Finalmente, no creo que en Cuba haya gran unidad ni muchos huevos. Unidad y huevos les falta para derrocar de una vez por todas a ese par de retorcidos vejetes que la gobierna. O si no, ya habrían dado cuenta de ellos, como en su día los rumanos dieron cuenta de Ceausescu, los germanoorientales de Honecker, los checoslovacos de Husak y los búlgaros de Zhivkov; sanguinarios dictadores que también acostumbraban llenarse la boca de supuestos logros y medallitas olímpicas.Saludos,CDLCO
Definitivamente unidad es algo de lo que se carece en la isla, y es que el régimen cubano ha impuesto una doctrina de vida basada en el miedo, la desconfianza,la falta de valores esenciales para una democracia, además de una absoluta falta de inventivo para trabajar y estudiar en las nuevas generaciones.
Fidel estableció un estado policial, donde cada quien desconfía de...cada quien. Como reseñé en post anterior, además del CDR (Comité de Defensa de la Revolución) de cada barrio; y literalmente hay uno
en cada barrio; de la policía, de los soplones del partido, tenemos a los ominosos y omnipresentes G2, el servicio secreto cubano, que cumple tan oficiosamente su papel secreto, que incluso el propio militante partidario encargado del CDR del barrió, no sabe quien es el G2 que está vigilando igualmente el barrio...
e incluso a él mismo. Y es que el G2 puede ser cualquiera, los instruyen para intentar ganarse la confianza de sus vecinos despotricando del régimen, de los CDR y de los "zingados" G2. De tal modo, nadie confía en nadie, vives temeroso de tus comentarios y se de casos que mismos familiares tan cercanos como hermanos se "echan pa'lante" o delatan a fin de quedar bien con el partido.
Y es así que los valores familiares de amistad, fraternidad, confianza se han perdido en aras de los fútiles valores del socialismo, lucha de clases, de su vapuleado: Pioneros por el comunismo, seremos como el che...que repiten como consigna escolar los niños cubanos desde el primer grado.
En tal virtud la unidad vecinal y/o política es ilusoria, no existen partidos de oposición, y la juventud cubana contestaria es aplastada doctrinariamente. Observen los grupos disidentes, Damas de blanco, Proyecto Varela o cualquier otro, son en su mayoría formados por cubanos de antes de la revolución, maduros y claramente en minoría, con muy contadas jovenes excepciones como la famosa bloguera Yoani Sánchez.
Ahora bien, como elemento externo que cataliza una despertar revolucionario en la juventud cubana, podemos agregar la famosa ley migratoria de ajuste cubano de los EE UU. En virtud de esta ley, expedida en 1966, cualquier cubano que llegue a tierra norteamericana, pasado un año y un día en USA, puede solicitar y obtener la residencia permanente. Así de facil. Y son millones de cubanos los que se han beneficiado con esta ley. Le pregunté una vez a mi joven ex-cuñado cubano, sentados en un lindo bar de Miami, tomando unos refrescantes mojitos: Si no hubiera existido esta ley, y no pudieran haber ingresado de niños a Miami, y no tuvieran su carro del año en la puerta, buena "pincha" (trabajo) y "fulas" (dólares), donde estarían tu y los demás cientos de miles de cubanos jovenes que están en USA??? El sonrío, pensó brevemente, y contesto: quizás con un fusil en el Escambray, peleando contra Fidel, compay. Sin comentarios.
Y no creo que a mi compay le faltaran huevos, porque él y miles de cubanos y cubanas se lanzaron al estrecho de la Florida, premunidos solo con unas botellitas de agua, en balsas formadas por lo primero que tuvieran a mano, camaras, llantas, tablas, en un mar infestado de tiburones y donde en minutos aparecen y desaparecen tormentas tropicales colosales. Cientos han muerto en el intento.
Lo que falta es liderazgo, valores e incentivos, algo que Fidel en la creación del Hombre Nuevo de sus discursos, le arrebató a la juventud cubana, que hoy piensa que su única meta es llegar al "yuma" (USA) y hacerla. Triste resultado.