Esta semana me di mi vuelta por LGA y aunque encontré un ambiente algo "tranquilo", siempre es agradable estár en este rincon de abajo del asfalto.
Jueves:
Al pasar frente a Adan y Eva saludé a una amiguita muy querida que no había visto hacía tiempo. Y bajando los últimos peldaños fui asaltado por mi pataza, mi brother, mi yunta, la gran, la sensacional...
Nikita. Eso fue todo un cuadre, pero yo llegaba
for a business subject, y no pude quedarme a disfrutar su compañia. Con su singular manera, lo entendió y me dejó pasar... (ufff).
No pude atender mucho el show, pero mi partner si andaba algo distraido siguiendole la pista a alguien en el escenario y luego por la sala, y como si la hubiera llamado, se posó em su banca, frente a la mia. Este pata no pudo con su genio y olvidandose del business se largó con
Jennifer al PV. Hasta donde vi, la hizo linda. Escultural cuerpo y bastante complaciente según fue posible ver desde afuera y aún cuando salieron del PV.
Cuando quedé libre de mi compromiso inicial, me pasee un poco a ver el ambiente y a mi amiguita la hallé en la barra. Fuimos por algo de cerveza para aprovechar el
interruptus y la pasamos muy bien.
Viernes:
Fui, esta vez expresamente buscando a mi recobrada amiguita, pero no la encontré

. Encontré a algunos, varios, muchos, patas con los cuales he compartido alguna vez la bohemia de la noche, y hasta ahora me di cuenta que son numerosos. Bueno, es que buscando patas nunca he bajado, para eso hay otros establecimientos no muy lejos.
Cheleando sanamente (je, je) pude saludar a mi queridisima
Angela, quien me acogió con una dulce amabilidad que ya extrañaba. En eso fui asaltado por otra de mis amigas... la gran
Josephine, quien de los cabellos (ojo, de los cabellos, no de los pelos, ah) me sacó de ese ruedo y nos pusimos a bailar una salsita, muy pegaditos, y luego algún trago. Así que ya dejaste definitivamente a XXXX... hummm... a ver si ahora hay mejores oportunidades con esta "yegua blanca".
Regresando a mi grupo, vigilaba de reojo a una amiga a la que también quería saludar de modo especial, y tan pronto hubo oportunidad, la abordé y a la banca con ella.
Tracy es una de las pocas amigas que quedan de la última vez que por aquí había pasado yo. Recordamos viejos tiempos y con 2 o 3 puntos de alcoholemia volví a la superficie.
A mis amiga
Alaska la encontré tranquila... tal vez melancólica... ya veré como la alegro. Pude ver a
Marina, Gianella, Nikita, mi amigaza
Marilyn, y me disculparán la que no menciono pero aún no las conozco.
Como decía un cófrade, este camaleón cambia de color, pero básicamente es el mismo. Un gusto haber vuelto a mi casa original.