Llevo 2 semanas evitando a cofrade y a mi suegro, dicen que luego de la tempestad viene la calma y para mí luego de la orgía vivida con esos dos hombres pues había caído en una profunda depresión y arrepentimiento. Como era posible que haya caído tan bajo al punto de convertirme en un simple juguete sexual tirando abajo todos mis principios y valores?
Estaba en mí casa eran las 3 de la tarde cuando volvieron a llamar a mi teléfono pero ahora un número desconocido:
-Si?, quien habla? – conteste el teléfono.
-Jaqueline por favor, no cuelgues soy Germán – contesto i suegro al otro lado del teléfono.
-Es usted, por favor por el bien de mi matrimonio olvide todo lo que sucedió fue un error y discúlpeme pero voy a colgar… - conteste cortante.
-Solo quiero hablar contigo, saber si estás bien y descuida todo lo que paso está olvidado, me aceptarías un café para calmar las aguas?...
-déjelo así, además con qué cara voy a poder volver a verlo, si fuera por mí no quisiera volver a verlo a usted ni a cofrade….
-Pero por que Jaqui, acaso no lo disfrutaste?, además nadie tiene porque enterarse no hicimos nada que lamentar. - contesto mi suegro justificándose
-Disculpe don Germán pero no todos podemos darnos el lujo de vivir sin principios morales, hay muchas cosas que debemos respetar, como la fidelidad, el matrimonio,… algunos teníamos dignidad, principios y yo era fiel…
-Hay Jaqui se nota que aun eres una niña: Se pueden tener principio pero no ser esclavos de ellos… lo que tienes en la cabeza es lo que te enseñaron tus padres pero no todo es un pecado…
– Usted no entiende don Germán…
– Claro que lo entiendo. Nadie te está juzgando, solo tú… lo que hagas o dejes de hacer es cosa tuya, esa es tu vida y nadie tiene derecho a decirte lo contrario. Ahora, cámbiate que en 10 minutos estoy llegando a tu casa para llevarte a tomar un café y conversar y no quiero un no como respuesta….. – cortando la llamada sin dejarme reaccionar.
No sé cómo ni el porqué, pero en menos de 20 minutos ya estábamos sentados en un conocido star*** ubicado en Miraflores
– Servidos, que disfruten… – el mesero se retiró y yo me quedé mirando fijamente mi café sintiéndome la mujer más sucia del mundo… me lo había prometido a mí misma sin embargo estaba ahí sentada con mi suegro al lado mientras volvían a mi mente recuerdos de esa noche.
– Bueno… brindemos Jaqui por este y futuros encuentros…
– Por favor don Germán… solo vine porque es el padre de mi esposo y para reiterarle que nunca volverá a pasar nada entre nosotros. Yo no soy como usted, a mí me remuerde la conciencia y esto me está afectando mucho…
– Pues no te obligamos a nada, ¿o sí? lo que pasó fue porque todos lo quisimos, La pasamos muy bien Y podemos seguir pasándola bien si tú quisieras… - contesto mientras pasaba suavemente su mano por mi pierna y luego retirándola, fue como una suave caricia.
– ¿Qué cree que soy?… le recuerdo que soy la esposa de su hijo – le respondí nerviosa, el cuerpo me temblaba y en ese momento me quería pararme e irme del lugar pero había algo dentro mío que era más fuerte que yo y me hizo quedarme a su lado…. El estar cerca de mi suegro me estaba poniendo cada vez más caliente y no podía negármelo, debía salir de ahí… Jaqui párate y déjalo ahí, hazlo por tu esposo, hazlo por tu matrimonio...
Por más que luchaba no podía dejar de recordar su enorme pene, con esas canas…, su calor, su olor; párate Jaqui….. Era increíble ahora lo podía sentir dentro mio!
De reojo vi que él vigilaba todas mis reacciones, miro a ambos lados y se acercó más a mi (Estábamos en una mesa de asientos fijos y largos, por lo que él podía sentarse a mi lado fácilmente). Comenzó a dedicarme piropos subidos de tono y poco recatados acerca de la esposa de su hijo, me susurraba acerca de los bellos senos que tenía, del placer que era chuparlos, de la exquisita visión de tenerla en 4 y con las nalgas abiertas ofreciendo sus agujeros… Yo reaccionaba alejándolo mi cuerpo suavemente de él pero no me largaba de ahí, no sé por qué pero no podía.
Volvió a pasar su mano por mi pierna pero ahora su roce se prolongó más, para mí fue como un escalofrió que fue llenando mi cuerpo y descendiendo en mi caliente entrepierna. Mi suegro victorioso, siguió con su caricia mientras su mano se acercaba peligrosamente a mi entrepierna, yo quise sacarla y lo miraba con los ojos rojos, llenos de súplica, pero él me decía suavemente que no dijera nada porque alguien podría pensar mal…
No podía detenerlo, en parte porque era mucho más fuerte que yo y en parte porque no quise, tengo que admitir que lo intente débilmente. Siguió hablando como si nada, mientras sus dedos me masturbaban discretamente, en voz baja me decía que deseaba mi cuerpo, que me lo haría frente a todos y yo gozaría como loca, mientras yo me iba poniendo más roja y sudorosa a cada momento.
– Voy a ser directo contigo Jaqui: sabes que estás haciendo aquí, y sabes lo que quieres: quieres que te vuelva a cachar – me dijo mientras presionaba sobre mi clítoris mi delgada tanguita para iniciar un suave masaje…
– No… don Germán yo no… no… no quiero… - respondí mientras mi suegro más confiado sujetándome para que no me escapara, ahora apartaba mi tanga y acariciaba mis labios vaginales…. Noooo suélteme dije casi como un gemido, tenía 2 dedos subiendo y bajando por mis labios para luego empezar a enterrármelos muy suavemente…. Aaahhhhh
Esos dedos estaban entrando y saliendo de mí y yo sin fuerzas para sacármelos. Noooo…… mis ojos suplicaban lo que mis labios no podían articular, mi suegro se acercó a mi oreja y como si fuera un susurro me dijo:
-te mueres por lamer mi verga hinchada y canosa no es así???? – aaaaaaaaaaaaahhhh estaba en mi mente dominándome, su otra mano me tenía firmemente abrazada y sus dedos me arrancaban sensaciones en una infernal masturbación……
-Estas en mis manos Jaqui, lo sabes y lo deseas…. - Ya ni me enteré de que más me estaba diciendo, sencillamente cerré los ojos y me dejé hacer hasta que acabé. No aguanté tanto placer y empecé a temblar tratando de hacer el menor ruido posible y de disimularlo lo mejor que podía mordiendo mis labios para ahogar los gemidos, apoyé los codos sobre la mesa y la frente sobre las manos como si estuviese meditando, con la esperanza de que nadie notara mi rostro. Mi cuerpo temblaba y tenía a mi suegro sujetándome el cuerpo para que no me desvaneciera, mi cuerpo se movía solo, mi pelvis se movía al ritmo que Don Germán enterraba sus dedos, mi respiración era agitada, mis pechos hinchándose y estrechándose velozmente, mis suaves gemidos salían de mi boca.
Una lágrima caía por mis mejillas, Don Germán miro a ambos lados, me levanto la cara con su mano y me llevo a mi boca sus 2 dedos que estaban llenos de mis flujos, los paso por mis labios y su orden fue clara:
-Chúpalos - yo, mansa y sumisamente, se los chupé, por dios los lamí en medio del local. No podía creerlo, estaba totalmente entregada a mi suegro como nunca lo había estado por nadie y frente al que quisiera vernos. Acerco su boca a mis labios y nos besamos con pasión mientras me volvía enterrar sus dedos en mi sexo llenándolos de mí, cuando deshicimos nuestros labios volvió a llevar sus dedos a mi boca y los volví a chupar con mas ganas.
– Jaqui… nos vamos… – me ordeno inesperadamente, sin esperar respuesta, tomo de su café, me cogió de la cintura y me llevo hacia su auto….
Para mí todo iba en cámara lenta, la gente no se movía, solo se escapó una palabra que nadie pudo oír por lo alto volumen del lugar:
-Ayúdenme…..
Continuara….
como describirlo, a alguien le excitaria pensar que su padre se coma a su esposa..creo a mi no!, es el morbo de pensar que le pase a otro pero si uno piensa y se pone en el otro sendero?? buen morbo pero no veo sensualidad ahi... solo morbo
