Quinta parte: Siempre me acordaré de ti
Jenni volvió a putear. Ahora se contactó con una flaca que atendía junto con otras flacas en una casa, puso su anuncio en una web y atendía en ese sitio en un horario casi fijo después de su chamba. En este sitio su atención no era muy esmerada, ni siquiera conmigo, eso sí, a ella la trataban muy bien, las otras chicas se notaba que le tenían estima, cuando yo llegaba me trataban muy pero muy bien, me recibían con muchas atenciones mientras esperaba o me llevaban a la habitación donde Jenni atendía. Era gracioso, a pesar de que su atención no era la mejor para mi gusto, para otros era lo máximo (sí, tuvo su tema en este foro).
Con la confianza que le tenía, llegué a decirle que no me estaba tratando como antes, ella me dijo que no era así y que seguía queriéndome como siempre, incluso llegó a decirme que ella era mi mujer y que era mía así que siempre me iba a atender bien.
La siguiente vez que fui me hizo pasar a otro cuarto y ahí estaba una flaca esperándonos, pensé que ibamos a hacer otro trío, pero no, Jenni se comportó conmigo como antes, lo hicimos delante de la flaca quien se desnudó y se masturbó mientras nos miraba. No me cobró nada adicional. Para el segundo polvo, la flaca se quitó dándole un chape con lengua a Jenni y uno a mí, Jenni volvió a comportarse como antes, volvió a hacer garganta profunda y volvieron los juegos anales. Yo estaba extasiado.
Pero eso fue una ilusión, las otras veces fue la misma chica con atención medida que había sido desde que llegó a ese sitio.
Después cambió de chamba a la última que le conocí. Su responsabilidad aquí era mayor, ahora sólo podía llamarla en cierto horario, de modo que no la interrumpiera en su chamba. Incluso dejó de responderme y se desapareció un tiempazo. Yo estaba como loco, pero después de muchos intentos de encontrarla, simplemente me tranquilicé y me dije a mí mismo que ella llamaría más adelante. No fue así, ella simplemente no contestaba, hasta que un día después de lo que fue un día de en mi trabajo, intenté llamarla y me respondió. Como siempre, me trató bien "¿cómo estás ingrato?" "oye, no seas conchuda que tú eres la que no responde" "ay perdoname amorcito, es que me tienen loca en la chamba, ¿cuándo nos vemos?" "hoy, ahorita" "hoy? ya mira, dame media hora, anda a donde siempre y ahí te veo". "Donde siempre" era la casa esa donde atendía último, llegué y ella no había llegado. Se acordaron de mí, me hicieron pasar y de ratito en ratito pasaba alguna flaca, cada una con ropa más chiquita que la anterior y todas eran como a mí me gustaban. Sólo una me hizo el habla, me preguntó si estaba esperando a Jenni, pero me preguntó por su último nombre de batalla (tuvo como tres nombres de batalla a lo largo del tiempo que la conocí) y me dijo que no debe demorar. La flaca se llamaba Sofía, era delgadita pero con unos senos preciosos, paraditos y rosaditos, y un culo bien trabajado en el gimnasio, usaba una especie de lencería blanca transparente que me dejaba ver sus senos y si te fijabas bien podías ver su vagina rosadita por su hilo. Me dijo que era amiga de Jenni y que si yo quería me iba a acompañar hasta que ella llegara, me ofreció una gaseosita y me contó algunas anécdotas de clientes y chicas.
Jenni llegó como media hora tarde, yo estaba cómodo con Sofía pero fastidiado por la demora. En todo el rato, Sofía ya me había dado su número y me dijo que la llamara en algún momento. Jenni me dijo que la flaca era bacán pero me mandó un pequeño raje sobre que la flaca era medio sobrada, pero con ella no. Este detalle es gracioso, porque luego comprobé que Sofía no era sobrada.
Ya en la habitación Jenni volvió a ser la misma de ante sy me dio un señor polvo, su garganta profunda era una delicia y esta vez, como estaba con ropa de chamba, hizo la de la secretaria putona, sus juegos anales eran deliciosos, siempre ofreciéndome su huequito, siempre dejando que lo intente, pero siempre quitándolo a tiempo con delicadeza y dejando que roce muchísimo. Esta vez hizo el primer polvo cabalgando, como no la veía en tanto tiempo, no aguanté mucho. El segundo polvo fue mucho más intenso y fuerte, ella aguantó todo. Al salir, me di cuenta que se saludaba con algunas chicas y con la mami, y me di comprobé que en verdad ya no puteaba y que estaba regresando por mí.
La llamé una semana después y para probarla le dije para ir a nuestro telo, pero me dijo que no, que sólo atendía en esa casa y que ya no iba a hoteles, nunca entendí por qué. Por ese entonces, la veía un par de veces al mes, pero cada llamada era un suplicio, contestaba muy poco y si lo hacía era cortante. Me canceló varias citas por su chamba normal pero a pesar de todo nuestros encuentros eran geniales. Una vez dejó la puerta sin llave y la pendeja de Sofía entró diciendo que pensaba que estaba vacía la habitación (como si no escuchara nuestros gemidos), así que se ganó con un perrito que le estaba haciendo a Jenni. Nos reímos los tres y Sofía se quitó al toque. Cuando salimos se disculpó de mil maneras, a mí me gustó el "detalle".
Después de años de conocerla, después de haber sido amigos, después de tantas anécdotas juntos, sin yo saberlo llegó el final.
Llevaba cierto tiempo sin hacerlo con ella. En realidad llevaba tiempo sin hacerlo con ninguna. La llamé, quedamos en un día, ese día la llamé y no me contestó, cita cancelada. La llamé otro día, me contestó, me dijo que la llame más tarde, lo hice, no me contestó. Volví a llamarla una semana después, me respondió, fue mi amiga de siempre, quedamos en encontrarnos. Cuando llegué, ella me estaba esperando desde hace unos minutos atrás.
Ese día fue increíble, se portó como antes, había llevado un juguete y me hizo todo un espectáculo con él, lo introdujo a su vagina, lo lamió, jugó harto con él y finalmente se echó muchísimo lubricante y se lo introdujo por atrás. Era una delicia verla, como ver una película porno de una de esas estrellas softcore. Jugó un buen rato con su ano, luego me acerqué y le dio una mamada espectacular, garganta profunda, lamida de bolas, harta saliva, toda una estrella porno. Luego el polvo del año, con ella gimiendo como nunca, de hecho nos dijeron que se escuchaba muy fuerte, y finalmente los juegos anales de siempre, pero como tenía el ano dilatado por el juguete, entró un poquito, ella gimió y yo simplemente seguí despacito muy pero muy despacito. Y así tuvimos nuestro segundo polvo anal, fue riquísimo, ella gemía y decía cosas para arrecharme, incluso cambiamos de poses un par de veces siempre con sexo anal, fue complaciente incluso al hacerme terminar. El segundo polvo tuvo un ratito de anal pero todo fue por delante. Esa vez recuerdo que sentía ganas de tocarla y besarla por todo el cuerpo, nos besábamos como desesperados. Fue muy intenso. Ese día, después de mucho tiempo, nos bañamos juntos y jugamos en la ducha.
Salimos juntos de la casa, la acompañé a tomar su taxi. No lo sabía pero ese fue el último día que la vi.
Un par de semanas después la volví a llamar y el mismo problema, no contestaba. La llamé días después y el mismo problema. En todo ese tiempo, había estado llamándola a su número privado. Un día me contestó muy fría y casi fastidiada. Le dije "¿qué pasa?" y ella me contestó algo que nunca lo olvidaré "ya no me llames a este número, es mi privado, si quieres llámame al otro, pero ya no me llames acá". Me quedé frío, debí terminar la conversación ahí pero no pude, "pero el otro número ni contestas" "pues espera a que te conteste pero a este ya no me llames por favor" "bueno, si es lo que quieres" "sí, estoy trabajando, te tengo que cortar" "ya, bueno" "chao" y colgó.
No soy un tipo orgulloso pero me había tratado mal, me entró mucha cólera y simplemente me llegó. El enojo me duró un par de días. Dos días después, le mandé un mensaje de texto a su privado: "siempre me acordaré de ti", minutos después me respondió "yo también". No volví a comunicarme con ella.
¿Que si la quería? Pues sí
¿Que si me gustaba? Definitivamente sí
¿Que si me enamoré de ella? No lo sé o no quiero saberlo, he estado enamorado de otras flacas y creo que la sensación es distinta. Creo que me ilusioné. Con Jenni conversamos de eso algunas veces, sabíamos que no debíamos depender el uno del otro porque siempre fuimos cliente y casera, pero creo que se nos pasó la mano.
Algún tiempo después llamé a Sofía, me la lleve a un telo. Ahí me contó que Jenni ya no iba a la casa, que si iba, iba conmigo las últimas veces y que no sabía que era de su vida, excepto que estaba trabajando y que le iba bien en el trabajo.
Y esa es mi historia, quería sacármela de la cabeza y ustedes han sido los "elegidos" para que la "escuchen"
Si quedan dudas: Jenni no era su nombre de batalla ni su nombre real, ya no putea y el celular de batalla que tenía ya no funciona. A los que deseen preguntar, por nada del mundo les daré su número privado, así que no insistan.
Y voy a hacer algo que siempre he querido hacer o mejor dicho "decir":
Jenni fue la mejor puta a la que me he tirado.
Si ella llega a leer esto y se reconoce: Gracias por todo y sinceramente que te vaya bien.
Final de la historia, espero que les haya gustado, a mí me gustó escribirla.