Quilca

Dicen que la etapa universitaria es una de las más inolvidables de tu vida, la verdad no se equivocan.
En uno de esos días en que las monedas solo me alcanzaban para comprarme libros usados (pero originales y a 5 soles) aparecí caminando por Quilca en busca de algo que llenara esa adicción que tenía por leer, ahí vi por primera vez a la que sería, la única mujer que me dejó.

Si eres de los que gustan de las culonas (como yo) sabrás que con ellas aplica el "mucho culo, pocas tetas" y "Pinina" no era la exención. Su culo era formadito a pesar de que el overol que llevaba, disimulaba muy bien lo amplio de sus caderas.