Lo que es pagar, pagar por sexo, lo hice ya madurito, antes nunca había tenido necesidad de pagar, y es que había a quién castigar. Lo hice porque mi mujer estaba en cinta y llegó a ese periodo en que ya no se puede hacer nada, andaba por la Av. alfonso ugarte y me encontré un patín que repartía unos volantitos chiquitos recuerdo. vi el texto y yo que no la veía ya días, al toque me arranqué al sitio. subí a un segundo piso, me cobraron la entrada y de ahí pasé a un hall, donde estaban las kines sentadas, en negligé. le eché el ojo a una, altita, blanquita, bien carnosita, con unos ojos acaramelados, bien pero bien rica. Fuimos a la habitación, bien limpia y acomodada, transamos el precio, me kitó la ropa, yo a ella y ahí comenzamos a darle. Nos gustamos mutuamente, y esa flaquita reemplazó a mi jerma durante todo el tiempo del pre y el post embarazo. Facil me iba a tirar con ella dos veces a la semana. y es que era bien tranquila, sin vulgaridades ni nada parecido, ambos nos dábamos trato de pareja. Será por ella que supe de lo que es pecar con otra carne. Dejé de verla cuando nació mi hijo, pero al regresar al tiempo, me dijeron que ya se había retirado. Y sí pues, alguna vez me contó que se dedicaba a eso para financiar su salón de belleza. Ojala le vaya bien.