Recuerdo que antes de la pandemia me atendía relativamente seguido con una MILF y al parecer le gustaba como la excitaba.
Un día casi a la medianoche me escribe y me pregunta ¿qué estas haciendo?, le digo ya para dormir y me dice que estaba sola en el departamento si quería ir.
Al principio pensé que era broma o que quería que me atienda porque necesitaba dinero, así que le respondo es tarde me hubieras dicho más temprano.
Con una voz bien melosa me dice "Estoy arrecha, ven no te voy a cobrar. Pero eso si, vienes y vas a hacerme eso rico que siempre me haces. Por eso te estoy llamando, ven rápido."
Esa primera vez la pensé y después de pensarla unos minutos dije a la mi**da ella vive sola en el departamento vamos a ver que pasa. En ese tiempo le tenía unas ganas a la MILF.
Así que fuí, la llamé de afuera y entré. Estaba casi normal, la veía más relajada de lo acostumbrado y en la mesita de noche veo los puchos de marihuana.
Al parecer cada vez que fumaba bastante marimba se excitaba mucho y sentía la necesidad de sexo.
Ella me dijo "quiero que me hagas esto, me gusta porque lo haces bien rico". Así que ¿quién soy yo para contradecirla?, empecé a hacerlo y ella estaba feliz que no quería que deje de hacerlo. Después de un rato le pedí también hacer lo que yo quería y accedió.
Esa primera vez me quedé como una hora y media porque tenía que regresar a casa. En la segunda vez y la tercera, me llamaba plan de 1:00 a.m. y era muy tarde. Tenía que hacer al día siguiente, me hacía de rogar y ella insistía. Al principio le decía que no, ella se molestaba y yo al ver que era sexo gratis igual iba.
Luego ya no me atendía seguido, ella dejaba de atender por temporadas, llegó la pandemia y no se volvió a repetir esas llamadas a medianoche.
No sé si atienden mejor drogadas porque fueron mis únicas experiencias de ese tipo pero si puedo decir que la manera de entregarse era plena porque no medía el tiempo, ella estaba enfocada en satisfacerse y ese era su objetivo. Era como si intercambiamos roles, ella era la cliente que buscaba satisfacerse y yo el que tenía que lograr eso.
Recuerdo que en una de esas veces, después de hacerle lo que ella quería estaba tan arrecha que cuando yo estaba echado veo que se estaba acomodando para sentarse encima de mi pene pero sin condón. Reaccioné y le digo ¿qué haces, no tengo condón?, me responde "ay mis clientes siempre me piden así". Le dije ok otros pueden pedírtelo pero yo no, me voy a poner el condón.
