Tratare de ser frio en el análisis.
Un solo ganador: El PPC. Cortó rabo y dos orejas por una muy calculada participación en el proceso. No tan santa como la quisieron pintar, y me explico. Vendieron, en el mejor sentido de la palabra, la imagen de apoyar a la alcaldesa por una cuestión de principios democráticos y defensa de la institucionalidad democrática. Bello mensaje que caló hondo en el electorado y, también hay que reconocerlo, en sus rivales políticos que se tragaron la "noble" iniciativa con zapatos y todo. Pero la tal iniciativa no era tal y eso quedó evidenciado en los resultados de la consulta de revocatoria para regidores. Es claro, no admite dudas, que existió una consigna clara que difícilmente (imposible calza mejor) provenga de una tendencia espontanea del electorado. Hablamos entonces de una consigna partidaria. Gracias a esa consigna, hubo un sector importante de electores que voto en bloque siguiendo las siguientes directivas. 1) Salvar a Villarán. 2) Salvar a los regidores pepecistas. 3) expectorar a los regidores de Fuerza Social. No es casual, estimados, el hecho de que se fuerce a nuevas elecciones y que en ellas, por no contar con la aprobación del JNE, no pueda participar Fuerza Social el principal afectado con la razia. Y lo más probable es que esos espacios sean ocupados por nuevos regidores provenientes de las canteras del PPC. De esa manera, durante el año que ellos entren en funciones, de aquí a 9 o 10 meses, la municipalidad de Lima quedara en sus manos. El éxito que esta pueda obtener en ese tramo, será, a los ojos de la ciudadanía, potestad suya. Y entonces, el acceso a la alcaldía en las nuevas elecciones del 2014 estará asegurado. Golazo de media cancha. Pero no es todo. Lourdes ha dicho que no participara en las elecciones presidenciales del 2016 pero que podría hacerlo en las siguientes. ¿Cuál es la lectura lógica entonces? Ella apunta a sacarse el clavo y ser la nueva alcaldesa de Lima, como seguro trampolín a la presidencia el 2021. Una conclusión de este tipo se dejaba vislumbrar ya desde antes que se anunciaran los resultados para regidores cuando, trepados del balcón del Bolívar, junto a Villarán, los regidores del PPC aprovecharon para extender la bandera verde del "No del PPC" mientras se abrazaban de la manera más emotiva y emocionada entre ellos. Lógico. Sabían que esta elección los tenía a ellos como únicos y claros vencedores.
¿Hizo mal el PPC en actuar de esta forma? No lo creo si entendemos la política como una lucha por el poder. Y en esta lucha el pepecismo apelo a todas sus armas, con un Bedoya nonagenario incluido.
¿Perdedores?
Varios y en distintas medidas.
El principal de todos Castañeda. Y bien por eso. Hubiera sido demasiado nocivo para la dignidad limeña que un sujeto como este hubiera obtenido algún rédito que aprovechar, como siempre, en su provecho personal. Desde ayer, Castañeda es un cadáver político. El hecho que su hijo sea el principal desafectado del consejo limeño lo dice todo. Es una patada en el trasero. Y, siguiendo la lógica que expuse en torno a Lourdes Flores y sus expectativas a mediano plazo, Castañeda no volverá a ser una posibilidad de importancia para Lima. Qué bueno.
Perdedor también es el Apra y su megalómano líder García. El mensaje en torno a ellos es también contundente: Ya no manejan a su antojo las decisiones democráticas de este país. Ya no tienen peso ni siquiera en Trujillo y en Lima no pasaron de ser comparsa de una intentona de usurpación del poder abortada. Qué patética la intentona de ayer de García tratando de llamar, muy camufladamente, a votar por el Sí. Toda su forzada y maquillada imagen de estadista tirada al tacho. Este poco grato personaje debe estar lamentándose en el alma haberse comprometido con una causa tan funesta como la impulsada por el mudo sinvergüenza.
Pierde, en menor grado, pero no por ello de manera menos significativa Villarán. Aunque aún no se confirmaran sino hasta dentro de unos buenos días las tendencias sobre los regidores, si estos hubieran salvado la valla el futuro hubiera sido el mejor para ella y para su gestión. Porque Lima tiene ya la plataforma para su despegue, forjada durante sus dos primeros años. Los años que vienen eran los de cosecha constante. Y esa cosecha al parecer ira ahora a manos del PPC. Lamentable para una figura a la que NADIE, pudo objetarle en el rasgo más valioso de cualquier político: su honestidad. Muy fino habrá de hilar para mantener, junto a una bancada de regidores no afines a ella, la sensación de que es quien comanda el éxito esperado para Lima. Y digo éxito porque es imposible siquiera de imaginar que en nuevas elecciones para regidores Lima cometa la barbaridad de darle un lugar a los verdaderos culpables de esta situación: los solidarios y los apristas. Sera, insisto, seguramente el PPC quien asuma ese beneficio.
Pierde Lima. Porque por la miseria moral de unos cuantos que empujaron a esta situación y de unos cuantos tontos útiles, prestos a regalar firmas por galletas o proselitismo por caprichos y rencores patológicos, la ha llevado a perder gente muy valiosa en la asamblea de regidores, reconocidos por tirios y troyanos, gestores de lo que Lima obtendrá en los próximos meses y años. No es casual escuchar hoy a Altuve lamentar estas pérdidas y reconocerlos en varios casos como los mejores regidores que ha tenido la oportunidad de ver. Es impensable la posibilidad de que Lima siquiera intente reemplazarlos por escoria solidaria o aprista. Lo mas probable es que no sea así, pero de todas maneras, que lastima por Lima.
Pierden quienes se mantuvieron al margen o no quisieron manifestarse de manera clara en este proceso. Keiko y Toledo. Si ellos pensaron que se hacían un favor con esa tibieza se equivocaron. Les costará demasiado lograr un enganche siquiera mediano con el electorado de cara a nuevas elecciones presidenciales. Ellos también jugaron a favor del PPC.
Y finalmente, no gana, pero tampoco pierde Humala. Su posición neutral no se contradice con su condición de mandatario, por lo tanto no le afecta. Y la mirada puesta en este proceso le ha servido para pasar bastante piola en varios asuntos que, en otras circunstancias le hubieran movido el piso. Además, este proceso le debe haber servido para atemperar las aguas, medir posibilidades y evaluar la conveniencia de una posible candidatura de Nadine a la alcaldía el 2014. Con el triunfo categórico de Lourdes, esto parece complicado. Pero si se deciden por ello, el cadáver de Castañeda terminara siendo pulverizado, si aún más aún puede llegarlo a estar.
Salud.