Llevo 6 años viviendo en esta zona de Lima, siempre voy al mercado, casi 4 veces a las semana, ya sea de mañana o de regreso del trabajo.
Siempre note a esta madura de ojitos marrones, habíamos cruzado miradas. Pero sólo hasta allí, tenía ya mi casera, así que casi ni interactuaba con ella.
La cajacha es una mujer atractiva de 44 años, de ojos marrones, pelo ondulado, pechugona, no es una modelo pero físicamente se ve muy bien, bien formada. Pude apreciarla bien, una tarde-noche, cuando el mercado ya estaba por cerrar.
La casera que tenía, se fue, por lo que decidí acercarme a su puesto. Ella trabaja con una hermana y su sobrina. Con las semanas empezó a decirme "papito", pensé que así trataba a todos sus clientes pero no, de eso me dí cuenta después de mucho.
Ya con el tiempo fuimos intercambiado breves charlas(esto ocurrió porque alquilo un puesto más, su hermana y sobrina se encargaban del nuevo puesto y ella se quedó sola en su puesto) y supe más sobre ella, la edad, de dónde era, su estado civil (separada). Fue cuando empezó a llamarme "hijito".
Siempre cuando yo llegaba, dejaba de atender a las otras personas para atenderme a mí, sentía un trato especial, esto empezó a animarme a intentar algo más.
Tenía algo de dudas, quizás estaba equivocado y estaba interpretando mal las cosas.
Estuve pensando y se me ocurrieron dos cosas, primero empezar a decirle "bella" "hermosa" cada vez que la viera, también al momento de pagarle o recibir el vuelto, tratar de acariciar su mano.
La primera vez que lo hice vi su rostro algo sorprendida, pero me lanzó una mirada coqueta al instante. Así que empeze hacerlo siempre.
Un día olvidé acariciar su mano, pero ella lo hizo al momento de darme el vuelto.
Dos días después de esto, decidí acercarme a ella. Llegando del trabajo vi afuera a su hermana y sobrina comiéndose unos anticuchos, es mi oportunidad dije.
Entré al mercado y la vi, por suerte los puestos cercanos estaban cerrados, ella recogía unas cebollas que se habían caído.
Kira: Cajacha, buenas tardes! La ayudo
Cajacha: hola "hijito", sí gracias
Kira: suerte que la encontré, vi a su hermana afuera, pensé que ya no estaba.
Cajacha: si hijito, ya me alistó para irme , tu te vez muy guapo y elegante de dónde vienes.
Kira: gracias, vengo del trabajo. Sabés quiero hablar contigo. Quiero decirte decirte algo desde hace mucho.
Cajacha: así? Y que será hijito. Dímelo sin pena.
Kira: Eres una mujer hermosa y yo...
Cajacha: hijito! siempre que dices eso me sonrojas.
Kira: si eso noto, eres coqueta conmigo. Y me gusta.
Cajacha : te digo algo, me gustas, pero tu eres mi hijito, soy muy mayor para ti...
Fue cuando la tomó de la cintura y la beso apasionadamente, un beso francés.
Cajacha : hijito qué rico besas.
Continúe besándola, entramos a su puesto...
CONTINUARÁ.
*No soy tan bueno redactando, disculpen si se extendió mucho.
Gracias por leer
Siempre note a esta madura de ojitos marrones, habíamos cruzado miradas. Pero sólo hasta allí, tenía ya mi casera, así que casi ni interactuaba con ella.
La cajacha es una mujer atractiva de 44 años, de ojos marrones, pelo ondulado, pechugona, no es una modelo pero físicamente se ve muy bien, bien formada. Pude apreciarla bien, una tarde-noche, cuando el mercado ya estaba por cerrar.
La casera que tenía, se fue, por lo que decidí acercarme a su puesto. Ella trabaja con una hermana y su sobrina. Con las semanas empezó a decirme "papito", pensé que así trataba a todos sus clientes pero no, de eso me dí cuenta después de mucho.
Ya con el tiempo fuimos intercambiado breves charlas(esto ocurrió porque alquilo un puesto más, su hermana y sobrina se encargaban del nuevo puesto y ella se quedó sola en su puesto) y supe más sobre ella, la edad, de dónde era, su estado civil (separada). Fue cuando empezó a llamarme "hijito".
Siempre cuando yo llegaba, dejaba de atender a las otras personas para atenderme a mí, sentía un trato especial, esto empezó a animarme a intentar algo más.
Tenía algo de dudas, quizás estaba equivocado y estaba interpretando mal las cosas.
Estuve pensando y se me ocurrieron dos cosas, primero empezar a decirle "bella" "hermosa" cada vez que la viera, también al momento de pagarle o recibir el vuelto, tratar de acariciar su mano.
La primera vez que lo hice vi su rostro algo sorprendida, pero me lanzó una mirada coqueta al instante. Así que empeze hacerlo siempre.
Un día olvidé acariciar su mano, pero ella lo hizo al momento de darme el vuelto.
Dos días después de esto, decidí acercarme a ella. Llegando del trabajo vi afuera a su hermana y sobrina comiéndose unos anticuchos, es mi oportunidad dije.
Entré al mercado y la vi, por suerte los puestos cercanos estaban cerrados, ella recogía unas cebollas que se habían caído.
Kira: Cajacha, buenas tardes! La ayudo
Cajacha: hola "hijito", sí gracias
Kira: suerte que la encontré, vi a su hermana afuera, pensé que ya no estaba.
Cajacha: si hijito, ya me alistó para irme , tu te vez muy guapo y elegante de dónde vienes.
Kira: gracias, vengo del trabajo. Sabés quiero hablar contigo. Quiero decirte decirte algo desde hace mucho.
Cajacha: así? Y que será hijito. Dímelo sin pena.
Kira: Eres una mujer hermosa y yo...
Cajacha: hijito! siempre que dices eso me sonrojas.
Kira: si eso noto, eres coqueta conmigo. Y me gusta.
Cajacha : te digo algo, me gustas, pero tu eres mi hijito, soy muy mayor para ti...
Fue cuando la tomó de la cintura y la beso apasionadamente, un beso francés.
Cajacha : hijito qué rico besas.
Continúe besándola, entramos a su puesto...
CONTINUARÁ.
*No soy tan bueno redactando, disculpen si se extendió mucho.
Gracias por leer