PPK confirma: "Votaré por Keyko"

Disculpe usted*, estimado Gerineldo. Coincido con muchos de sus post, y los suscribo plenamente, pero con éste, que sostiene una tésis, erronea en mi concepto, no.

No es casualidad que en el año 2,000, producto del embrutecimiento social al que fue perversamente sometido nuestro país, Fujimori haya obtenido, a pesar de todo lo que se sabía de aquella mafia, alrededor del 50% cifra muy similar a la que tiene ahora su hija.

El daño que el régimen Fujimontesinista le hizo al país fue mucho peor del que realmente nos imaginamos. Los Fujimoristas se replegaron y se escondieron en el silencio. Y ahora salen, con una sonrisa que no les cae en la cara, felices ante el aparentemente triunfo de su lider.

Ahora me cuestiono si algunos de los candidatos tenía alguna oportunidad con el Fujimontesinismo.

Lamentablemente Fujimori sigue representando a ese 50% que siempre añoró su retorno.

Saludos.

*Sólo es una expresión de cortesía y no un pedido explícito de disculpas.

Yo no creo tanto que vaya por ahí la cosa estimado Christmas. Que hay una estructura montesinista que ha sobrevivido escondida, y en muchos casos camuflada, a estos cortos 10 años de democracia...si. Eso es incuestionable. Los ha habido en todos los sectores disfrazados de demócratas y ahora salen, como roedores en el ocaso, de sus escondites para alinearse con lo más maligno de la mafia.

Pero además, hay un grueso de la población que ha sufrido una ideologización perversa de su realidad. Ellos no necesariamente son fujimoristas y no se identifican ni por asomo con la podredumbre institucionalizada de los 90. Pero han madurado con los años una severa cuota de complicidad irracional con el actual estado de las cosas. Son estoicamente optimistas, creen ciegamente que el modelo económico "algún día" les alcanzara el beneficio soñado, aunque tras tantos años de aplicación sigan pasando las mismas penurias y limitaciones. Y son ellos, ayudados por la maquinaria del sistema martillándoles los ojos y los oídos a diario, quienes ponen el grito en el cielo cuando alguien propone ajustes sobre ese sistema en el que creen religiosamente. El sistema les inculca que impuesto a la sobreganancia, universalización de la seguridad social, cuestionamiento a las tazas de las AFPs, revisión de contratos son un riesgo para sus esperanzas puestas en el modelo. De lo que se trata es de generar pánico e imponer fantasmas en el imaginario de la gente. Y es allí, donde toda la maquinaria del poder interviene hasta convertir el modelo existente en intocable para quienes nunca han tenido acceso a sus beneficios. Y entonces el espíritu crítico es silenciado sin que se den cuenta. Una de las practicas más sutilmente perversas de quien no quiere dejar sus privilegios es hacerle creer a quien demanda el cambio que ya lo ha conseguido o, mejor aún, darle dádivas muy puntuales para que se olvide de aquello por lo que luchaba. Y eso es ideología pura. En ella poco o nada habría tenido que ver el fujimorismo, de no ser por un detalle muy importante: fueron ellos los creadores de las tácticas más inimaginables de idiotización de las masas al más puro estilo fascista y cuyas consecuencias hoy estamos pagando. Sin embargo, soy un convencido de que cualquiera de las otras propuestas de primera vuelta hubiera dejado sin piso al fujimorismo. Este ahora se esta aprovechando del discurso antisistema del rival. Y eso no se hubiera visto en ninguna de las otras propuestas en esta segunda vuelta.

No es entonces el fujimorismo per se lo que suma votos a su caudal electoral de segunda vuelta, sino las consecuencias nefastas de su aparición en la vida del país y de su puesta en práctica de lo peor de la delincuencia como institución. Los resultados fueron un país con inexistente identidad social y encandilado inútilmente con un crecimiento macro económico que a veces, y con mucha suerte, toca algunas puertas, pero que como rasgo común deja fuera de su influencia justamente a los más necesitados.

En la vereda de enfrente estamos aquellos que hemos sobrevivido con nuestra capacidad de crítica intacta y entre ellos, un sector que cree en el modelo económico, pero sin fanatismo y seguros de que la inclusión social es una tarea inconclusa y urgente. Y el otro sector, el de los desplazados y completamente ignorados por el sistema, a quienes el modelo suena a ajeno y lejano, un dios en el que ellos no creen y que consideran que es hora de un cambio. Ellos, en su mayoría votaron por Humala.

Hoy, el fujimorismo más abyecto está cosechando los frutos de su miserable proyecto. El país dividido, en gran parte aun idiotizado e inmovilizado. Y en otra gran medida, a punto de ser secuestrado y aprisionado por la misma casta mafiosa que creímos derrotada. Ellos, cual ratas, solo estaban a la espera que al Perú le cayera la noche, para salir en busca de su festín. Dios quiera que no lo consigan.


PD. Debiste poner al final de tu post una nota aclaratoria: No Fujithanks. De otro modo no tardaran en aparecer despistados fujifans que emocionados por lo del 50% querrán rendirte pleitesía virtual. Saludos.
 
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