A pesar de tener treze años, mi apariencia era la de un niño de diez. Por eso cuando llegue a la fiesta, todas las tias me retorcían los cachetes y me decían muchos cumplidos embarazosos. Yo buscaba detenidamente por todos lados a Yayita, pero no la encontraba. Despúes de los saludos llegarón los bocaditos y la comida. Cuando se recogían los platos la música sufría una transformación, dejaba de ser suave y lenta para ser agitada. Así empezaba el festín, mujeres bailando y chismoseando, hombres embriagándose y debatiendo de política, y yo en el medio sin saber que hacer. Cada cierto tiempo aparecían las solteronas que me hacían bailar de forma vergonzosa por algunos minutos. Enfurecido con esos bailes fui corriendo a decirle a mi mamá que queria irme, cuando iba a comenzar a decirle mi malestar apareció Yayita. Saludo a mi mamá y me dijo que aqui me iba aburrir, que ella estaba viendo televisión en su cuarto. Mi mamá me hizó una señal de aprobación y asi acepte el convite. Yayita estaba con su enamorado viendo un programa deportivo y conversando sobre nada. Cuando entré al cuarto el susodicho me saludo cordialmente. Me hizó preguntas de futbol y estubimos conversando por un tiempo. Luego, los tres nos echamos en la cama para ver una pelicula. Cuando apagarón la luz, yo me dormi rapidamente, inmagino que ellos se dierón cuenta, pues cuando abri los ojos estaban besándose, el fulano le pasaba las manos por los pechos y le decía que era lo mejor que le había pasado en la vida. Ella le respondia que hoy serían solo besos y que no se mueva mucho por que me podía despertar. Yo me aproxime suavemente de ella y intente que mi cuerpo de alguna forma haga contacto con su trasero, lentamente aproximaba mi mano, pare cuando sentí que su enamorado ya estaba masajeando las nalgas con una rapidez desumana. A contra luz, ver esa mano pasando por tan prominentes carnes me dejó erecto. De repente escuchó que alguien tocó la puerta. Él tipo se levanto y salió del cuarto diciendo que ya volvía. Yó me dije internamente: "Este es tu momento, es ahora o nunca". Con miedo abrace sus prominentes caderas y como respuesta ella sonrió y me hizó masajitos en la cabeza. Mi ser estaba en éxtasis, así que continue con el ataque, pase de las caderas a las nalgas. Ella no dijo nada, solo vi entre el reflejo que sonreía nuevamente. Despúes de unos minutos me dijo: "¿Que crees que haces?". Titubeando pasé saliba y le dije: "Prima, me encantas, desde que te vi me has parecido la mujer mas linda del planeta". Para mi esa era una declaración sería de amor, para ella era una declaración de un inocente niño que se enamoró por primera vez. "Mi niño, no quiero romperte el corazón. Mira, si quieres podemos ser enamorados de mentiritas. Pero eso sí, nada de decirle algo a alguien y otra cosa, no llegarás lejos con ninguna mujer si lo primero que haces es tocarle el trasero, tienes que ir poco a poco, saber conquistar para despúes tener regalias". Yayita intentaba ser tierna, pero su aura erótica no lo permitia. Le di un abrazo y le pedi disculpas, ella me retribuyo con un piquito.
Todo el camino a casa fantasie con ese besó de dos segundos y pensaba en como deberí conquistarla para que me de las regalias.
continuará...