Saludos, cofrades (especialmente el amigo PhD):
Las denuncias periodísticas sobre abusos sexuales en la Iglesia Católica estadounidense (incluyendo cobertura de juicios) empezaron a aparecer a mediados de la década de los 80. Sin embargo, no fue hasta que se publicó en 2002 un reportaje en el periódico
Boston Globe, acerca de juicios seguidos contra curas católicos, que las denuncias periodísticas y acusaciones de las víctimas se multiplicaron exponencialmente (las víctimas perdieron el miedo y la vergüenza y se atrevieron a hablar acerca de lo que había ocurrido décadas atrás). Éste fue el origen del enorme caudal de denuncias sobre el tema que se vive actualmente.
Es justo reconocer que ese mismo año la
United States Conference of Catholic Bishops (la conferencia episcopal americana) encargó a un grupo de laicos la conformación de una comisión llamada
National Review Board a fin de estudiar la naturaleza del problema y proponer soluciones.
A su vez, y esto es lo importante, se comisionó a una institución absolutamente independiente, el
John Jay College of Criminal Justice (City University of New York), la elaboración del estudio empírico que sustentaría las conclusiones de la comisión. Cabe señalar que el John Jay es el único
college, o facultad universitaria, especializado en Derecho Penal en los EUA; fundado en 1964, tiene un prestigio indiscutido, basado en su especialización y calidad académica y moral.
Su estudio, encargado y financiado por la Iglesia, pero absolutamente independiente (vale decir, una auténtica auditoría externa), contó con la colaboración total de las diócesis norteamericanas; fue terminado en 2004 y no ha sido objetado hasta el momento por nadie, siendo citado frecuentemente por católicos y anticatólicos por igual, a fin de sustentar sus alegaciones. En general, es considerado como el más completo estudio realizado jamás sobre la materia, considerando que cubre un período de 52 años (1950-2002).
El informe evacuado, llamado
The Nature and Scope of the Problem of Sexual Abuse of Minors by Catholic Priests and Deacons in the United States, o simplemente el
John Jay Report, el Informe John Jay, presenta conclusiones nada halagadoras para la Iglesia, incluyendo que el 4% de los sacerdotes americanos en los últimos 50 años fueron acusados de cometer abusos (4,392), un porcentaje significativo (1 de 25) que sin embargo resulta menor al observado en la educación pública americana, 6%. Otras conclusiones importantes mostradas en el informe incluyen:
- El problema ya se encontraba en franca regresión en los 90's, habiendo registrado su pico en los 70's.
- Las diócesis recibieron aprox. 11,000 acusaciones; de las que 1,000 fueron desestimadas, 7,000 investigadas y 3,000 archivadas porque el cura ya estaba muerto (Ojo).
- Las denuncias investigadas eran contra 4,392 sacerdotes; sin embargo sólo fueron denunciados a la policía 1,021 de ellos, o sea aprox. 3,300 no fueron denunciados
(acá habría que diferenciar entre los que sí debieron ser denunciados por haber pruebas sólidas y los que habían sido calumniados y la Iglesia hizo bien en no denunciar, cuál es la proporción, no lo sabemos - este comentario es mío).
- De los 1,021 curas denunciados, la justicia sólo condenó a 252, a prisión fueron apenas 100
(acá podríamos extrapolar y asumir que sólo el 25% de los curas no denunciados era culpable - este comentario es mío).
- Pese a que la mayor parte de los abusos fueron cometidos durante los 60's y 70's, las dos terceras partes de las acusaciones fueron realizadas durante los 90's y comienzos del presente siglo, muchas víctimas hablaron sólo décadas después del abuso.
- Los abusos sexuales son de todo tipo: desde acoso sexual verbal hasta penetración, pasando por tocamientos y más de 20 variedades de abuso.
- Aprox. el 75% de las víctimas tenía menos de 15 años y 22% menos de 10
(la mayor parte de los abusos eran de naturaleza pedófila, esto algunos católicos lo han negado, sin embargo un 25% no lo fueron - este comentario es mío).
- Aprox. el 81% de las víctimas eran hombres
(esto ha dado pie a que el cardenal Bertone diga recientemente que la pedofilia es más común entre los homosexuales, lo dejo a discusión, el dato es el que es - este cometario es mío).
- El llamado encubrimiento de las diócesis (3,300 casos como se ha visto) incluía traslados de parroquia y "terapias" ineficaces pues muchos reincidían. Muchos obispos se han defendido diciendo que en las escuelas públicas se toman medidas blandas similares.
- Otros factores que explican la mala actuación de las diócesis y cito directamente a una fuente: "
Los obispos, dice, no se hicieron cargo hasta muy tarde de las dimensiones del fenómeno, sino que trataron los casos como hechos esporádicos y aislados. Dieron más crédito a los acusados que a los denunciantes, y no pusieron en primer término el bien de las víctimas. En cambio, dieron prioridad a los intereses institucionales de la Iglesia, de modo que trataron de ocultar los casos sin afrontarlos hasta el fondo y, ante la amenaza de procesos civiles ruinosos, adoptaron una actitud litigiosa y defensiva, poco pastoral. Confiaron demasiado en los asesores (médicos, psicólogos, abogados) que les aconsejaban medidas terapéuticas o estrategias legales, inadecuadas para un problema de fe y moral. Cuando actuaban mal, no se ayudaban entre sí con el ejercicio de la corrección fraterna. Finalmente, la Comisión cree que los procedimientos canónicos dificultan demasiado apartar del ministerio a los sacerdotes indignos, y que los obispos no recurrieron debidamente a las medidas cautelares previstas".
FUENTES:
[url]http://en.wikipedia.org/wiki/John_Jay_Report#cite_note-adrift-8[/URL]
[url]http://nuevasrevistas.wordpress.com/2004/03/10/balance-y-final-de-un-escandalo/[/URL]
[url]http://www.claridadpuertorico.com/contentpdf.html?news=D96C6ED6304856266F435FDD39723C4E[/URL]
[url]http://www.usccb.org/nrb/johnjaystudy/[/URL] (informe completo)
Como consecuencia del escándalo, la Iglesia estadounidense ha venido enfrentando demandas millonarias (miles de millones) que han llevado a la bancarrota a varias diócesis. También ha invertido cerca de 44 millones de dólares en programas de prevención (incluyendo educar niños a fin que sepan reconocer y denunciar abusos). El cardenal arzobispo de Boston fue obligado a renunciar en 2002. Tmb es cierto que desde 2002 se han aprobado políticas claras para enfrentar este problema, el
Charter for the Protection of Children and Young People. En 2007 contrató un alto oficial del FBI a fin de encargarse de la oficina interna de investigaciones de la Iglesia. Estas iniciativas de la Iglesia Católica EUA, incluyendo una política de tolerencia cero y de denunciar a los abusadores a la policía, han sido finalmente adoptadas a nivel vaticano desde 2008.
Siguiendo el ejemplo norteamericano, la Iglesia Irlandesa, vinculada históricamente con la Estadounidense, ha llevado a cabo investigaciones similares, aunque a regañadientes y presionada por el Estado hay que decir. Los resultados de estas investigaciones son las que han desatado la reciente ola mediática, coincidiendo con revelaciones ocurridas en Alemania. Sin embargo, se ha presentado el problema como que si recién hubiese estallado, presentando noticias antiguas como nuevas y soslayando las iniciativas que ya ha venido aplicando la Iglesia en estos últimos años. Aprovechando la débil memoria del público, que no recuerda lo que sucedió ni el año pasado, resultado tal vez del exceso de información disponible en la era de la Web.
Al parecer, la Iglesia Holandesa iniciará sus propias investigaciones próximamente, es posible que cuando salgan los resultados se vuelvan a presentar noticias pasadas como nuevas, a negar que la Iglesia haya hecho algo y a decir que "recién se hacen públicos abusos contra menores".
CONCLUSIONES:
1. El problema de abusos sexuales en la Iglesia es dantesco pero no mayor ni distinto al que se presenta en otras instituciones, sin embargo esto no sirve de excusa.
2. El tema se viene tratando desde 2002 ampliamente a nivel de la Iglesia, en los medios, en los tribunales, a nivel académico, etc. Presentar lo acontecido en 2010 como la "mayor crisis de la Iglesia desde el Siglo XVI" es ridículo. Es cuestionable además presentar noticias viejas como nuevas para vender, presentando todo como el destape del siglo, pues se soslayan los avances que han habido.
3. Es muy mezquino afirmar que la Iglesia "no ha hecho nada". Ha hecho bastante (pero aún le falta mucho más). Se está enfrentando el problema. Además, ¿que institución financia una investigación que a la larga le ha costado demandas multimillonarias? Si esto no es propósito de enmienda y valentía para enfrentar la verdad, no sé que lo puede ser.
4. Es poco cristiano no reconocer a una institución el derecho a enmendarse, como lo está haciendo mi Iglesia.