BB-Salsero
Oficial
- 263
- 526
- 87
- Registrado
- 19 Ene 2006
- Registrado
- 19 Ene 2006
- Mensajes
- 263
- Puntos de reacción
- 526
- Puntos
- 87
19 Years of Service
Lectores de este diario denuncian que presuntos efectivos de la Policía compraron todos los ejemplares de La República en el quiosco del cruce de las avenidas Domingo Orué y Recavarren, en el distrito de Surquillo, Lima.
Según la información recibida, esta situación se repite desde hace varios días en esa zona de la ciudad. Vale resaltar que el jueves pasado denunciamos la compra sistemática de todos los ejemplares del diario en varios puntos de la capital, como sucedió en las épocas del fujimontesinismo.
En los casi cuarenta años que tiene como vendedora de diarios en el Callao, Carmen Pérez Minchelos ha visto y vivido mil situaciones. Pero lo de ayer solo lo había sufrido en la década siniestra del fujimontesinismo, cuando agentes del gobierno hacían de todo por evitar que la prensa independiente denunciara las irregularidades y abusos que cometían las autoridades.
Ayer, bien temprano, un sujeto que no había visto nunca la aguardaba frente a su puesto de ventas. Esperó que abriera y, cuando no había nadie, se aproximó para ofrecerle comprar todos los ejemplares de La República.
Fue impaciente y muy insistente, pero le dije que no podía hacerlo porque tengo clientes de años a quienes guardo el diario, contó.
Pero el sujeto continuó insistiendo. Me dijo que me iba a pagar, incluso más, por los diarios que empezaba a colgar, pero yo le respondí que no iba a venderle nada. Quería llevarse todo en una moto y también los ejemplares de El Popular, relata Carmen, quien dice haber pasado por situaciones similares en los noventas, cuando personas extrañas aparecían y compraban en paquete los ejemplares de los diarios opositores al gobierno.
Pérez señala que lo de ayer no es aislado, pues en días pasados ha ocurrido en esquinas del Callao.
Uno que ya tiene años en esto sabe cuándo quieren tapar una denuncia periodística. Por eso yo no les vendo, porque sé que son gente que busca esconder las cosas que pasan para que los demás no se enteren, sentenció con sabiduría.
No es un hecho aislado
En efecto, lo que señala doña Carmen no fue un hecho aislado. Sus compañeros de oficio Omar Ramos y José Luis Pérez, veteranos vendedores de diarios de la cuadra 11 de la avenida Sáenz Peña, confirman que en días pasados se presentaron desconocidos buscando ejemplares de La República.
Venían en carros y a veces a pie y querían comprar todos los ejemplares que hubieran. Así iban de puesto en puesto y en algunos conseguían que le vendan, pero yo les negaba, refiere don Omar.
Pérez, por su parte, recuerda que estas cosas pasan cada vez que las noticias ponen al descubierto un acto de corrupción de una persona influyente. Cuando han venido les hemos dicho que no podemos venderles todo a ellos porque tenemos nuestros clientes, dijo.
Una cuadra más allá, entre Sáenz Peña y Dos de Mayo, el canillita Carlos Sifuentes señaló que son pocos los vendedores que defienden el derecho de sus clientes a estar informados.
Yo sí cuelgo los diarios en mi kiosco, principalmente La República, porque creo que la gente tiene derecho a enterarse de las cosas que pasan. Y los vendo de uno en uno a mis clientes de toda la vida, pero si tuviera más ejemplares mis clientes serían más felices, porque habría para todos.
La presionaron para que venda
Lejos de allí, en el cruce de las avenidas Panamericana Norte y Carlos Izaguirre, en Los Olivos, María Romero no tuvo más remedio que vender los ejemplares de La República que tenía reservados para sus habituales clientes.
Se presentaron personas que nunca había visto, y mire que a los vecinos se les conoce casi a todos. Estas personas vinieron solo por los ejemplares de La República y luego se fueron. Yo no me quise hacer problema y se los vendí, aunque después vinieron mis clientes a reclamarme, relata la madre de familia, quien explica que los desconocidos cargaron con todos los ejemplares del diario en menos de cinco minutos.
Todo esto ocurrió, tanto en el Callao como en Los Olivos, entre las 7 y 8 de la mañana.
Denuncia de oyente de radio San Borja
En el programa No hay Derecho, de radio San Borja, varios oyentes denunciaron al aire que desconocidos habían comprado en paquete los ejemplares de La República de varios puestos del Callao, San Juan de Lurigancho, Lurín y San Juan de Miraflores. Un ciudadano dijo, incluso, que a las 7 de la mañana ya no había diarios.
Algunos canillitas de Villa El Salvador y San Juan de Miraflores informaron que desde las 7 de la mañana desconocidos fueron de kiosco en kiosco a comprar La República. Seguro no querían que en el distrito nos enteremos de las denuncias contra Keiko Fujimori, contaron.
En la primera vuelta ocurrió lo mismo en Cajamarca y La Libertad. Se dijo que personas allegadas al fujimorismo compraban los diarios con el fin de que no se lucieran en los kioscos.
Los oyentes también dijeron haber visto que allegados al partido Fuerza 2011 repartían volantes y dinero a los vecinos de San Juan de Lurigancho, a cambio de comprometer su voto.
Claves
EL CASO. En su edición de ayer, La República puso en evidencia las contradicciones que hay en las respuestas que dan los organizadores y la supuesta única ganadora identificada de los premios rifados por el comando de campaña de Keiko Fujimori.
SIN GANADORES. En los días anteriores se denunció que de los 13 premios ofrecidos en la rifa que dejó ingresos por un millón y medio de soles, solo se había entregado uno: un microondas.
Según la información recibida, esta situación se repite desde hace varios días en esa zona de la ciudad. Vale resaltar que el jueves pasado denunciamos la compra sistemática de todos los ejemplares del diario en varios puntos de la capital, como sucedió en las épocas del fujimontesinismo.

En los casi cuarenta años que tiene como vendedora de diarios en el Callao, Carmen Pérez Minchelos ha visto y vivido mil situaciones. Pero lo de ayer solo lo había sufrido en la década siniestra del fujimontesinismo, cuando agentes del gobierno hacían de todo por evitar que la prensa independiente denunciara las irregularidades y abusos que cometían las autoridades.
Ayer, bien temprano, un sujeto que no había visto nunca la aguardaba frente a su puesto de ventas. Esperó que abriera y, cuando no había nadie, se aproximó para ofrecerle comprar todos los ejemplares de La República.
Fue impaciente y muy insistente, pero le dije que no podía hacerlo porque tengo clientes de años a quienes guardo el diario, contó.
Pero el sujeto continuó insistiendo. Me dijo que me iba a pagar, incluso más, por los diarios que empezaba a colgar, pero yo le respondí que no iba a venderle nada. Quería llevarse todo en una moto y también los ejemplares de El Popular, relata Carmen, quien dice haber pasado por situaciones similares en los noventas, cuando personas extrañas aparecían y compraban en paquete los ejemplares de los diarios opositores al gobierno.
Pérez señala que lo de ayer no es aislado, pues en días pasados ha ocurrido en esquinas del Callao.
Uno que ya tiene años en esto sabe cuándo quieren tapar una denuncia periodística. Por eso yo no les vendo, porque sé que son gente que busca esconder las cosas que pasan para que los demás no se enteren, sentenció con sabiduría.
No es un hecho aislado
En efecto, lo que señala doña Carmen no fue un hecho aislado. Sus compañeros de oficio Omar Ramos y José Luis Pérez, veteranos vendedores de diarios de la cuadra 11 de la avenida Sáenz Peña, confirman que en días pasados se presentaron desconocidos buscando ejemplares de La República.
Venían en carros y a veces a pie y querían comprar todos los ejemplares que hubieran. Así iban de puesto en puesto y en algunos conseguían que le vendan, pero yo les negaba, refiere don Omar.
Pérez, por su parte, recuerda que estas cosas pasan cada vez que las noticias ponen al descubierto un acto de corrupción de una persona influyente. Cuando han venido les hemos dicho que no podemos venderles todo a ellos porque tenemos nuestros clientes, dijo.
Una cuadra más allá, entre Sáenz Peña y Dos de Mayo, el canillita Carlos Sifuentes señaló que son pocos los vendedores que defienden el derecho de sus clientes a estar informados.
Yo sí cuelgo los diarios en mi kiosco, principalmente La República, porque creo que la gente tiene derecho a enterarse de las cosas que pasan. Y los vendo de uno en uno a mis clientes de toda la vida, pero si tuviera más ejemplares mis clientes serían más felices, porque habría para todos.
La presionaron para que venda
Lejos de allí, en el cruce de las avenidas Panamericana Norte y Carlos Izaguirre, en Los Olivos, María Romero no tuvo más remedio que vender los ejemplares de La República que tenía reservados para sus habituales clientes.
Se presentaron personas que nunca había visto, y mire que a los vecinos se les conoce casi a todos. Estas personas vinieron solo por los ejemplares de La República y luego se fueron. Yo no me quise hacer problema y se los vendí, aunque después vinieron mis clientes a reclamarme, relata la madre de familia, quien explica que los desconocidos cargaron con todos los ejemplares del diario en menos de cinco minutos.
Todo esto ocurrió, tanto en el Callao como en Los Olivos, entre las 7 y 8 de la mañana.
Denuncia de oyente de radio San Borja
En el programa No hay Derecho, de radio San Borja, varios oyentes denunciaron al aire que desconocidos habían comprado en paquete los ejemplares de La República de varios puestos del Callao, San Juan de Lurigancho, Lurín y San Juan de Miraflores. Un ciudadano dijo, incluso, que a las 7 de la mañana ya no había diarios.
Algunos canillitas de Villa El Salvador y San Juan de Miraflores informaron que desde las 7 de la mañana desconocidos fueron de kiosco en kiosco a comprar La República. Seguro no querían que en el distrito nos enteremos de las denuncias contra Keiko Fujimori, contaron.
En la primera vuelta ocurrió lo mismo en Cajamarca y La Libertad. Se dijo que personas allegadas al fujimorismo compraban los diarios con el fin de que no se lucieran en los kioscos.
Los oyentes también dijeron haber visto que allegados al partido Fuerza 2011 repartían volantes y dinero a los vecinos de San Juan de Lurigancho, a cambio de comprometer su voto.
Claves
EL CASO. En su edición de ayer, La República puso en evidencia las contradicciones que hay en las respuestas que dan los organizadores y la supuesta única ganadora identificada de los premios rifados por el comando de campaña de Keiko Fujimori.
SIN GANADORES. En los días anteriores se denunció que de los 13 premios ofrecidos en la rifa que dejó ingresos por un millón y medio de soles, solo se había entregado uno: un microondas.