grindo doido
Cuenta Verificada
Sucedió hace mas de dos décadas pero mi amigo Naldo me lo trajo de recuerdo y es como si ayer hubiera pasado.
Había llegado muy joven a Brasil, todo era trabajo y bromas, donde sea yo era el gringo doido. El extranjero loco y de donde sea me querían agarrar de punto, ponían unas caras, una seriedad, mucha gente se prestaba para el asunto. Todo lo que contaban me hacían caer en esas brincadeiras, esas bromas pesadas. Desde salir vestido de forma extravagante o desnudo, hasta dar una buena propina a gente necesitada o dar sangre en tal lugar que iríamos. Una vez me obligaron a vender mi filmadora para darles el dinero a los trabajadores mas pobres. Me creí ese cuento, luego juntar para recuperar fue un tema.
Mi timidez, el trabajo absorbente y un tío posesivo hacían casi imposible que me despabile. Y cuando conocía a una joven en una iglesia, en un lugar donde revelan fotografías, cuando iba a alquilar en Blockbuster, iba solo al cine, siempre estaba la tentación, las buenas y malas mujeres y ya estando a punto de tener algo. Llegaba como dictador a romper mis sueños. Fue duro no tener vida, solo trabajo como esclavo. Nadie sabe para quien trabaja.
Las primeras emociones vinieron desde grabar una porno, yo en ese tiempo era el ayudante, llevaba el cable ( en realidad filmamos de todo, en especial graduaciones escolares y matrimonios), pero vaya que as garotas, as pretas comem muito pao. De ver eso en vivo, salí medio traumado, para relajarme mi tío, su socio, un amigo mas y eu, fuimos a un teatro erótico ( un puterío). Mi primera vez en mirar cuerpos femeninos desnudos, tocarlas a mi antojo y casi venirme en ellas, la mas entradora y amiguera fue Ninoska, media Rusa que vivió varios años en España, falaba bem o espanhol, no se si arrugué, pero casi beber vodka de sus pezones me bajaron mucho, luego el juego no fue tan efectivo, no me dejó en ridículo.
Salí hambriento, sabía que había perdido una gran oportunidad, en casi dos años era muy poco la forma de sacar la guaracha. Para mi bien o mal, mi amigo y casi hermano de negocios y familiar de mi tío ( de cariño), una noche me presenta a una chica fabulosa, siempre bien vestida, una sonrisa que te hace creer que eres Dios y una buena tertulia siempre nació desde la primera vez.
Los pocos fines de semana que no había casamentos, me iba a casa de Naldo, alli su familia siempre me trataba como uno mas de la familia, a veces íbamos a ver a sus hermanas, sobrinos, amigos y en una de esos churrascos de domingo, estuvo ella, la chica que me presentó, Gislaine, Una dama especial. Esa tarde por efecto das cervejas, me hicieron ser audaz y robarle un beso, ella solo se reía, consentía, y hasta me mimaba. Caminamos y me dijo que hay un matrimonio de una amiga de ella que nosotros lo filmaríamos, me sorprendió. Le dije veremos.
Pasaron unos meses y se concretó, alli la vi como vino al mundo, un cuerpo espectacular que a cualquier mortal dejaba boquiabierto. Hice jonrón pero dentro de mi y de ella, sabíamos que faltaba condimento.
Yo estaba emocionado, quería irme con ella, renunciar al trabajo, a la vida con mi tío y todo eso, era difícil porque mas dependía del envío de dinero de mis padres que lo poco que me pagaban, incluso hasta la fecha me siguen debiendo. Por ser familia, tenía que seguir sus ordenes, instrucciones, pese a tener invitación de otros trabajos y una vida mas justa. Cuando quise estudiar ya era tarde para ese comienzo, sería volver pero eso es otro tema que ya se contará.
Un domingo que no tuve trampo, me llama ella, fuimos ao Shoping Morumbi, ao parque Ibirapuera, casi como dos tortolitos la pasábamos chévere y por fin tuve la oportunidad de dar lo mejor de mi, olvidar el pasado, renunciar a todo, conocerme a mi mismo y darle freno en cada embestida a esa potranca que todos querían. Resaltaban sus peitos grandes e a bunda protuberante, miradas lascivas que la comían, esa boca de caramelo que sabía dominar, tentar y dejar sin respiro. La elegancia y provocación fina, siempre con respeto y distinta.
Luego de uno buenos revolcones, ella me dice, si alguien le a contado algo de mi, dije no, que pasa, mira me dice, vou te falar algo e so quero que vc entenda. Y sino, hasta aquí llegamos. Me partía el corazón.
Me dijo que ella había sido garota de programa, una época de juventud, locura y que algunas personas le ayudaron a cambiar, a dejar eso, entre ellos mi amigo. No supe que decir, que creer. Las horas marcaban el paso y mi destino.............
Había llegado muy joven a Brasil, todo era trabajo y bromas, donde sea yo era el gringo doido. El extranjero loco y de donde sea me querían agarrar de punto, ponían unas caras, una seriedad, mucha gente se prestaba para el asunto. Todo lo que contaban me hacían caer en esas brincadeiras, esas bromas pesadas. Desde salir vestido de forma extravagante o desnudo, hasta dar una buena propina a gente necesitada o dar sangre en tal lugar que iríamos. Una vez me obligaron a vender mi filmadora para darles el dinero a los trabajadores mas pobres. Me creí ese cuento, luego juntar para recuperar fue un tema.
Mi timidez, el trabajo absorbente y un tío posesivo hacían casi imposible que me despabile. Y cuando conocía a una joven en una iglesia, en un lugar donde revelan fotografías, cuando iba a alquilar en Blockbuster, iba solo al cine, siempre estaba la tentación, las buenas y malas mujeres y ya estando a punto de tener algo. Llegaba como dictador a romper mis sueños. Fue duro no tener vida, solo trabajo como esclavo. Nadie sabe para quien trabaja.
Las primeras emociones vinieron desde grabar una porno, yo en ese tiempo era el ayudante, llevaba el cable ( en realidad filmamos de todo, en especial graduaciones escolares y matrimonios), pero vaya que as garotas, as pretas comem muito pao. De ver eso en vivo, salí medio traumado, para relajarme mi tío, su socio, un amigo mas y eu, fuimos a un teatro erótico ( un puterío). Mi primera vez en mirar cuerpos femeninos desnudos, tocarlas a mi antojo y casi venirme en ellas, la mas entradora y amiguera fue Ninoska, media Rusa que vivió varios años en España, falaba bem o espanhol, no se si arrugué, pero casi beber vodka de sus pezones me bajaron mucho, luego el juego no fue tan efectivo, no me dejó en ridículo.
Salí hambriento, sabía que había perdido una gran oportunidad, en casi dos años era muy poco la forma de sacar la guaracha. Para mi bien o mal, mi amigo y casi hermano de negocios y familiar de mi tío ( de cariño), una noche me presenta a una chica fabulosa, siempre bien vestida, una sonrisa que te hace creer que eres Dios y una buena tertulia siempre nació desde la primera vez.
Los pocos fines de semana que no había casamentos, me iba a casa de Naldo, alli su familia siempre me trataba como uno mas de la familia, a veces íbamos a ver a sus hermanas, sobrinos, amigos y en una de esos churrascos de domingo, estuvo ella, la chica que me presentó, Gislaine, Una dama especial. Esa tarde por efecto das cervejas, me hicieron ser audaz y robarle un beso, ella solo se reía, consentía, y hasta me mimaba. Caminamos y me dijo que hay un matrimonio de una amiga de ella que nosotros lo filmaríamos, me sorprendió. Le dije veremos.
Pasaron unos meses y se concretó, alli la vi como vino al mundo, un cuerpo espectacular que a cualquier mortal dejaba boquiabierto. Hice jonrón pero dentro de mi y de ella, sabíamos que faltaba condimento.
Yo estaba emocionado, quería irme con ella, renunciar al trabajo, a la vida con mi tío y todo eso, era difícil porque mas dependía del envío de dinero de mis padres que lo poco que me pagaban, incluso hasta la fecha me siguen debiendo. Por ser familia, tenía que seguir sus ordenes, instrucciones, pese a tener invitación de otros trabajos y una vida mas justa. Cuando quise estudiar ya era tarde para ese comienzo, sería volver pero eso es otro tema que ya se contará.
Un domingo que no tuve trampo, me llama ella, fuimos ao Shoping Morumbi, ao parque Ibirapuera, casi como dos tortolitos la pasábamos chévere y por fin tuve la oportunidad de dar lo mejor de mi, olvidar el pasado, renunciar a todo, conocerme a mi mismo y darle freno en cada embestida a esa potranca que todos querían. Resaltaban sus peitos grandes e a bunda protuberante, miradas lascivas que la comían, esa boca de caramelo que sabía dominar, tentar y dejar sin respiro. La elegancia y provocación fina, siempre con respeto y distinta.
Luego de uno buenos revolcones, ella me dice, si alguien le a contado algo de mi, dije no, que pasa, mira me dice, vou te falar algo e so quero que vc entenda. Y sino, hasta aquí llegamos. Me partía el corazón.
Me dijo que ella había sido garota de programa, una época de juventud, locura y que algunas personas le ayudaron a cambiar, a dejar eso, entre ellos mi amigo. No supe que decir, que creer. Las horas marcaban el paso y mi destino.............