Bueno, a riesgo de atraer los insultos de los más fanáticos, aquí lo que yo sé: Hay que estar loco o tener tendencias suicidas para incurrir en sexo anal sin protección. Hay que ser muy irresponsable o tener mucha confianza en su eventual pareja sexual para incurrir en sexo vaginal sin protección. Ya es cuestión de criterio incurrir o no en sexo oral sin protección.
Voy a explicar por qué:
Para empezar, no existen casos documentados de contagio de VIH por vía del sexo oral. Es casi imposible alguna vez lleguen a existir y esto porque la inmensa mayoría de personas contagiadas por vía de contacto sexual son personas que han incurrido regularmente en sexo sin protección (oral y vaginal, y a veces incluso anal) o han sido víctimas de sexo violento sin protección (violación), por lo que es imposible determinar si el contagio se dió por el sexo oral o por el sexo vaginal o anal.
El riesgo teórico, sin embargo, sí existe.
Más allá de los resultados que puedan arrojar los más sesudos estudios, que al fin y al cabo son sólo estadística, basta con analizar los hechos conocidos sobre el VIH. No es necesario ser un genio ni un doctor en medicina, basta con saber leer y tener un IQ de tres dígitos. La información está allí para quien la quiera buscar. Estos son los hechos:
- El VIH es un retrovirus extremadamente frágil que es fácilmente destruído por agentes agresivos (jabón, saliva, etc), y por exposición al medio ambiente o a condiciones de humedad (o más bien "sequedad") o acidez alejadas de su medio ambiente óptimo.
- La forma más "eficiente" de contagio del VIH se dá por intercambio de fluidos corporales saturados del virus, típicamente la sangre, el semen y las secreciones vaginales.
- La saliva y, por supuesto, las secreciones gástricas destruyen al virus en segundos.
En consecuencia, y como me lo explicó mi médico, el riesgo más alto de contagio es cuando es expone una herida abierta de una persona sana a una herida sangrante de una persona infectada (razón por la cual ahora se prohíbe las heridas sangrantes en todos los deportes de contacto). El siguiente riesgo más alto es la exposición de una herida abierta de una persona sana a sangre infectada en la cual pueda haber sobrevivido algún retrovirus por lo cual, inicialmente, la mayor propagación del SIDA no se dió entre los homosexuales ni entre las trabajadoras sexuales y sus clientes sino entre los drogadictos que compartían agujas hipodérmicas.
Si vamos a poner atención al riesgo de contagio durante las relaciones sexuales, el ranking de peligrosidad es como sigue:
1. El riesgo de contagio del VIH durante el
sexo anal sin protección, es
alto para el activo y
extremadamente alto para el pasivo. La razón es que el ano no está hecho para el sexo y, por tanto, el sexo anal produce irritación, inflamación y microlesiones tanto en la pared anal como en la piel de la cabeza del pene. Así, el virus pasa directamente del semen infectado al torrente sanguíneo del receptor a través de las microlesiones de la pared anal, o de la sangre infectada de las lesiones en la pared anal a las microlesiones en la cabeza del pene; razón por la cual los hombres homosexuales constituyen, después de los drogadictos, en el segundo mayor grupo de riesgo.
2. El riesgo de contagio del VIH durante el
sexo vaginal varía desde
moderadamente alto hasta
medianamente alto dependiendo de la naturaleza (y la violencia) de la relación. Nuevamente el riesgo se siempre más alto para la mujer ya que el semen infectado puede contagiarla por la más mínima herida o incluso irritación de su pared vaginal, Las secreciones vaginales de una mujer infectada pueden, a su vez, contagiar al hombre por la más mínima herida o irritación del pene. El alto riesgo reside en el hecho que el virus sobrevive muy bien en el entorno del semen o las secreciones vaginales por lo que basta el más mínimo arañazo en el pene o en la vagina para que se pueda producir el contagio.
3. El riesgo de contagio del VIH durante el
sexo oral es relativamente bajo.
Absolutamente mínimo para quien lo recibe (hombre o mujer) y
potencialmente mayor para quien lo da. La razón es que el virus no sobrevive a la saliva por lo que las posibilidades de ser contagiado por la mujer que hace una felación (o el hombre que hace un cunnilingus) son ínfimas ya que su saliva es totalmente libre de virus y mantiene el entorno de la boca libre de virus. El riesgo es algo mayor para la mujer que realiza la felación o el hombre que realiza el cunnilingus ya que el semen o las secreciones vaginales de una persona infectada sí contienen altas concentraciones de virus y, aunque la saliva y los jugos gástricos destruirán al virus, existe la posibilidad teórica de que el virus llegue a entrar en contacto con alguna herida bucal, como una carie o una encía sangrante. En teoría, una persona libre de heridas o lesiones en el aparato bucal no corre riesgo de contagio al realizar sexo oral y una persona libre de heridas o lesiones en el aparato genital no corre absolutamente ningún riesgo al recibirlo. Incluso de haber dichas heridas en la boca o en los genitales, el riesgo es en la práctica muy pequeño.
Yo, en lo personal y desde casi siempre, prefiero el sexo oral sin protección y todo lo demás con protección. Esa es, por cierto, la regla que se sigue en las Sex-Parties en las que acostumbro participar, pero siempre he respetado la decisión de mi eventual compañera sexual al respecto. Prefiero el "oral sin pre" pero no lo hago una condición absoluta. Eso sí, no fallo nunca en hacerme mi chequeo anual y, junto con el azúcar, el colesterol y el PSA, me hago el descarte de VIH y Hepatitis.
Finalmente, y como siempre he dicho,
toda relación sexual, con o sin condón, implica un cierto riesgo de contagio, no sólo de VIH sino de incontables ETS. Todos somos adultos aquí y ya es responsabilidad de cada uno decidir el nivel de riesgo que está dispuesto a correr.