre susurros me dijo que estaba duro, que se sentía muy grueso. Con su otra mano comenzó a jalar de mi jean hacía abajo, y yo me movía para ayudarle hasta que cayó. Me saqué las zapatillas como pude, y tiré el jean para atrás. Con mi mano en sus pechos, empecé a bajar a su vientre, y luego, levanté un poco su trusa, metí mi mano ahí, bajé lento hacía su sexo, sentí lo mojada que estaba. Llevé un dedo a la entrada, y cuando ingresé un poquito, gimió más fuerte, me dijo, quiero sentirte adentro, quiero sentirme llena de tu pinga. Me soltó el pene, y comenzó a bajarse la trusa con una mano, y con la otra comenzó a bajarme el boxer. Cuando estuvimos desnudos de abajo, ella se agachó en la comoda, me tiró para atrás con su culo, y se acomodó para recibirme. Agarré mi pinga, y la comencé a frotar en sus labios, ella estaba arrecha mil, gemía como contenida, y yo disfrutaba verla tan arrecha, tan deseosa de mi pinga. Pasó su mano entre sus piernas, agarró mi pene, y lo comenzó a frotar en su concha, lo movía para arriba, para abajo, lo frotaba rápido, luego lento, y yo ya quería entrar con todo, entonces la agarré de la cintura para cacharla, y su hijo empezó a llorar. Ella salió volando a verlo, escuché que trataba de hacerlo dormir. Mientras, aproveché para desocupar la cama, mover nuestra ropa a la silla, y la esperé sentado en la cama. Ella volvió rápido, se montó en mi encima, y nos comenzamos a besar. Me besaba de manera desesperada, y yo recorría su cuerpo con mis manos, pero ya quería cacharla. Me leyó la mente, y me dijo, vamos a la silla. Me levanté, tiré la ropa al piso, jalé la silla, me senté, ella vino en mi encima, y otra vez los llantos del niño, solo que más cerca. Salió otra ves a verlo, y lo encontró en la puerta, ya despierto.
Lo alzó, me miró, y ptmr, entendí. Me puse mi ropa, y salí a la sala. Al rato ella entró a su cuarto a cambiarse, y luego estuvimos haciendo hora en lo que llegaba su hermana, o sea, mi flaca, y también su mamá. Cuando llegaron, la llamaron para que les abra. Colgó, me dijo ya llegaron, se acercó, me dio un beso, y me dijo, pronto va a pasar.
 
Última edición:
fotos de la cuañada cofra
 
Continúe tu relato
 
Buen relato cofrade, nada mal tu abandonada cuñada, usted mismo es y dele su consuelo respectivo, y continúe, saludos.
 
Los días pasaron y no podía con la arrechura. Seguimos hablando normal, sin tocar el tema. Soy fiel creyente que a la flaca hay que darle su espacio, sino notan la desesperación. Pasó aprox una semana, y me envió un mensaje que decía, quiero que me cojas en el baño. Lo abrí rápidamente, y le respondí. Estoy cerca. Tomé mi taxi, me dirigí a su dpto. Al llegar, la puerta estaba abierta. Subí directo al dpto, decidí tocar suavemente, y esperar. Apareció ella, me sonrió, y continuó en el celular. Me fui al mueble, a esperar que terminé su llamada. Me saqué las zapatillas, y esperé. Cuando colgó, se acercó, se montó en mi encima, me dio un beso, y me dijo, así se saluda. Me sonreí, y le devolví. Así iniciamos una serie de besos y manoseos por nuestros cuerpos. Recorrí su cuello, el nacimiento de sus pechos, jalé su culo hacía mi nepe. Me saqué el polo. Ella se comenzó a frotar en mi encima, me dijo quiero sentir tu calor, entonces le saqué el polo, liberé sus tetas del brasier, le comencé a besar una por una, masajeando sus pezones. Ella gemía, se dejaba hacer, me dijo, me tienes tan arrecha que no te voy a decir que no a nada. Seguí chupando sus tetas, agarrándolas firmemente, la veía disfrutar, y ahí me gané que el viento separaba las cortinas, y se podía ver hacía afuera, así que le dije vamos al cuarto mejor.
Al entrar, la comencé a besar, y ella rápidamente me desabotonó el jean. Con sus manos lo fue jalando hacía abajo, hasta que quedé en boxer. La tiré a la cama, me eché encima, ella separó sus piernas para recibirme, y las colocó en mi cintura. Gemía bajito, contenida, y yo me movía simulando que la penetraba, en círculos, arriba/abajo. Ella comenzó a moverse más, me atraía hacía ella, me envolvía con sus piernas. Me rasguñaba la espalda con sus uñas cada vez que nuestros sexos chocaban. Me atraía hacía ella con sus piernas, y se movía, suspiraba, me decía quiero tu pinga, que me llenes, cachame fuerte. Le levanté la falda a su cintura, mientras ella con sus manos trataba de bajarme el boxer, así logró sacar mi pene, y lo tomó con fuerza. Me dijo, sigue grueso como lo recordaba. Con sus pies me terminó de bajar el boxer, y empezó a bajarse la trusa, yo le ayudaba sin levantarme de su encima. Su respiración era muy agitada, me tocaba todo el cuerpo con sus manos, me decía mejor ya no, pero no paraba. Me decía, está mal, pero me seguía pajeando. Ya desnudos, comencé a tantear la entrada con mi pene, a lo que ella reaccionó abriendo mucho los ojos. Puse mi pene en su vagina, y fui entrando suave y lento en ella. Ella tenía los ojos en blanco, y la boca abierta, pero no decía nada, tenía la mirada ida, me dijo con un susurro que siga, que no pare. Seguí entrando lento, y cuando toda mi pinga estuvo dentro, comencé a bombear. Ella dejó de contenerse y empezó a gemir fuerte, muy fuerte. Se olvidó de todo. Se movía y se acomodaba, según la bombeaba. Le acomodé una almohada en su espalda baja, entré otra vez en ella, y empecé a darle fuerte y constante, mientras le besaba sus pechos. Ella gemía fuerte. Me arrechaba tenerla así, por lo que comencé a castigarla más fuerte, y también más rápido, parecía desesperada por pene, me decía que no pare, que siga así, que era mi mujer. Mantuve el ritmo, también moviéndome en círculos, y frotándome en ella, hasta que sentí como su concha se hinchaba, ahorcaba mi pene, y luego me inundaba con sus líquidos. Se había venido. La dejé correrse bien, procesar lo que acaba de pasar, que sienta su orgasmo, le besé y mordí suave sus pezones. Luego la puse boca abajo. Ella levantó su culo, bien formado, verla así, cabeza en la cama, culo levantado, deseosa de pinga, me puso más arrecho, y comencé a bombearla en esa posición. Sentía sus nalgas rebotar. Le agarré el cabello desde la base, y se lo jalaba mientras le daba fuerte. Ahí ya no gemía, gritaba. Le tuve que poner la mano en la boca, y aumenté el ritmo. Le dije que ya me venía, pero no me respondió, así que pensé, me voy adentro, total, luego compro la pastilla. Aumenté la velocidad y fuerza, y cuando estaba por salir la leche, le dije, de rodillas al piso, se puso al toque así, levantó la mirada, y abrió la boca para recibir la descarga. Salió todo hacía su cara, boca, cabello, sus tetas, toda su cara se llenó de semen, me agarró la pinga y comenzó a pajearla para que salga todo. Lo llevó a su boca y con su lengua limpió hasta la última gota de semen, para luego pasárselo todo, y enseñarme su boca vacía.

Nos echamos en la cama, cansados, y empezamos a hablar.
 
El viernes le escribí. Le dije, estoy cerca a tu trabajo. Me respondió, ven a verme, quería hablar contigo sobre lo que pasó. No lo pensé dos veces, bajé al estacionamiento, subí al carro y fui por ella a su trabajo. Cuando la vi caminar hacía el carro, sentí un tirón en mi pene. Estaba con un vestido ceñido al cuerpo que le resaltaban sus caderas, botas de cuero, y un escote bastante generoso que mostraba sus pechos grandes. Quité el seguro de la puerta, y subió en el asiento delantero. Cuando estuvo sentada, me acerqué a darle un beso, pero se giró. Ya lo imaginaba, la conciencia. No dije nada, solo volví a mi asiento, prendí el carro, y me dirigí a su dpto, pero por la zona donde hay varios hoteles. En el camino le pregunté qué pasaba, y puse mi mano en su pierna. Retiró mi mano, y me dijo que estaba mal lo que habíamos hecho, que estaba traicionando a su hermana. Le sugerí hablarlo en un lugar más cómodo, no en el carro, a lo que respondió que no iriamos a ningún lado, que su pareja la estaba esperando en su dpto, y que ya me había dicho todo, que nuestra relación sería la misma de siempre, y que olvidemos lo que pasó entre nosotros. El "problema" es que lo dijo sin convicción. No respondí nada de inmediato. Seguí manejando por unos minutos, y estacioné el carro en una zona tranquila de la ciudad, por donde pasaba poca gente. Apagué el carro, me saqué el cinturon, me giré hacía ella, que miraba hacía al frente, y le dije, no diría que hicimos algo mal, solo lo que nuestros cuerpos nos pedían en ese momento. Yo sé que quieres continuar, le tomé la mano, y yo también. Giró su cabeza hacía mi, y me respondió, no sé, no sé cómo sentirme, quiero seguir, pero traiciono a mi hermana cada vez que pienso en ti. Me acerqué un poco, puse mi mano en su rostro, ella se acomodó a mi caricia, puse mi otra mano en su pierna, me acerqué más, le di un beso en su mejilla, luego otro más. Ella no decía nada, solo se acomodaba. La tomé del mentón, y la besé, suave. Me respondió el beso con un suspiro, y me dijo, deseo tanto tu pene. Comenzó a besarme de manera más apasionada, volví a mi asiento, se levantó un poco el vestido, y se montó encima. Sus besos recorrían mis labios, mi cara, mi cuello, mis manos se paseaban por sus nalgas, sus pechos. Le bajé el escote, y con su ayuda saqué su seno, al que comencé a besar, morder, lamer el pezón, ella gemía suavecito, contenida. Sabía que no teníamos espacio suficiente en el asiento, así que le dije, como orden, pásate para atrás. Se levantó y se pasó. Bajé rápidamente del carro, y subí en el asiento trasero. Me senté, y ella me buscó la boca, mientras que con sus manos desabotonaba, y sacaba la correa. Me levanté un poco para que pudiera sacarme el pantalón y el boxer, y con los talones me saqué los zapatos. Al ver mi pene erecto, libre, lo tomó con ambas manos, y comenzó a masturbarlo lento, lo miraba con deseo, y llevó mi glande a su boca. Sacó su lengua y le dio una lamida, luego otra, una más, para luego meterse el glande a su boca, mientras que con su lengua lamia la cabeza, la parte superior. Tenía buena técnica, y mientras lamía mi glande, con su mano me pajeaba. Estaba muy arrecho, y empecé a sentir que me venía. Pensé en sacarle la trusa para que cuando se monte en mi, entre fácil en ella. Fui con mi mano a sus nalgas, mientras ella besaba toda mi verga, desde mis testiculos hasta el glande. Le recogí el vestido hasta su cintura, y procedí a buscar la trusa para sacarla. Ella se rió, levantó la mirada, soltó mi pene, y mientras se acomodaba para montarse encima, me dijo, cuando te dije que vayas a verme, sabía que terminaríamos tirando, así que fui al baño y me saqué la trusa. Mientras terminaba de decir eso, mi pene fue entrando en ella, y comenzó a gemir, fuerte, bien arrecha, se movía en circulos, sintiendo toda mi pinga adentro, se le cortaba la respiración cada vez que saltaba sobre mi pieza. Le liberé ambos pechos, y los besé con frenesí, mordiendo suavemente el pezón. Sabía moverse así, apretada a mi pinga, comiendo toda la pieza, sus gemidos se aceleraban cuando entraba todo. Sentí que venía mi leche, pero esta vez no le avisé. Comenzó a moverse adelante/atrás con rapidez, la tomé de las nalgas, apretándola contra mi pene, ayudando con el movimiento. Empecé a sentir como su concha se hinchaba, su mirada se iba, su respiración cambiaba, me tomó del polo, me rasguñaba con sus uñas, me atrajo hacía ella, con sus pechos en mi cara, mientras yo también la jalaba hacía mi, ayudándola a que se venga, para luego dejarle toda mi leche adentro. Ella sintió el chorro, me dijo, te viniste conmigo, y adentro. Se siguió moviendo lento, mientras me decía, soy tu mujer, que rico me coges, ahora vivo arrecha pensando en tu pinga. Me sonreí, y esperé a que decidiera salir. Aún con mi pene adentro, se sentó, y comenzó a darme besos suaves en la cara, yo tenía sus pezones en mis manos. Le dije que tenía buenas tetas, a lo que me respondió que le encantaba que se las chupe mientras la cachaba. Su respiración se fue calmando, me dijo que iba a salir. Se levantó, se pasó al asiento delantero. Me puse el pantalón, los zapatos, ella sacó su trusa de su bolso, se la puso. Bajé del carro, miré alrededor, todo bien. Subí, me acomodé, prendí el carro y la fui a dejar a su casa. Ya llegando su pareja la llamó, pero ya estábamos a dos cuadras. Se despidió con un beso, le dije hasta la próxima, me miró, y respondió, hasta la próxima.
 
Uyy cofraaa esto tiene para rato. Esperaré ansioso los siguientes rounds
 
excelente relato brother , continua por favor se ve que hay mas cosas interesantes , pero creo k te flato no se chuparlo la concha el culo y darle por ahi , quizas suena vurlgar eso pero creo k que es necesario a mi parecer
 
Atrás
Arriba