Alejandro de Macedonia
Oficial
Durante la pandemia conocí a una flaca (por no decir señora), en el SmartFit, los que han ido durante la pandemia, recordarán que en algunas sedes habilitaron el ingreso, pero por horas, tenías que registrarte en su web para poder entrenar, esto por las restricciones y obviamente no tener tan lleno el gym. Sucede que entrando a la zona de los casilleros, que estaba en un segundo piso, voy hacia el último casillero, en toda la esquina, para guardar las cosas veo una sombra, me asomo un poco más y la veo a ella, escondida para que no la saquen del gym y poder entrenar una hora más. Me causo gracia porque estaba bien encaletada, esperando termine de sonar la alarma, se palteo un poco y solo atiné a decirle hola, contesto de la misma forma, le pregunté por qué el esconderse y bueno, me mencionó lo que escribí líneas atrás. Me despedí y baje para empezar el treno, cómo me es costumbre, terminando le metía unos 15 min de escaleras, cuando estoy acercándome la veo de nuevo, ya usando la máquina y me pongo justo en la del costado, no sin antes ganarme con su culo, bien gordito, cada escalón que pisaba lo veía en cámara lenta como temblaban sus nalgas. Ella es casi base cinco, con un hijo aún menor de edad, pero la verdad, se mantiene, le gusta ejercitarse, es delgada, pero como dije ya, tiene el culo bien redondo y gordo, no aparenta para nada la edad que tiene. Subí y empecé con la máquina, justo a lado de ella y aproveché en hacerle el habla, un toque reservada al inicio, pero fue cambiando con los minutos. Gracias a esto empezamos a coincidir entre días para entrenar, las conversaciones al inicio eran básicas, cosas banales de ambos, pero conforme pasaba el tiempo las charlas se tornaron un poco más íntimas. Cómo ya teníamos conversación por WhatApp quedamos un día para cenar y pues se dió, fuimos al San Antonio de Miraflores, unos cafés y algunos aperitivos para terminar con una ensalada, salimos y con el carro fuimos hasta barranco, cerca a la avenida Grau con Pierola, por dónde está la embajada de España, me cuadre y seguimos conversando, me contó que tenía casi un año de separada de su aún esposo y solo unas semanas atrás había empezado los papeles del divorcio. El tipo trabajaba en mina y ya tenía familia en otra provincia, esto obviamente le causó una depresión enorme y pues, una forma de botar las malas vibras era el gym. Me mostró fotos de un par años atrás, siempre fue delgada, pero si bien es cierto, tenía piernas pronunciadas, no tenía el culo gordo y trabajado que tenía ahora (bendito sea el día de piernas), seguía contándome cosas privadas y con lo de las fotos que me mostró de ella, me pegué un toque viendo sus piernas, estaba con una leggins negra, bien al cohete, se veían bien provocativas sus piernas. Estuvimos charlando por unos minutos más y ya tuve que dejarla en casa, puesto que al día siguiente tenía trabajo. La dejé unas cuadras de su casa y al momento de bajar la besé, correspondió el beso pero cuando terminó, pude notar su incomodidad. En mi mente no más me decía ya la cagaste y así fue, al cabo de un par de horas me escribió diciéndome que solo me veía como una amistad, que no quería algo más porque no estaba lista y sobre todo porque soy muy menor para ella (en aquel tiempo tenía 26 y ella 45, esto fue hace 3 años), entre otras cosas más, pensé rápido y le metí un textaso como para no quedar como un chibolo arrecho y por suerte me atracó salir de nuevo a cenar (con el fin de disculparme por lo ocurrido) y así estuvimos, saliendo un par de veces al mes a cenar, al cine, caminar, entrenar, entre otras cosas. Si bien es cierto, no volví a intentar algo más, de rato en rato le decía un halago y ella entre risas, me lo aceptaba. Por temas económicos tuvo que mudarse a otro distrito, un poco más lejos del mío y las salidas fueron disminuyendo, yo tuve que viajar y estuve en Arequipa por unos meses y al volver quedamos en salir nuevamente, fuimos por un café a un Starbucks en San Miguel y comenzamos a ponernos al día, me comentó que estaba con percances de dinero ya que el padre de su hijo no le estaba pasando lo acordado y que si podía prestarle ya que tenía que pagar la mensualidad de la u, lo pensé ya que hablábamos de casi un sueldo mínimo y bueno, que m¡erda dije, si me devuelve a buena hora, fácil me atraca algo si no, que , dinero se recupera con chamba. Quedó en devolverme en dos partes y así fué, la segunda parte me lo dió hace unos meses en efectivo y también me dió un paquete de chocolates de la Ibérica, ya que le había contado que me gustaban los de esa marca. Quedamos en tomar unas copas, así que fuimos al Barbarian del centro cívico, entre copa y copa nos fuimos soltando más y más y terminamos agarrando de nuevo, en lo que nos besamos sentí como su mano pasaba por mis pierna derecha, muy cerca de la entrepierna. Terminamos una ronda más de trago y en el estacionamiento nos metimos terrible manoseada, ella estaba con una falda tipo látex, así que aproveché en meter mis manos mientras la besaba, toque su vagina y ya estaba toda húmeda, primero sobaba sus labios, su clítoris y sentía que se mojaba más y más, metí mis dedos en su vagina mientras le besaba el cuello y ella me sujetaba de la espalda, botaba ligeros gemidos y esa huevada terminó por arrecharme, pensé metérsela ahí mismo pero mi nave es un VW hatchback, muy poco espacio para coger a gusto. Así que fuimos en dirección a Lince, encontré el Yideon, nos dieron un cuarto que parecía habitación de niña, todo rosado, pero igual, un carajo, proseguimos con el paleteo, se quitó la casaca y la dejó caer, le quité la cadena, estaba con un brasiere negro que se lo quité de una y me dí un festín con sus pechos, si bien es cierto, no eran los más grandes que he visto, eran lo necesario, de tamaño mediano y bien suaves, sus pezones estaba erectos, mientras más le besaba el cuello y los pechos gemía más y más. La voltee y la puse contra la cama redonda, le bajé la falda y estaba con un encaje negro, que ricos cachetes enserio, yo ya estaba fierrazo así que le metí un salibon al cabezón y se la zampe toda, su vagina estaba caliente y bien mojada, me apretaba la p¡nga. Me desquicie buen rato teniendola en cuatro, veía en cámara lenta como mis bolas se empotraban en su culo gordo, todo un espectáculo. Me pidió me eche, que quería ella estar encima mío y así fue, empezó a brincarme en la verga y veía extasiado como entraba y salía de ella, hasta que me dijo al oído, no te muevas, déjame hacerlo, se quedó encima mío, pero ya no saltaba, empezó a frotarse con mi pinga, mientras yo besaba sus pechos, estuvo así un par de minutos hasta que comenzó a gemir, diciendo “ah así ______, me encanta como me lo haces”, gemía y gemía y escuché ese sonido que hacen los perros cuando toman agua y yo en mi mente diciendo, puta madre, ni cagando está que se corre, me toco el muslo y siento como chorreaba, se vino como m¡erda mientras que gemía durísimo, se tiró encima mío mientras tenía mi verga aún dentro de ella y la sujeté de la cintura y empecé a empotrarle todo, no aguanté más y terminé viniendome dentro de ella. Literal, nos quedamos así un buen rato, descansando. Que buena cogida carajo, se puso a mi lado y recostó su cabeza en mi pecho, hablamos por un rato mientras descansabamos y al cabo de unos 20 min le metimos otro round, esta vez como para empezar y calentarla empecé a masturbarla, con una mano le introducía los dedos en la vagina y con la otra sobaba su clítoris, pegó un grito y botó un chorro, que delicia ver su rostro, todo chaposo, satisfecha, no me esperé y la metí con piernas al hombro, todo desgraciado haciendo que suene el golpe de mi pelvis con sus nalgas, se volvió a subir para montarme, pero está vez en vaquero invertido y empezó otra vez con esa nota de frotarse con mi verga dentro de ella y nuevamente empezó a correrse, cada que se despegaba un poco de mi sentía pequeños chorros salir de ella. Cómo para cerrar con broche de oro la puse en cuatro y acá si le dí maltrato a su culo, ella genia duro que le diera más y así fue, le dí duro y parejo hasta que no aguanté y terminé botando todo, otra vez dentro, cómo para no desperdiciar una sola gota. Nos metimos una ducha caliente juntos, nos vestimos y fuimos hasta su casa, le pregunté cuando la vería nuevamente y quedamos en una semana, nos besamos y saqué la cola a mi casa. Terrible cogida nos metimos, luego de ese día quedamos de semana en semana en coger y se repite la situación descrita arriba, una terrible cogida que termina con ella viniéndose a chorros y yo bien deslechado.
En una de las últimas ocasiones llegué a tomarle una foto, se las dejo en estos días, esto lo escribo desde la laptop y la foto la tengo en el iPhone.
Conmigo es hasta una siguiente ocasión...
En una de las últimas ocasiones llegué a tomarle una foto, se las dejo en estos días, esto lo escribo desde la laptop y la foto la tengo en el iPhone.
Conmigo es hasta una siguiente ocasión...
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