Magnum000
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Creo que todos tenemos amigas a las que les guardamos algún tipo de cariño, estima o hambre en especial. Si se trata de épocas universitarias tengo en recuerdo 2 amigas distintas, que si bien no son mi tipo, despertaron en mi inquietudes lujuriosas en particular.
Dar clases de refuerzo personalizadas a mis amigas me hizo aprender que no podía encasillarme admirando y probando la fisonomía de solo algunos tipos de chicas, si bien tenía mis preferencias, a veces limitarse en preferencias podía esconder delicias.
Lo he dicho antes, pensar en culos es pensar con cabeza fria y recordarme esos tips.
-Admirar en la desnudez total, mientras no sea posible la naturalidad del culo, vale la ayuda estética que deja la lenceria. Limitarse a ver un culo desfilando en ropas con truco, puede llevarte a la desilusión.
-No juzgues un culo solo por como luce con una prenda, quédate con aquel que veas en más de un tipo de prenda: Un buen culo es bueno desde el talle con faldón o inlcuso con pantalones anchos.
-No necesariamente debe ser voluminoso. Su "performance" dependerá de la pose o de la fantasía de turno. Personalmente me he llevado buenas impresiones de culitos pequeños y redondos, de culos de caderas anchas, de culitos pálidos, asi como de culos grandes pero firmes.
Y así recuerdo los culos de Dora y Marina
Dora y Marina
Dora es menor que yo por 2 años, aunque siempre fue una chica divertida y cachacienta , la recuerdo como una chica que me seguía en temas académicos y en otros rollo de la juventud. Venía de familia conservadora, vive aún en Lima Norte y solo salía a estudiar, pero era de las pocas que aun entiende mis mensajes de doble sentido en la chacota, muy activa en iniciar charlas calentonas en medio de la seriedad. Siendo menor que yo, siempre fue una chica de su casa, con 160 m el cuerpo robusto, voluptuoso de piel canela clara, carnes y curvas. Sus pechos aunque ya eran redondos y grandes, crecieron con el tiempo como gemelas con volumen. Aunque no era una modelo, su cara cara con ojos achinados mantenía rasgos cándidos y mirada inocente.
La contraparte era Marina, era una chica unos 3 o 4 años mayor que yo, casi en 1.70, vive aún en un barrio residencial entre san borja y surquillo y durante la universidad casi me adopto como un hermanito menor, o mas bien como un discípulo que aprendía las artes amatorias, abrazos, besos y manoseos propios de los chicos menores de 20. Es mucho mas voluptuosa y popular entre los chicos por su gran culo, su derriere parecía un reto para cualquier que pasara a su lado. Sus pechos eran mediando algo separados y con suficiente volumen para caer con libertad
Marina siempre tuvo una mirada de femme fatale y su calentura no era ajena a los novios que tuvo. Ahora ya casada y con hija, de cuando en cuando conversamos. Es común que de actualizarnos en los temas profesionales pase a realizarme preguntas de índole personal e intimo, parece disfrutar mucho conocer las incidencias que están fuera de su alcoba. La atención y paciencia que me pone me hace pensar que las recuerda en ausencia o presencia de su esposo.
Lo curioso es que no pocas veces Dora y Marina discutían dentro o fuera de la facultad, de repente por ego, por vanidad o quien sabe, no se "pasaban".
Centrándome en Marina y estas anécdotas , una de tantas tardes en la terraza de la facutlad me pregunto porque no era como otros chicos, tan obvios e incluso groseros respecto al cuerpo de las chicas, como el caso de las de la universidad. Me había observado mucho y si habia notado que tenia algunas preferencias o tipos de chicas, pero ella queria saber mas alla de de ello. Me hizo varias preguntas y termino confiando que queria saber de mis fantasias y perversiones.
Eché a reir, y dije que tenia mucho que contarle, que no todas las chicas ven mas alla del prejuicio siendo usual que incluso un chico como yo en momentos de ocio imaginaba, se ilusionaba o a hacía realidad sus fantasias. Me dijo que no quería incomodarme pero que cuando quiera se las cuente, total ella ya me contaba las aventurillas con sus noviecitos, en espera de mi consejo.
Agregó con suma curiosidad: Casi no te he visto mirar culos de otras chicas, pero confieso que te he visto algunas veces, muy pocas, mirar el mio. Fer, hay algún tipo de culo que te guste.
La pregunta me incomodó un poco porque suponía que Marina me observaba en la facultad. Solo le dije que tenía secretos guardados y algunos pendientes que encantado podia ponerla como protagonista. Aquella vez sonrió muda, trago saliva y parecía haberse activado su curiosidad.
Continúa...
Dar clases de refuerzo personalizadas a mis amigas me hizo aprender que no podía encasillarme admirando y probando la fisonomía de solo algunos tipos de chicas, si bien tenía mis preferencias, a veces limitarse en preferencias podía esconder delicias.
Lo he dicho antes, pensar en culos es pensar con cabeza fria y recordarme esos tips.
-Admirar en la desnudez total, mientras no sea posible la naturalidad del culo, vale la ayuda estética que deja la lenceria. Limitarse a ver un culo desfilando en ropas con truco, puede llevarte a la desilusión.
-No juzgues un culo solo por como luce con una prenda, quédate con aquel que veas en más de un tipo de prenda: Un buen culo es bueno desde el talle con faldón o inlcuso con pantalones anchos.
-No necesariamente debe ser voluminoso. Su "performance" dependerá de la pose o de la fantasía de turno. Personalmente me he llevado buenas impresiones de culitos pequeños y redondos, de culos de caderas anchas, de culitos pálidos, asi como de culos grandes pero firmes.
Y así recuerdo los culos de Dora y Marina
Dora y Marina
Dora es menor que yo por 2 años, aunque siempre fue una chica divertida y cachacienta , la recuerdo como una chica que me seguía en temas académicos y en otros rollo de la juventud. Venía de familia conservadora, vive aún en Lima Norte y solo salía a estudiar, pero era de las pocas que aun entiende mis mensajes de doble sentido en la chacota, muy activa en iniciar charlas calentonas en medio de la seriedad. Siendo menor que yo, siempre fue una chica de su casa, con 160 m el cuerpo robusto, voluptuoso de piel canela clara, carnes y curvas. Sus pechos aunque ya eran redondos y grandes, crecieron con el tiempo como gemelas con volumen. Aunque no era una modelo, su cara cara con ojos achinados mantenía rasgos cándidos y mirada inocente.
La contraparte era Marina, era una chica unos 3 o 4 años mayor que yo, casi en 1.70, vive aún en un barrio residencial entre san borja y surquillo y durante la universidad casi me adopto como un hermanito menor, o mas bien como un discípulo que aprendía las artes amatorias, abrazos, besos y manoseos propios de los chicos menores de 20. Es mucho mas voluptuosa y popular entre los chicos por su gran culo, su derriere parecía un reto para cualquier que pasara a su lado. Sus pechos eran mediando algo separados y con suficiente volumen para caer con libertad
Marina siempre tuvo una mirada de femme fatale y su calentura no era ajena a los novios que tuvo. Ahora ya casada y con hija, de cuando en cuando conversamos. Es común que de actualizarnos en los temas profesionales pase a realizarme preguntas de índole personal e intimo, parece disfrutar mucho conocer las incidencias que están fuera de su alcoba. La atención y paciencia que me pone me hace pensar que las recuerda en ausencia o presencia de su esposo.
Lo curioso es que no pocas veces Dora y Marina discutían dentro o fuera de la facultad, de repente por ego, por vanidad o quien sabe, no se "pasaban".
Centrándome en Marina y estas anécdotas , una de tantas tardes en la terraza de la facutlad me pregunto porque no era como otros chicos, tan obvios e incluso groseros respecto al cuerpo de las chicas, como el caso de las de la universidad. Me había observado mucho y si habia notado que tenia algunas preferencias o tipos de chicas, pero ella queria saber mas alla de de ello. Me hizo varias preguntas y termino confiando que queria saber de mis fantasias y perversiones.
Eché a reir, y dije que tenia mucho que contarle, que no todas las chicas ven mas alla del prejuicio siendo usual que incluso un chico como yo en momentos de ocio imaginaba, se ilusionaba o a hacía realidad sus fantasias. Me dijo que no quería incomodarme pero que cuando quiera se las cuente, total ella ya me contaba las aventurillas con sus noviecitos, en espera de mi consejo.
Agregó con suma curiosidad: Casi no te he visto mirar culos de otras chicas, pero confieso que te he visto algunas veces, muy pocas, mirar el mio. Fer, hay algún tipo de culo que te guste.
La pregunta me incomodó un poco porque suponía que Marina me observaba en la facultad. Solo le dije que tenía secretos guardados y algunos pendientes que encantado podia ponerla como protagonista. Aquella vez sonrió muda, trago saliva y parecía haberse activado su curiosidad.
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