Otro larguísimo, aburrido y palabrero post de Caviareldo. Otro ejercicio de argumentum verbosium cuyo único objetivo es disculpar la cagada que hizo el infeliz Lynch (su partner ideológico, por lo demás) con el risible argumento de que mi tocayo Nicolás constituye la excepción, en un Estado carente de estrategia para enfrentar al MOVADEF (esto último es cierto), al intentar combatirlos ideológicamente, mostrando un talante dialogante frente a la cerrazón senderista, ¡haciéndolos pasar a tomar café, cuando bastaba con recibir su comunicado es informar a Lima!
Hola Damiselo, siempre es un gusto y placer responder tus post que, a diferencia de lo que los míos te inspiran, a mí me resultan siempre bastante divertidos. Aun aquellos, como el que cito, que parecen escritos con la hiel en el teclado (será que no procesas aun la derrota de tu tío romney?). Vamos por partes entonces bajo riesgo que te resulte más aburrido que el anterior.
Argumentum verbosium dices y vaya, me sorprendes, no sabía que mis textos se te antojaban complejos y difíciles de desmenuzar. Habrá que corregirme entonces. Te agradezco sinceramente la preocupación y de mi parte va la promesa de ser más didáctico entonces.
Donde no te doy razón alguna es en tu intento de minimizar mi argumento como una simple estrategia de defensa del embajador renunciante. Para quien desee darle una leída pausada a mi post, con menos limitaciones que las que has confesado, le quedara bien claro que la idea va por otro ángulo muy distinto y mucho, pero mucho más consistente. Pero de todas maneras tocare el punto ya que tanto rasca rasca te ha provocado.
No es que Lynch sea una excepción en la estructura del Estado, no es mi intención defenderlo como tampoco es mi intención dar cuenta de lo que el Estado hace o deshace en materia de lucha antisubversiva ya que eso está a la vista de todos. Lo que hago simplemente es expresar mi opinión acerca de LO QUE DEBERÍA HACER según mi criterio. Puedo estar equivocado y enbuenahora si alguien me demuestra que es así. Por lo menos entonces amigo mío, has el intento. Y sin bravatas huecas tío, porque ya vez, al final llegas a la misma conclusión que yo: que estamos ante un estado carente de estrategia para enfrentar al movadef (así en minúsculas queda mejor tío, tampoco es para que lo resaltes tanto). Pero la embarras al interpretarme tan mal pretendiendo que pido un Estado dialogante con las huestes senderistas. Nooooooooo loquito, mil veces nooooooooooooo. Lo que yo pido es un Estado con una suficiente capacidad de reacción, que no se quede en decisiones que puedan aparecer ante la opinión pública internacional (que es a la cual apunta ahora el movadef sin duda alguna) como propias de un estado intolerante y abusivo. Porque puedes estar seguro que hasta donde llega la estrategia(¿?) existente (¿?) eso es lo que se lee, lo que queda, lo único que existe. No hay una respuesta rotunda y categórica que enfrente a sendero en sus raíces más sólidas: su maldita ideología. Entonces, mi distraído amigo, no es una invocación a pasar a tomarse una jirafalesca tacita de café como mal deduces . Sino en aprovechar esa coyuntura para darle al senderismo por donde más les duele: aplanamiento político. Y como hacerlo? Existen cientos de maneras que no implican una contradicción con la estrategia de estado. La difusión de su ilegitimidad y las razones inmensas y auténticas del pueblo peruano para considerarlos parias. Tu prefieres el cierra puertas y el silencio. Dime entonces mi buen caballero, que gana el Estado con eso? O mejor dicho... ¿gana algo?
La lucha contra sendero debe estar repleta de diarias victorias en todos los campos. Solo así se podrá derrotarlos por completo algún día. Y eso implica vencerlos ideológicamente y hacer difusión clara de ello. Darles con un portazo en las narices y callar en siete idiomas es apelar a lo mismo que el fujimorismo, que nos vendió el cuento de que sendero estaba derrotado solo porque Abimael y sus más cercanos secuaces estaban en chirona y que entonces había que estar tranquilos. Nunca se tomaron la molestia de combatirlos desde sus raíces, en sus bases más originarias y ya vemos como, al cabo de veinte años, la labor de hormiga empieza a rendir frutos. Esa labor de hormiga que iniciaron el mismo día que Abimael fue capturado. Porque entendámoslo bien estimado caballero. Sendero no está en los remanentes del Vrae. Aquellos son simples ovejas descarriadas inclusive del senderismo que, aliados al narcotráfico, no encuentran otra mejor manera de subsistir que vendiendo su alma al otro diablo. Sendero está en las bases que, aceptémoslo pues, a diario envenenan la mente y el espíritu de cientos de jóvenes que, ignorantes de lo que realmente le significo al país su existencia, hoy se dejan engatusar, captar, convencer y hasta entusiasmar con esa rebeldía propia de los años. Y hay algo que haga allí el estado? NOOO. No lo hay. Y es allí hacia donde se dirige mi comentario. No a defender a Lynch como tan básicamente interpretas. Lo curioso es que tu comentario final me da absoluta razón luego de haber intentado desdibujar la carnecita de mi opinión con la cual estas plenamente de acuerdo.
Estrategia de propaganda eficaz contra sendero, claro que si tío. Porque no la hay. Porque nunca la ha habido. Al menos no proveniente del Estado mismo.
Finalmente quiero dejar muy en claro algo que ya va siendo hora de zanjar por completo. No insistan, quienes están en desacuerdo conmigo, en apelar a los adjetivos engañosos para atribuirme simpatías no solo inexistentes sino contrarias a mi verdadero espíritu y convicción democrática. Caes en eso mi estimado caballerin al deslizar primero, de manera muy solapada y poco elegante, que Lynch es mi partner ideológico para líneas más abajo calificar al ex embajador como proterruco. Existe una escondida intencionalidad en ese exabrupto? Sería bueno que lo aclararas mi estimado. Solo para dejar las cosas bien sentadas y no dar pie a los verdaderos oportunistas de siempre que seguro estarán ya desesperados por saltar a la palestra para lanzar ese tipo de infundios y ofensas. El centro de este debate, el de mi posición y tus equívocas líneas al respecto, no han hecho otra cosa que traerme al recuerdo mis años de universitario, en los años más terribles del terrorismo, en que enfrentaba a sendero en las aulas y en las asambleas estudiantiles. En donde ante la amenaza de un fusil, hacíamos huir al enemigo herido en su amor propio y abucheado y pifiado por quienes veían allí a un enemigo derrotado, ridiculizado y empequeñecido en su propio laberinto. Nos costó amenazas desde luego y el vivir años de cuidados al llegar y al salir de la universidad. Pero nunca nos vencieron con razones. En ese campo siempre fueron ellos los derrotados. Se de lo que hablo entonces. Solo exijo, amigo mío, un poco de respeto.
Salud.