Ya que tanto se preocupan de la gente, hubiera esperado un poco de consideración con quienes tenemos que pasar por el centro para volver del trabajo a casa. Lima es un caos por muchos factores y obras, y éste no hace diferencias políticas. Gracias a su estúpida marcha han condenado a miles de personas a sufrir más de lo habitual cuando emprenda el camino a casa en la tarde. Los únicos realmente agradecidos serán los choros y escaperos de las avenidas Tupac, Perú, Alfredo Mendiola y la universitaria.
Por cada minuto agónico en el micro o en el metropolitano, por cada robo en los puntos muertos de tráfico, tendrán un voto menos. Gracias por su falta de consideración con quienes trabajan y se ganan el pan honestamente. Sus derechos humanos no importan, su mamadera es lo único que les interesa.
Ps. Agradecimiento de los taxistas, ruego que Dueñas y Tingo María estén despejadas en la tarde.