Jamás me había quedado en este local más de dos minutos, espantado por la falta de chicas, la falta de arreglo personal de las que habían, y de la insistencia de los mozos. Eran capaces de organizar un show para el par de patas que acabábamos de entrar.
Las cosas ahora se ven diferentes. El local está muy bonito y bien equipado, con lasers, luces y bonitas mesas. Bastante limpio y ordenado.
PERO la administración merece un jalón de orejas mayúsculo.
Primera... la barra está vacía, y la tía que está detrás de ella no nos permite sentarnos ahí. Nos ubicaron de mal modo en una mesa.
Segunda... los mozos desinforman sobre el nombre de las bailarinas. Dicen un nombre que no es.
Tercera... el baño de varones... NO EXISTE. Al costado de los privados del primer piso hay una letrina-lavabo. O sea, a la derecha se puede apreciar el show de las chicas, y al centro, al fondo, el show de los chicos. Los que lo prefieran pueden ir con su wincha a medir el de su preferencia.
Cuarta... la barra está ocupada con un pata cheleando... y cuándo preguntamos por qué a él si se le permite, un mozo respondió que el pata era trabajador del local (trabajador cheleando???) y otros que él llegó cuando no había mesas disponibles. Ah, o sea, el que llega tarde gana...
Quinta... la fichera que está con su jarra es requerida para el baile... pero eso no es lo malo, sino que, como si fuera asunto excepcional, la tia de marras es quien se la lleva, repitiendo como grabadora respuestas a preguntas que jamás se le hizo.
Sexta... la fichera secuestrada no aparece, y cuando la divisamos, está dobleteando en el privado del second floor (lo cual no es raro y por lo cual no tuvimos ganas de quejarnos), pero ni siquiera se molesta en darle un ojito a su cliente dobleteado... O sea, cánsate y si te largas, mejor. Y los mozos, haciéndose los locos.
Cófrades PKdólogos, asiduos concurrentes, clientes que prefieren este antro... ¿¿¿¿¿¿¿¿Qué hacen acá?????????
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; en fín me pregunto que será de esta fémina?
