Claro, porque cuando estoy cachando tengo q tomarme una foto para que el cofrade Michaelc me creaExactamente. De lo contrario, habría pruebas fotográficas.
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Parte 36
Daniela se quejó un poco, pero nunca se sacó de la boca la verga de Alvaro. Y así estaba mi mujer, salivando sobre una verga enorme que tenía en la boca, con un plug anal metido, con una mujer pasándole la lengua entre las piernas y con mi verga y un dedo en la conchita… y al parecer los amos aun tenían más sorpresas para ella durante la noche
Daniela se sacó la verga de la boca para poder respirar un poco. Los hilos de saliva que estaban sobre la verga de Alvaro caían sobre el sillón y sobre mi hombro. Ella jadeaba por la excitación de la penetración, pero también por el esfuerzo de estar chupando tremenda polla por varios minutos. En un arrebato de excitación la jale por el pelo y la traje hacia mi para besarla. No me importó que haya estado chupando otra polla, la excitación que todos teníamos era mayor que la vergüenza. Además, Alvaro y yo sabíamos que éramos hetero y todo lo que pasaría esa noche sería para gozar de las mujeres.
Mientras Daniela y yo nos besábamos ella me decía entre besos:
- “Quiero que Alvaro me penetre amor, quiero su verga”
- “Te has convertido en toda una putita, eh? Dónde quedó la niña inocente que no quería sacarle la vuelta a su novio. ¿Recuerdas la escena del taxi?” le dije agarrándole la cara
- “Lo recuerdo… ahora no solo le saco la vuelta a mi flaco, sino también a mi amante” me contestó dándome un beso
- “Amo” dijo levantando la mirada hacia Alvaro. “Quiero tu pinga adentro, necesito una más grande que me haga venirme”
- “Vamos a la cama esclava, te voy a penetrar delicioso para que te corras a chorros”
- “No, por favor métemela en esta posición quiero venirme con tu verga encima de Alberto”
- “Mmm está bien esclava, te concederé ese deseo. Veo que quieres humillar a tu pareja”
Alvaro caminó hacia atrás de Daniela. Yo estaba sorprendido con su pedido, pero me dejé llevar.
Ella no me sacaba los ojos de encima mientras yo seguía penetrándola. Alvaro se arrodilló detrás de ella, por la altura del sillón bastaba con arrodillarse para estar a la altura de su vagina. Sin ningún aviso ni remordimiento Alvaro agarró mi verga y la sacó del interior de mi mujer. No hubo nada sexual en esa interacción y yo no tuve ningún problema con eso. Acto seguido le empalmó de una toda su herramienta a Daniela quien abrió los ojos y soltó un gemido muy largo mientras me miraba a los ojos.
- “Uuuufff que tremenda pinga tienes amo, que ricoooo” exclamó Daniela sin dejar de mirarme
- “Está más rica que la anterior?” le preguntó Alvaro
- “Sí claro, ocupa toda mi vagina, la recorres de inicio a fin”
- “Cómo te gusta más? Así?” le dijo empezando una embestida brutal que hizo que Daniela apretara con sus manos mi pecho
Alvaro la estaba penetrando con mucha fuerza y hacía que todo el sillón se mueva. Yo sentía en primera plana las embestidas también y Daniela no paraba de gemir.
- “Ah ah aaayyy si si qué rico, dios mio”
- “O lo prefieres así?” le volvió a decir después de unos minutos de embestirla
Empezó a moverse muy lentamente. Sacaba la verga en su totalidad de su interior y luego la metía lentamente hasta la base. Cuando volvía a entrar Daniela abría la boca sin emitir sonido, estaba claro que le gustaba lo que pasaba ahí abajo.
- “Si, eso también me gusta… que rico se siente cuando entras de nuevo”
Alvaro empezó a turnarse entre ambos movimientos y eso estaba volviendo loca a Daniela quien se notaba que ya no podía más y estaba a punto de correrse.
- “Mierdaaa me voy a venir pronto. No pares por favor”
- “No voy a parar putita, dinos a todos cuenta te gusta lo que te hace tu amo”
- “Me encanta amo. Amo sentir tu enorme pinga penetrando mi vagina ajustada ah ah… lo haces muy rico mmm ay… dios no puedo más siento que me quiero orinar”
- “No te vas a mear, te vas a correr como nunca en tu vida así que relájate y déjate llevar” le contestó Carmen rápidamente
Daniela gemía y hablaba perradas mientras me seguía mirando. A pesar de no estar penetrando estaba excitado al máximo viendo a mi mujer disfrutar de aquella forma y con una actitud tan puta. Aproveché que estaba por llegar al pico de su excitación para acercar mi boca a unos de pezones y empezar a chupar. Eso aceleró sus jadeos.
- “Ay ay ay dioooos me vengooooo” gritó
Agarró mi cabeza, que seguía saboreando sus tetas, y me empujó hacia el sillón.
- “Quiero que veas mi cara de gozo y cómo me corro con la pinga de mi amo” me dijo firmemente
- “Eres una puta” le dije agarrándola fuerte la cara y dándole una cachetada
- “Sí sí sí… hoy soy la puta de todos…. aaaaaahhh” exclamó soltando un chorro de su vagina que nunca había visto en ella
Alvaro rápidamente salió de ella, la jaló hacía atrás desde los brazos y Carmen le separó las piernas dejando su vagina totalmente expuesta en dirección a mí. Ella empezó a frotarle con movimientos muy rápidos el clítoris y Daniela empezó a temblar muy fuerte mientras un nuevo chorro salía en dirección a mi pecho y parte en mi cara. Los gemidos de Daniela se habían convertido en gritos, estaba en su pico máximo de excitación, realmente nunca la había visto así. Yo abrí la boca aceptando esos chorros que no paraban de salir de su vagina.
- “ …. Qué placer” exclamaba sin cesar
El flujo de líquidos fue bajando, ella dejó de temblar y cerró las piernas para que Carmen cese sus movimientos. Estaba realmente agotada. Alvaro la soltó y ella dejó caer todo su peso sobre mí. De más está decir que todo el sillón, la alfombra y yo estaba empapados en sus líquidos. No había ningún olor desagradable ni tampoco tenía ningún sabor en particular, era un elixir que había salido de lo más profundo de su conchita y que simbolizaba el máximo puterío al cual había sido sometida… al menos hasta ahora. Para mi también había sido algo nuevo, y debo admitir que me encantó.
Hasta este momento de la noche, las dos mujeres habían tenido orgasmos y squirts. Creo que vale la pena decir que hasta ahora todo había salido muy bien, y esto sin mencionar la paga que nos darían después. Tener placer y encima que te paguen por eso no suena nada mal, verdad? Será que sería capaz de vender a mi chibola por dinero?
- “Vamos a ir al jacuzzi para descansar un rato” dijo Carmen. “Los esperamos”
Se fueron y nos dejaron solos. Ella levantó la cabeza y me dijo:
- “Nunca había sentido una excitación tan grande. Perdón por mojarte así”
- “Perdón?” le dije. “Me ha encantado verte así, lo volveremos a hacer otro día”
- “Estoy agotada, vamos al jacuzzi para relajarnos? Ya luego nos vamos”
- “Vamos” le dije dándole una pequeña palmada en la nalga
Se puso de pie y empezó a caminar hacia el baño cuando me di cuenta que algo brillaba en el interior de su culo… era el plug! Había olvidado por completo que lo tenía puesto. Con la excitación del momento, tanto ella como yo olvidamos eso.
- “Amor…” le dije agarrándola por el hombro
- “Dime” se detuvo y volteó a mirarme
- “Aun tienes el plug puesto en el culo…”
- “” dijo dirigiendo su mano hacia el orificio. “Es verdad, lo había olvidado por completo. Ya ni lo siento”
- “Yo creo que aun no hemos terminado aquí. Además recuerda que Alvaro aun no se corre, dudo que nos deje ir sin venirse”
- “Tienes razón… pero estoy realmente agotada. Siento que ya no puedo más. Además, ya me siento de nuevo un poco yo misma, creo que esa pastilla y el Popper ya pasaron su efecto”
- “Tranquila, lo sé. ¿No recuerdas nada de lo que has hecho?”
- “Lo recuerdo todo… es solo que con ese efecto entro como en una especie de trance que me quita toda vergüenza y pudor. De hecho, ahora que me pongo a pensar en todo lo que he hecho, me da un poco de roche”
- “Bueno, no pasa nada. A mi me ha encantado todo lo que has hecho y seguro repetiremos alguna de esas cosas cuando estemos solos jaja. Vamos al jacuzzi, necesitas descansar y luego veremos qué sigue”
- “OK vamos”
Cuando nos dirigíamos al baño vi sobre la cama el dildo gigante que Carmen sacó al inicio… era brutal y si recuerdo bien, lo quería usar en el culo de Daniela. Me parecía imposible pensar que eso podía pasar y más aun pensar que mi flaca lo pudiera soportar.