Si no te prostituyes, no recibes beneficios sociales
Claire Chapman
Una mesera de 25 años que rechazó el trabajo de ofrecer servicios sexuales enfrenta la perdida de sus beneficios sociales, según la nueva ley alemana sobre la prostitución.
La prostitución fue legalizada en Alemania hace dos años, y entre sus disposiciones permite a los propietarios de burdeles acceder a las bases de datos de desempleados.
La muchacha es una técnica en informática desempleada, declaró en la ficha de inscripción de la oficina de empleo que estaba dispuesta a hacer trabajos nocturnos, pues había trabajo en un café. Así, al poco tiempo recibió una propuesta de empleo que debía aceptar, bajo pena de perder su seguro de desempleo. La oferta de trabajo era de un burdel.
De acuerdo a las leyes de reforma social alemanas, cualquier mujer menor de 55 años que no haya encontrado un trabajo estable durante más de un año, pierde su seguro de desempleo.
En un primer momento el gobierno quiso hacer una excepción con la industria del sexo, sobre la base de criterios morales. Sin embargo, el proyecto de ley fue aprobado tal y como había sido formulado, pues los expertos consideraron que era muy difícil distinguir los burdeles de los bares. Así, pues, quedó legalizado que los dueños de burdeles buscaran nuevas reclutas de la misma forma que una clínica una asistente dental.
La muchacha llamó a su posible empleador y no tardó en darse cuenta que era un burdel. Pensando que era un error, llamó a la oficina de empleo, donde le dijeron que todo era perfectamente legal y que, si no aceptaba ese trabajo, perdería sus beneficios sociales.
“Ya no hay forma de proteger a las mujeres de caer en manos de la industria del sexo. Las nuevas leyes han legalizado la industria del sexo, haciendo imposible rechazar la oferta de trabajo por razones morales”, declara un laboralista de la ciudad de Hamburgo,
La expansión de la industria sexual alemana es impresionante. En todo el país florecen todo tipo de servicios. En Gotha, norte de Alemania, una mujer se quejó de tener que acudir a una cita de trabajo, desnuda. El puesto que se le ofrecía era recepcionista nudista. Este tipo de trabajos se ofrece en las oficinas de empleo, y la que no quiera aceptarlos puede ser demandada.
Tatiana Ulyanova, propietaria de un burdel en Berlín, ya utiliza este servicio desde que entró en vigencia la ley, hace casi un mes. Ella dice que tiene el mismo derecho de recurrir a las bases de datos de desempleados como cualquier otro empleador.
Ulrich Kueperkoch quería abrir un burdel en en Goerlitz, ciudad de la antigua RDA, pero la oficina de empleo retiró su aviso porque nadie se presentó por el puesto. Kuperkoch dice que los burócratas le sabotearon y pide una compensación a la Corte Suprema.
La abogado laborista teme que la presión de la industria del sexo hará que los casos de resistencia a este tipo de ofertas disminuya. Entretanto, el gobierno se lava las manos aduciendo que la prostitución es legal en el país desde el 2002, y que la medida se adoptó para acabar con la creciente trata de blancas hacia Europa Occidental.
Fuente: The Daily Telegraph
Fecha: 30 January 2005