No, no, la loquita Lucero era de la sierra central o Chanchamayo o por esa zona. Tenía un acento medio charapa, ojos de loquita y siempre andaba con mascarilla. Era mi caserita aunque rayada como ella sola, ni la Vicky se atrevió a tanto. Era trigueñita, bajita, cuadradita, algo planita, pero una verdadera BOMBA, calidad total. Se desaparecía y volvía a aparecer. Comenzó con la tía Nancy, se pasó para el bando de la tía Inés y luego se independizó en Corintios. Por ella y por otras más el quineo post pandemia valía la pena al 1000%. Cada vez que la recuerdo a la franca me pongo fierro. Todavía alucino con ella. Cuando tenga un poco de tiempo cuento mis incursiones con ella.