Poniendo cuernos a mi novio

Celestesky7

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‎4 Years of Service‎
Esto ya pasó hace un tiempo, pero quería publicarlo ya que hace poco termine con mi novio y entonces quiero sacarme el clavo como dicen.
Con el estuvimos como tres años, pero fueron tres años intermitentes de terminar y volver, y por supuesto de puestas de cuernos, por mi parte (que mala que soy) y aunque creo que el sospecho nunca pudo confirmarlo, dada mi experiencia y habilidad para mantener relaciones clandestinas.
El caso es que al año de estar en relación con mi ex, por motivos de trabajo tuve que moverme al norte del país, a trabajar en obra. Los ingenieros saben como es ese tipo de trabajo. En mi caso trabajaba 25 días seguidos y descansaba 7. Aunque las primeras veces aprovechaba mis días de descanso para volver a mi tierra, pronto esto se hizo muy tedioso y comencé a quedarme en el trabajo para aprovechar y hacer un poco de turismo por el norte. Y obviamente también aproveche para darme unos ricos revolcones.
El sexo con mi ex era bueno, pero con el tiempo y la distancia se hizo monótono. Al principio me satisfacía haciendo llamadas calientes, y experimente con muchos juguetes sexuales. Pero para mi, no hay nada como una pinga de carne, con que disfrutar de un buen sexo.
Así que aquí comienzan mis aventurillas.
A los dos meses de estar en el trabajo ya hice muchos amigos en el trabajo, tanto otros profesionales como obreros con los que trabajaba, y a los que fui mirando discretamente. Me encantaba verlos mientras trabajaban, sus cuerpos, sus brazos, sus pecho, sus traseros y en especial sus paquetes. Y pues mi puesto me permitía darme esos gustos visuales. Obviamente mi boca y mi cosita se hacían aguas en estas circunstancias. Más de una vez terminé masturbandome en el baño del trabajo, mientras fantaseaba con ser cogida por uno o dos colegas. Tantas eran mis ganas que al terminar el trabajo volaba a mi cuarto para buscar satisfacción, y nada más llegar me desnudaba y me atravezava con mis juguetes. Algunas veces llamaba a mi novio para hacer sex virtual, pero no siempre era posible, y poco a poco ni el porno que veía me quitaba el deseo de ser cogida por un trozo de pinga de verdad.
Y en una de esas ocasiones conocí al que llamare Oscar. Sucede que el vestuario de hombres está alejado de la salida, por lo que muchos obreros suelen cambiarse después del trabajo en lugar un poco oculto cerca a la salida, y aunque está prohibido muchos lo hacen. Bueno, ese día, como era normal, solía quedarme hasta tarde, como hasta las 9 de la noche, y ese día también un grupo de obreros hizo horas extra. Y allí fue cuando me gane con Oscar. Sucede que caminaba por la zona donde se cambian, pensando que no había nadie por allí y de pronto veo a un hombre solo con un polo corto, sin nada en la parte de abajo. No pude evitar fijarme en su pinga y me gusto lo que vi. Era una cosa grande, con los huevos colgados y aunque estaba flácida, se veia que era grande. No pude evitar sentirme exitada de ver un miembro extraño en vivo, nuestras miradas se cruzaron y el simplemente siguió con sus cosas, sin que mi presencia le haga inhibirse. Me puse colorada, y pues me fui de ahí con la cabeza caliente y mi cosita super empapada. Al llegar a mi cuarto no podía sacar de mi cabeza la imagen de aquel miembro, y pues hice lo único que podía, me metí un consolador pensando en esa cosota que acababa de ver y tuve un orgasmo muy satisfactorio.
Continuo otro día con el resto ...
 
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