El despertar de Sarita.
“El día que inicie a Sarita, me di cuenta que esta historia podría ser intensa”.
Después de todo lo acontecido, salimos juntos del hotel alrededor de las 11 pm. Hora en que yo solía llamar a Myrian desde la calle, usando un teléfono público.
Ya que por aquellas épocas los teléfonos celulares eran escasos aún para la clase media y recién estaban en su etapa de crecimiento en Lima.
Salimos con Sarita algo cariñosos agarrados de la mano y le dije que tenía que hacer una llamada así que caminamos rumbo al paradero donde cerca había un teléfono público, llamé y Sarita se me quedó mirando mientras preguntaba por Myriam. Su mirada era extraña no la entendía, expresaba entre vergüenza, decepción y fastidio.
Hable un par minutos y me despedí, cuando acabe vi a sara apoyada en una pared esperándome con una cara de fastidio absoluta.
Y me reclamo “Eres un idiota, la llamas a ella en mi delante y le dices que la amas”, solo la mire y le dije “¿qué esperas?, que le diga oye te acabo de engañar con tu mejor amiga, pero te amo”
“Lo siento Sara, pero sabías que nunca planee hacerle daño a Myriam, creo que tú tampoco así que lo siento, pero así son las cosas”
Se molesto y me molesté con ella, sin embargo, le dije vamos te embarco. Fastidiada camino en silencio a mi lado hasta el paradero, apenas llegó su carro y se fue sin despedirse.
Luego de eso camine a otra avenida para yo poder irme a mi casa, mientras caminaba solo, esperaba el carro y rumbo a mi casa. Me entró el gran temor de que Sara la llamé para contarle todo lo que pasó a Myriam, después de todo estaba dolida.
Así que después de pensar tanto y tanto que incluso no pude dormir bien, llegue a la conclusión “
De que tengo que afrontar las cosas que hago, si me toca perder lo haré parado y con la frente en alto”
De todas maneras, ya al día siguiente muy temprano por la mañana llame a Sarita a su casa para saber cómo había llegado, me contestó su mamá y me dijo que estaba descansando aún, cuando estaba por despedirme de la señora me dice un momento acá está ella.
H: Hola Sara
S: ¿Hola H, que paso?
H: Nada Sarita quería saber cómo habías llegado, ya que era tarde cuando tomaste tu carro y ni te despediste.
S: ¿Seguro que es por eso que llamas? ¿No llamaras para saber si llame a Myriam?
H: No Sarita, tranquila. No te llame anoche porque sé cómo es tu familia y se molestarán conmigo si llamó muy tarde. Porque no son horas de llamar a una chica de su casa.
S: ¿Enserio?
H: si, tú sabes que te quiero y bueno disculpa por ser así de directo ayer, pero las cosas como son.
S: yo también estuve pensando toda la noche, sobre lo sucedido. Pero es que no me pareció muy caballeroso de tu parte hacer eso en mi delante, yo sé que me porte mal con Myriam y la quiero mucho como para hacerle daño con intención. Pero seguro fue por el alcohol, yo no soy así nunca ni con los enamorados que he tenido.
H: tranquila, solo nos queda asimilarlo y continuar, no pasó nada, la vida sigue.
S: está bien, entiendo que no estaba en posición de reclamar, pero me dolió mucho habíamos tenido un momento especial, fuiste el primero que le di mi colita porque considero que eres un buen hombre y tienes un lugar especial en mi corazón.
H: Yo también te considero especial y siempre lo serás, pero lo que pasó puede hacerle mucho daño a Myriam y no quiero hacerle daño y no creo que tú quieras hacerle daño.
S: Esta bien, nunca se menciona lo sucedido.
H: Ya sarita, nos vemos en la u, cuídate.
Después de ese día, solo nos saludamos como siempre, ella con su grupo de amigos y yo con Myriam siempre de un lado a otro, acabó el ciclo y llegó el verano.
Cuando inicio el verano, mis padres me dijeron que lleve un curso al menos para ir adelantando, yo quería relajarme, pero ellos mandan, se lo conté a mi enamorada y me dijo. Tienes que hacer algo como yo que voy a trabajar este verano. Le dije “no amor vamos a llevar el mismo curso para estar juntitos.” A lo que me responde “es que no puedo, mi mamá quiere que ayude económicamente en la casa este verano que junte un poco de dinero para el inicio del próximo ciclo”
Así que ese verano llevaría mi curso, sin ella.
La segunda semana de enero inicie clases, tenía 2 amigos en el salón que conocía desde el primer ciclo este par si era bien estudioso y quedamos en hacer grupo los 3 saliendo de clases conversábamos y hueviábamos, como todo futuro buen ingeniero.
En la segunda semana de clases al llegar al salón me encuentro con una sorpresita, era Sarita que estaba sentadita en medio del salón, la puerta de ingreso estaba atrás por eso ella no me vio entrar. Pero yo si la reconocí, no le dije nada solo la veía de espaldas, el salón se iba llenando hasta que llego el profesor y comenzó a tomar lista, éramos escasos 20 alumnos así que fue llamando por apellidos y nombres. Cuando el profesor dijo mi nombre ella volteo automáticamente a ver dónde yo estaba, giro tan rápido que incluso vio cuando levante el brazo para decir presente, su mirada era de sorpresa y me sonrió; su sonrisa me alegró la clase, la hora, el día, la semana, el mes …
Continuara ....
Ciertamente pensé en acabar esta historia en la parte 4 de Sarita, pero hay quienes que quieren que cuente si me entregó o no su virginidad

y para llegar a eso seria bueno ir contando lo sucedido previamente.