RobertoJordan
Recluta
Hola, soy profesor de un instituto Donde enseñó administración y marketing.
María, es una estudiante alta de cerca de 1.75 o más, es delgada puesto que juega voleibol en la selección del instituto.
Llegada la semana de parciales tocaba evaluar a la muchachada, y ella desaprobó, como buen profesor que me vendo ofrecí una segunda oportunidad para aprobarlos o tratar que sus vidas on fueran miserables con tanto estudio.
María estaba algo apenada o incluso preocupada su pielcita más de morena que de blanca estaba erizada, no me enfoqué en ella porque porbsblemente eso levantaría sospecha, reparti el examen acabaron pero tres chicas quedaron aún por resolver, pidieron tiempo adicional.
Las que quedaron era Fabiola, una flaquita de unos 19 añitos bastante tierna incluso diría virgen, Paola una gordibuena pelirroja con su plata y María todas estaban de sastre porque esa había sido la condición, estaban vestidas con minifalda y chaqueta. Paola fue que haciendo pucheros pidió las claves a lo que Fabiola dijo le vamos a recompensar profesor además somos tres, mire tres no dos sino tres, hablaba con doble sentido y malicia propia de chicas inexpertas, para seguir la corriente les sople una dos o tres preguntas, acabado el examen, las tres se acercaron a decir que como podían ayudarme, en unas semanas habría un evento protocolar y ellas ayudarían allí, ah con qué eso, sí respondí, María estaba callada y con cara de preocupación aún.
Salí del aula .
Cuando me diría a mi casa sobre mi Carro, no digo marca porque con el sueldo de prosor no alcanza para alardear, noto, que me una esquina cuando el semáforo está en rojo, la presencia de María y me dice puede llevarme hasta tal dirección por favor, galantemente le invito a subir.
Una vez en el carro siento que me inade el aroma de su perfume una mezcla de pachuli y rosas, la notaba distinta como excitada, como nerviosa y de la nada suelta una frase Necesito de su ayuda ...
María, es una estudiante alta de cerca de 1.75 o más, es delgada puesto que juega voleibol en la selección del instituto.
Llegada la semana de parciales tocaba evaluar a la muchachada, y ella desaprobó, como buen profesor que me vendo ofrecí una segunda oportunidad para aprobarlos o tratar que sus vidas on fueran miserables con tanto estudio.
María estaba algo apenada o incluso preocupada su pielcita más de morena que de blanca estaba erizada, no me enfoqué en ella porque porbsblemente eso levantaría sospecha, reparti el examen acabaron pero tres chicas quedaron aún por resolver, pidieron tiempo adicional.
Las que quedaron era Fabiola, una flaquita de unos 19 añitos bastante tierna incluso diría virgen, Paola una gordibuena pelirroja con su plata y María todas estaban de sastre porque esa había sido la condición, estaban vestidas con minifalda y chaqueta. Paola fue que haciendo pucheros pidió las claves a lo que Fabiola dijo le vamos a recompensar profesor además somos tres, mire tres no dos sino tres, hablaba con doble sentido y malicia propia de chicas inexpertas, para seguir la corriente les sople una dos o tres preguntas, acabado el examen, las tres se acercaron a decir que como podían ayudarme, en unas semanas habría un evento protocolar y ellas ayudarían allí, ah con qué eso, sí respondí, María estaba callada y con cara de preocupación aún.
Salí del aula .
Cuando me diría a mi casa sobre mi Carro, no digo marca porque con el sueldo de prosor no alcanza para alardear, noto, que me una esquina cuando el semáforo está en rojo, la presencia de María y me dice puede llevarme hasta tal dirección por favor, galantemente le invito a subir.
Una vez en el carro siento que me inade el aroma de su perfume una mezcla de pachuli y rosas, la notaba distinta como excitada, como nerviosa y de la nada suelta una frase Necesito de su ayuda ...