Entre las muchas noticias y cosas que se pierden en el tráfico de las redes sociales, el fin de semana pasada ocurrió notable. Busquen El Comercio del domingo comparen el titular de la primera página, resumiendo la entrevista con el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, y la entrevista. Entre uno y otro hay un mar de diferencia. El titular era una tergiversación de las declaraciones reales del señor Salaverry. El propio Salaverry lo confirmaba en un tweet que no pasó inadvertido para nadie con ojos de ver y sin temor de llamar pan al pan y vino al vino. Salaverry dijo que "no quería creer que en el Perú no hay presos políticos". El titular decía: "En el Perú no existen presos políticos". Esta misma idea - no existen presos políticos en el Perú - la repetía el inefable y nefasto ministro de Justicia Vicente Ceballos el día de ayer.
Ahora bien, sí eso fuera cierto, ¿por qué el señor Concepción Carhuancho amparó la solicitud de prisión preventiva de Keiko Fujimori Higuchi? Considerando la torpeza, negligencia de la actuación fiscal y el evidente sesgo político de la "investigación" del magister en Derecho Constitucional José Domingo Pérez y los precedentes constitucionales establecidos sobre la figura de la prisión preventiva, ¿había motivo fundado para amparar dicha medida? Ninguno. ¿No estaríamos ante un caso de prisión política? El citado magister, laureado prevaricador del artículo 139 de la Constitución en todos sus extremos, ni siquiera oculta su celo político al estilo Robespierre y su sed por cortar cabezas, saltándose la ley si fuera necesario. Como buen demagogo sabe que con trampas la ley se deshace, más aún si se cuenta con el apoyo mediático de medios tan "imparciales" como El Comercio.
Sin duda alguna, la PP será revocada en todos sus extremos y tendrá consecuencias para todos los demás co - investigados de KFH. En una democracia real el caso se caería por la obvia manipulación y maniqueísmo como se ha llevado. Hay un antecedente de ello en el caso de Baltazar Garzón, que expulsado de la judicatura por comportarse como el ilustre y desubicado magister Pérez se comporta. No espero que ocurra eso aquí, Pérez tiene un techo más alto y aspirar a ser un prevaricador de mayor categoría (temporalmente), el ministro de Justicia Ceballos.