Como les había contado aquel día, el de nuestro primero encuentro intimo, terminamos felices y besándonos, mientras ella se vestía me mostró como le quedaba su pequeña prenda íntima, me dijo, yo siempre uso de este tipo,y yo solo contemplaba su semideanudez.
Pensaba que como es la vida que después de tanto tiempo de amistad y de solo quererla como amiga, terminamos siendo amantes.
Pero en ese momento al mismo tiempo admiraba su belleza y su sonrisa.
Después de vestirnos me dijo que saliera disimuladamente pues no quería que algún vecino chismoso se diera cuenta que salíamos juntos y que la esperara a una cuadra.
Así lo hize, la acompañe hasta cierto punto y nos despedimos con otro beso.
Al día siguiente me pidió que le comprara una pastilla de emergencia para evitar salir embarazada.
Luego de esto como es de costumbre conversábamos por WhatsApp o nos llamábamos brevemente, siempre teniendo cuidado de que su esposo o sus hijas no se dieran cuenta.
En cada mensaje o llamada me expresaba su cariño y lo cuanto que me extrañaba.
También me comentó que no quería que piense mal que ella no me había citado en su negocio o trabajo para tener relaciones, solo quería un lugar privado para poder besarme y abrazarme, ante lo cual le dije que no pensaba eso, pero le expresé que así lo hubiese planeado no tenía anda de malo, que talves era algo inevitable y que fue algo maravilloso y que los dos lo disfrutamos.
Me dijo me vuelves loca, me confesó que con su esposo tenía relaciones cada dos meses aproximadamente, que la tenía chiquita y que solo duraba casi 5 minutos.
Le dije que si por mí fuera le daba amor mañana tarde y noche.
Pasaron los días y yo quería decirle que nos volviéramos a ver en su trabajo o que fuéramos a un hotel, pero no sé porque me cohibia un poco.
Felizmente ella dio el primer paso y me citó nuevamente en su trabajo, obviamente un día en el que su esposo no estaba trabajando al lado de ella.
Aquel día fui más preparado.
Más decidido a explorar mucho más de su bello cuerpo.
Tal como fue la primera vez llegue a su trabajo y ella cerró rápidamente siempre viendo que nadie este observando que yo haya entrado.
Apenas cerró totalmente se abalanzó sobre mi a besarme, yo no hize más que corresponder su besos apasionados y solo atiné a acariciar su rico trasero, lo amasaba y lo acariciaba locamente.
Luego la lleve al sillón sin dejar de besarla, sin dejar de acariciar su trasero con una mano y con la otra acariciaba su cintura.
La senté sobre el sillón y emoeze q desnudarla. Estando ella totalmente desnuda me saque el polo.
Contemple su desnudez por unos segundos.
Tenía la pinga totalmente erecta.
Qme Moria por penetrarla pero quería disfrutar de su cuerpo, quería que ella disfrute mucho más que yo.
Así que comenzé a besar y a lamer sus muslos, para luego ir subiendo lentamente hacia sus caderas.
Ella no paraba de gemir levemente. Siempre con los ojos cerrados y mostrando un rostro de deseo.
Con cada beso y caricia me acercaba cada vez más a su sexo, me detuve a besar su monte de Venus tan rico y depilado, ella se arqueba de placer.
Hasta que comenzé a besar sus labios vaginales, los besaba y lamía a mi antojo, subía y bajaba dando lenguetazos a esa vagina preciosa. Yo estaba en el paraíso.
Para no ser monótono subí a besar su cintura ...para llegar hasta sus senos y ella no paraba de suspirar y gemir.
Fue donde recién subí más y empeze a besar su cuello para luego llegar a su boca.
Que delicia nuestros besos, nuestras lenguas juguteaban entre ellas. Hasta que le dije que se volteara y me dio una hermosa vista de su trasero.
Y en esa posición quize penetrarla y así lo hize, puse mi pinga en la entrada de su hermosa vagina y con mi pinga pide sentir lo mojada que estaba.
Así que la penetre de un solo golpe.
Ante ello emitió un hermoso gemido y se quedó con la boca abierta y los ojos cerrados. Y empeze el mete y saca, con mucha dureza la tomé de las caderas pero a la vez con ternura, tanto que ella no paraba de gemir, por ratos volteaba y me miraba con deseo y mucha exitacion.
Después de unos minutos ella voltea y me dice siéntate que quiero montarte.
Como negarme al deseo de mi amada.
Me senté y ella se puso sobre mi.
Ella sola se introdujo mi pinga y comenzó a cabalgar, para mi sorpresa, comenzó a gemir mucho más fuerte, era una loba, mi loba y yo estaba feliz de estar a su lado en ese momento, ella sola se acariciaba los senos y llevo mis manos a su boca y empezó a chupar mis dedos, lo hacía con una entrega única.
Y así estábamos, ella cabalgandome y decididi acariciar su trasero los agarre con mis dos manos y le ayude a cabalgar, la subia y bajaba a mi antojo, ella no paraba de gemir, sentí que humedecía más mis huevos, pero aún así no dejaba de cabalgar.
Hasta que decidí explorar su trasero e ir a explorar su ano, me ayude con un poco de saliva en mis dedos y empeze a acariciar suavemente con mi dedo su precioso ano.
Ante lo cual aumento su excitación y nuestros movimientos aumentaron, luego de unos segundos creo que los dos llegamos al mismo tiempo al clímax.
Para variar una vez más me vine detri de ella.
Y no me arrepiento.
Ella aún sobre mi y aún con mi pinga dentro de ella, me abrazo y me besó tiernamente, sonriendo de oreja a oreja.
Así nos quedamos abrazados hasta que mi muchacho comenzó a quedarse dormido y ella se fue a su baño a limpiarse.
Salió desnuda se cambió delante de mi, es una delicia verla hacer eso.
Y una vez más nos despedimos, con una felicidad que no cabía en nuestros corazones.
Continúara....