SavagePast
Soldado
- 45
- 152
- 12
- Registrado
- 2 Ago 2020
- Registrado
- 2 Ago 2020
- Mensajes
- 45
- Puntos de reacción
- 152
- Puntos
- 12
4 Years of Service
Breve presentacion: soy un joven de 20-30 años que debido a mis trabajos generalmente de campo y haber estudiado en una universidad (donde la carrrne esta tirada esperando ser comida), he podido acumular ciertos encuentros sexuales con señoritas de nuestro pluri-cultural país, tan amado y a veces tan odiado por nosotros mismos. He venido siguiendo el foro de forma anónima sin registrarme por al menos 1 año, pero debido a la coyuntura que atravesamos y al tiempo extra que tenemos ahora por las noches, he decidido contar algunas de mis aventuras , alterando solo los nombres de los lugares (universidades, pollerias, gimnasios etc) y nombres de las "protagonistas".
Dicho esto, comenzaré con el primer relato, esto sucedió hace 3 años aproximadamente cuando trabajaba de inspector municipal en el distrito de Jesus Maria para ayudarme a pagar mis estudios universitarios.
Así pues me encontraba un martes por la mañana tranquilo haciendo mis rondas en una cuadra asignada, por ende, pasaba varias veces por los mismos lugares; chifas, pollerias, barberias, y ya me habia hecho amigo, por así decirlo, de algunas de las personas que trabajaban en esos lugares. Fue así que en unas de mis caminatas pasaba por una pollería y de pronto escuché una risa tímida, al voltear veo a una pequeña de 1.55m calculo(digo pequeña porque soy una persona bien alta) y al mirarla, confirmé que esa risa era para mí, sin embargo yo nunca había conversado con ella, es más nunca la había visto, al parecer era nueva. Entonces yo, como todo macho peruano conocedor de las debilidades de las mujeres, me acerco tranquilamente y en tono amigable le consulto cuál era el motivo de la risa, ella sin poder aguantarse la risa aún sigue riéndose ( al instante reconocí que era una risa nerviosa, me dije a mí mismo "uhmmm acá hay carne esperando ir a la sartén" ), pero logra calmarse unos segundos después y me dice: "Me río porque te crees malo caminando por acá botando a los ambulantes que quieren trabajar, pero si yo fuese ambulante, estoy segura que no podrías sacarme".
Bastó que me hablase para reconocer que esta chica era de la Selva y había llegado recientemente a Lima, tenía un acento algo marcado, así mismo, noté también ahora que la tenía más cerca, que era algo bonita de cara, en cuerpo le ponía un 6 de 10, osea una chica que se cuida, pero sin ir al extremo. Lo que sí me llamó la atención fue la delantera que se destacaba en su ropa de trabajo, al parecer tenía buenos pechos, pero la indumentaria no le era favorable.
Continuó explicando el motivo de su risa entonces "Además, así seas alto y tu cara de malo, no me das miedo, como te puedes dar cuenta"
Debo decir que esta enana de metro y medio me arrancó una carcajada con sus palabras, pero también me dió ternura y a la vez me calentó su atrevimiento (me encantaría enseñarte modales en la cama, me dije a mí mismo). Le respondí entonces en tono muy fresco y con una sonrisa en la cara "así que me creo malo, no doy miedo a nadie y encima una pequeñita como tú tiene más fuerza que yo"
La chica esta al instante soltó otra risa y dijo "jajajajajajá, exacto, exacto, tú lo has dicho"
Ya con el terreno trabajado y la chica más relajada decidí comenzar la operación bautizada "te cacho sí o sí, te voy a hacer saltar pequeñita"
Así que dando un giro algo suave a la conversación le dije "me has hecho reír pequeña ¿Desde cuándo trabajas acá?" a lo que me respondió "Comencé hace una semana pero tú ni te has dado cuenta al parecer" y otra vez soltó una risa, acto seguido escuché que el cocinero la llamaba y le dije " ya mucho nos hemos reido regresemos a nuestras labores, luego paso por acá ah, te estaré vigilando"
La chica se va riendo sin responderme, donde pude notar que atrás no tenía nada resaltante, su colita normal que acompaña a su estatura, pero una colita de jovencita es un manjar, fácil le calculo unos 18 o 19 años de edad. Así que me fui a seguir con la ronda relajado pensando que porqué Diosito me hace estas cosas, yo quiero cambiar, respetar a mi señorita enamorada, pero las oportunidades se presentan !!
Ya estaba a punto de terminar mi turno, eran las 13:30 horas, así que decido pasar otra vez por dicha pollería, como despidiendome de la selvática y justo la veo ahí tonteando mirando a la gente pasar en la puerta de la pollería, y al notar que me acerco, se arregla el cabello y otra vez con la sonrisita que no puede disimular (dicen que las selváticas son bien alegres, pero no pensé que taaanto, esta pequeña era risa y risa).
Al estar más cerca me dice "y túuu sigues por acá ahh, pensé que ya estabas en casa obedeciendo a tu chica jajaja" , A lo que le respondí "apenas me acerco y ya comienzas con los ataques niña, qué te hice ahhh??" y se mata de risa, debo reconocer que ese día estaba algo suelto de huesos porque las cosas me estaban yendo bien y eso aunque no crean foreritos de a pie, se nota, uno se ve más divertido. Entonces pensé ahora debo dar el siguiente paso, sacarle el número, acompañarla a su salida o algo, cómo la hago me dije a mí mismo.
Así que le dije "oye peleandera cómo te llamas? Hasta qué hora trabajas acá?" . Recuerdo que la risa se detuvo y me miró a los ojos de forma algo tierna, tímida o cándida, no sabría describirlo bien. Me dijo que su nombre era Paula y trabajaba hasta las 10 de la noche. Entonces recordé que justo el viernes que viene, yo trabajaba de 2 a 10 PM, ese día la hago me dije.
En fin, le dije que tiene un nombre bonito a pesar de ser agresiva y cosas así, las risas llegaron otra vez de parte de ambos, y bueno nos despedimos todo tranqui, diciéndole que para el viernes me guarde mi pollito, que ese dia trabajo de noche, ella me dijo que esta bien que me guardará pero que le pague eso sí.
Al día siguiente me tocaba descansar así que no hubo nada, lo de siempre, salir a tirar con mi flaca, gastar plata en una polleria y hote y ya fin. El jueves no pude ver a Paula porque me asignaron otra cuadra además estuve turno mañana, no iba pasar nada igual. Para el día viernes, sí hablé con el supervisor que me asigne dicha cuadra, explicandole que estaba pulseando una pequeña por ahí, y como era responsable con el trabajo, me asignó la cuadra. Lo primero que hice fue caminar cerca por la polleria, y la vi a Paula, mas maquillada de lo normal y atendiendo a unos clientes. Al mirarme dibujó una sonrisa su carita y me saludó con la mano .
Este día si o sí la hago con la chata, me dije a mí mismo...
Dejaré por acá el relato de hoy, lo continúo mañana, ya es tarde.
Dicho esto, comenzaré con el primer relato, esto sucedió hace 3 años aproximadamente cuando trabajaba de inspector municipal en el distrito de Jesus Maria para ayudarme a pagar mis estudios universitarios.
Así pues me encontraba un martes por la mañana tranquilo haciendo mis rondas en una cuadra asignada, por ende, pasaba varias veces por los mismos lugares; chifas, pollerias, barberias, y ya me habia hecho amigo, por así decirlo, de algunas de las personas que trabajaban en esos lugares. Fue así que en unas de mis caminatas pasaba por una pollería y de pronto escuché una risa tímida, al voltear veo a una pequeña de 1.55m calculo(digo pequeña porque soy una persona bien alta) y al mirarla, confirmé que esa risa era para mí, sin embargo yo nunca había conversado con ella, es más nunca la había visto, al parecer era nueva. Entonces yo, como todo macho peruano conocedor de las debilidades de las mujeres, me acerco tranquilamente y en tono amigable le consulto cuál era el motivo de la risa, ella sin poder aguantarse la risa aún sigue riéndose ( al instante reconocí que era una risa nerviosa, me dije a mí mismo "uhmmm acá hay carne esperando ir a la sartén" ), pero logra calmarse unos segundos después y me dice: "Me río porque te crees malo caminando por acá botando a los ambulantes que quieren trabajar, pero si yo fuese ambulante, estoy segura que no podrías sacarme".
Bastó que me hablase para reconocer que esta chica era de la Selva y había llegado recientemente a Lima, tenía un acento algo marcado, así mismo, noté también ahora que la tenía más cerca, que era algo bonita de cara, en cuerpo le ponía un 6 de 10, osea una chica que se cuida, pero sin ir al extremo. Lo que sí me llamó la atención fue la delantera que se destacaba en su ropa de trabajo, al parecer tenía buenos pechos, pero la indumentaria no le era favorable.
Continuó explicando el motivo de su risa entonces "Además, así seas alto y tu cara de malo, no me das miedo, como te puedes dar cuenta"
Debo decir que esta enana de metro y medio me arrancó una carcajada con sus palabras, pero también me dió ternura y a la vez me calentó su atrevimiento (me encantaría enseñarte modales en la cama, me dije a mí mismo). Le respondí entonces en tono muy fresco y con una sonrisa en la cara "así que me creo malo, no doy miedo a nadie y encima una pequeñita como tú tiene más fuerza que yo"
La chica esta al instante soltó otra risa y dijo "jajajajajajá, exacto, exacto, tú lo has dicho"
Ya con el terreno trabajado y la chica más relajada decidí comenzar la operación bautizada "te cacho sí o sí, te voy a hacer saltar pequeñita"
Así que dando un giro algo suave a la conversación le dije "me has hecho reír pequeña ¿Desde cuándo trabajas acá?" a lo que me respondió "Comencé hace una semana pero tú ni te has dado cuenta al parecer" y otra vez soltó una risa, acto seguido escuché que el cocinero la llamaba y le dije " ya mucho nos hemos reido regresemos a nuestras labores, luego paso por acá ah, te estaré vigilando"
La chica se va riendo sin responderme, donde pude notar que atrás no tenía nada resaltante, su colita normal que acompaña a su estatura, pero una colita de jovencita es un manjar, fácil le calculo unos 18 o 19 años de edad. Así que me fui a seguir con la ronda relajado pensando que porqué Diosito me hace estas cosas, yo quiero cambiar, respetar a mi señorita enamorada, pero las oportunidades se presentan !!
Ya estaba a punto de terminar mi turno, eran las 13:30 horas, así que decido pasar otra vez por dicha pollería, como despidiendome de la selvática y justo la veo ahí tonteando mirando a la gente pasar en la puerta de la pollería, y al notar que me acerco, se arregla el cabello y otra vez con la sonrisita que no puede disimular (dicen que las selváticas son bien alegres, pero no pensé que taaanto, esta pequeña era risa y risa).
Al estar más cerca me dice "y túuu sigues por acá ahh, pensé que ya estabas en casa obedeciendo a tu chica jajaja" , A lo que le respondí "apenas me acerco y ya comienzas con los ataques niña, qué te hice ahhh??" y se mata de risa, debo reconocer que ese día estaba algo suelto de huesos porque las cosas me estaban yendo bien y eso aunque no crean foreritos de a pie, se nota, uno se ve más divertido. Entonces pensé ahora debo dar el siguiente paso, sacarle el número, acompañarla a su salida o algo, cómo la hago me dije a mí mismo.
Así que le dije "oye peleandera cómo te llamas? Hasta qué hora trabajas acá?" . Recuerdo que la risa se detuvo y me miró a los ojos de forma algo tierna, tímida o cándida, no sabría describirlo bien. Me dijo que su nombre era Paula y trabajaba hasta las 10 de la noche. Entonces recordé que justo el viernes que viene, yo trabajaba de 2 a 10 PM, ese día la hago me dije.
En fin, le dije que tiene un nombre bonito a pesar de ser agresiva y cosas así, las risas llegaron otra vez de parte de ambos, y bueno nos despedimos todo tranqui, diciéndole que para el viernes me guarde mi pollito, que ese dia trabajo de noche, ella me dijo que esta bien que me guardará pero que le pague eso sí.
Al día siguiente me tocaba descansar así que no hubo nada, lo de siempre, salir a tirar con mi flaca, gastar plata en una polleria y hote y ya fin. El jueves no pude ver a Paula porque me asignaron otra cuadra además estuve turno mañana, no iba pasar nada igual. Para el día viernes, sí hablé con el supervisor que me asigne dicha cuadra, explicandole que estaba pulseando una pequeña por ahí, y como era responsable con el trabajo, me asignó la cuadra. Lo primero que hice fue caminar cerca por la polleria, y la vi a Paula, mas maquillada de lo normal y atendiendo a unos clientes. Al mirarme dibujó una sonrisa su carita y me saludó con la mano .
Este día si o sí la hago con la chata, me dije a mí mismo...
Dejaré por acá el relato de hoy, lo continúo mañana, ya es tarde.
Última edición: