Cuarta y última parte.
Fui a los lugares de siempre. Alguno cambió, otro siguen igual, otro mejoró.
Massagem Morumbi.
Rua Chafic Maluf, 101. El antiguo Espacio Morumbi es ahora Massagem Morumbi. Ha cambiado o lo están cambiando. Ahora están construyendo un espacio tipo bar para que los cófrades puedan hablar con las mujeres en un ambiente tipo bar. Ese espacio está en la entrada, lado opuesto de la puerta que todos conocen. De hecho una parte ya la terminaron, la parte que está más hacia el estacionamiento, falta la parte de adentro, junto a la recepción. Me presentaron un huevo de hembritas pero yo me quedé con la flaca que es la recepcionista: Natasha. Obvio que no es su nombre, me dijo su nombre real y me pasó su fono. Rica la huevona: chibola, cabello negro laciado, blanca como la nieve, lentes de estudiantes, culito levantado y tetas. Para hacerla diferente a las gps, tiene barriguita. Fui sin atenderme y solo pensando en esa flaca.
Cafe Photo.
Av. dos Bandeirantes, 1515. Lugar excelente y hembritas de todo nivel que trabajan en traje de noche (la mayoría). Fui como a las 9pm, ya habia hembritas. Ahora ha cambiado algo aquí: el Café Photo tiene habitaciones para culear. Novedad porque hasta el año pasado no había, el sistema siempre fue el mismo: entras, pactas con la mujer y te la llevabas a tu hotel pagando una tasa de salida. Ya no más. Ahora es ahí la matanza. Según me dijo la flaca con la que hablé cambió desde la carrera de F1. Con la que hablé fue una caballaza, Daniela. La mujer de ensueño para muchos: 1,75m (la maldita estaba con tacos altos, así que parecía de 1,85m), blanquísima, pelo negro con laciado japonés, tetas de silicona, un rabazo y patazas. Buenísima gente, muy chévere la tipa. Estuvimos mucho rato hablando, ya sé que cuando mucho hablas con las tipas en estos lugares ya se entusiasman en subir contigo. En fin, para hacerla corta: pide 1500 pero me dijo a ti 1000. Le pregunté por qué y me dijo que dice 1500 siempre y que hay huevonazos que pagan porque tienen plata. Fuera de los 350 que se paga por el catre. Entre las cosas que me contó es que se mete testo, supongo que lo complementa con el gym (se nota) y siempre supervisada por el médico.
Después me acerqué a una chibola, Luiza. Descendiente de holandeses, blanca, un cabello natural hermoso, pelirroja. Me dijo que era su primera semana, que venía de Foz de Iguazú y allá solo había ido a un putero, le dije el Crystal y me dijo "vocé é um safado". Pedía 1000 pero me fui, tenía que levantarme temprano.
Me dijeron 250 la entrada, los pendejos no me dijeron que no era consumible. Tomé 3 chelas y la cuenta me salió como 400, una metida de rata.
Scandallo Lounge.
Rua Coronel Diogo, 1199. En mi último post de Brasil dije que había dejado de ser el paraíso en la tierra. Bueno, volvió a ser el paraíso en la tierra. Volvieron los mujerones, el querido estándar brasileño. Llegué a las 7pm en punto, lo que me permitió pagar R$300 (consumibles) y no los R$500 que se pagan más tarde. Las tipas están pidiendo R$1000, no paguen más. Le hablé primero a una chibola muy bonita, Bruna. Tenía cara de estar incómoda en el lugar. Me dijo que pedía mil pero me bajaba su actitud. En fin, busqué otra flaca y me encontré con Fabiane. Blanca, chata, muy bonita de cara, patona, culo en su sitio y poca teta. Sería mi amiga de toda la vida de no haberla conocido en un putero, muy chévere la flaca. Me dijo que venía de Paraná, igual que Bruna, que también era su primera semana en el Scan pero que trabajaba en Curitiba, que muchas de allá van al Scan porque es más organizado y mejor. Lo mismo me dijo 1000 incluida la cola. Al final solo le invité un trago y un postre. Pude ver que van muchas chibolas, delgaditas como les gustan a los coreanos pero ya volvieron las caballotas. Al final me fui temprano porque tenía que salir temprano para chapar mi vuelo.
Ese es todo mi reporte cófrades. La cosa ha mejorado en SP pero, visto lo visto, muchas han colgado las tangas y al parecer otras han emigrado buscando ganar en otra moneda porque el real se ha desvalorizado. Quien tenga fichas, aproveche.